Oración ferviente
Copyright © 2015 por Priscilla Shirer
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B&H Publishing Group
Nashville, TN 37234
Clasificación Decimal Dewey: 248.843
Clasifíquese: Oración/Guerra espiritual/Mujeres
Publicado originalmente por B&H Publishing Group con el título Fervent © por Priscilla Shirer.
Traducción al español: Annabella de Valverde
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida ni distribuida de manera alguna ni por ningún medio electrónico o mecánico, incluidos el fotocopiado, la grabación y cualquier otro sistema de archivo y recuperación de datos, sin el consentimiento escrito de la autora.
A menos que se indique otra cosa, las citas bíblicas se han tomado de La Biblia de las Américas, © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. Las citas bíblicas marcadas RVR1960 se tomaron de la versión Reina-Valera Revisada 1960 © 1960 por Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Usadas con permiso. Las citas bíblicas marcadas NBLH se tomaron de la Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy, © 2005 The Lockman Foundation. Usadas con permiso. Las citas bíblicas marcadas NTV se tomaron de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., 351 Executive Dr., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados.
ISBN: 978-1-4336-9182-9
Impreso en EE.UU.
1 2 3 4 5 * 18 17 16 15
Théoden: No me arriesgaré a una guerra abierta
Aragorn: La guerra abierta viene a ti, os arriesguéis o no.
El Señor de los Anillos: Las dos torres
Esto significa guerra
Solo para que sepas en qué te vas a meter ...
Cuando hayas terminado de leer (y trabajar a través de) este libro, la portada no debería cerrarse bien. Debería estar notablemente deformada, con el lomo levantado de tal manera que aun si colocaras encima una guía telefónica antigua, no podrías nivelar lo que se ha convertido en una deformidad severa y permanente. Porque lo has usado de modo sincero. Porque ha sido desgarrado por la guerra. No podrías darlo como un regalo para navidad.
Espero manchas de pasto, manchas de tinta y esquinas dobladas. Espero cicatrices de batalla. Unos cuantos círculos arrugados, de esos que se forman sobre el papel cuando se ha volcado accidentalmente una gota de té, o incluso una lágrima que se te ha escapado o algún otro líquido que se derramó a través de dos o tres líneas del texto. Señales inconfundibles de que has estado aquí, de que has estado sumamente interesada y te has involucrado.
Quiero páginas arrancadas y que hayas escrito en ellas. Que las orillas estén destrozadas y las esquinas dobladas. Quiero que tus hijos estén temerosos de tocarlo sin usar guantes de goma. Quizá quieran usar las pinzas de la ensalada.
Este libro no es únicamente para una lectura amena. No es para satisfacer una simple curiosidad durante el café o para acercamientos breves. Piensa de este libro como un equipo de supervivencia de nivel industrial: cinta de embalar y superpegamento; correas de cuero atadas alrededor de él, cordones viejos para zapatos, tal vez con nudos dobles. Lo que sea necesario para mantenerlo todo junto.
Porque esto es guerra. La lucha por tu vida. Un verdadero enemigo ha estado planificando estratégicamente y ha tramado en tu contra, agrediéndote, yendo tras tus emociones, tu mente, tu esposo, tu hijo, tu futuro. En realidad, él está haciéndolo en este mismo momento. Ahí donde estás sentada. Ahí donde estás.
Pero yo declaro que su reino de terror se detiene aquí . Se detiene ahora . Él podría aparecer de nuevo, pero ya no tendrá la victoria.
Porque todo comienza a fallar cuando comenzamos a orar.
Ahora bien, si tú quieres un libro acerca de la oración, tal vez este libro no es para ti. Puedes encontrar maravillosos libros sobre la oración escritos por estudiosos, que son dignos de leer. En realidad, yo los recomiendo. No podemos aprender demasiado acerca de la oración, ¿o sí? Pero aquí, en estas páginas, no vamos a hablar solamente acerca de la oración o a pensar acerca de la oración.
No.
Prepárate …
para orar.
Porque de otra manera la vida es imposible: la tuya, la mía, la de todos. Simplemente, no podemos darnos el lujo de jugar con la oración. No, si queremos que las cosas cambien. No, si queremos ser libres de todo lo que nos domina o reprime. No, si queremos que nuestros corazones estén completamente bien cimentados, que prosperen y sean profundos ... que sean diferentes. No, si queremos alcanzar nuestros destinos y experimentar las promesas de Dios. No, si queremos que nuestros esposos e hijos vivan lo que Dios los ha llamado a hacer, a ser y a llegar a ser. No, si queremos un muro de protección de Dios a nuestro alrededor. No, si queremos llevar la marca inequívoca de Su favor sobre nosotras. No, si queremos que el diablo y sus planes regresen al infierno de donde vinieron.
Pero nada de esto va a suceder, no importa cuánto lo deseemos, mientras la oración permanezca como una idea de último momento, una formalidad, una mezcla insensata de obligación y manipulación, algo que hacemos pero no lo hacemos de manera usual y, rara vez o nunca, lo hacemos con algún significado y vitalidad, con confianza y claridad. Como resultado, malgastamos una gran cantidad de años, haciendo muchas otras cosas. Cosas que nos agotan por completo, pero que finalmente no funcionan. Terminamos, después de todos nuestros intentos, sin entender nada, sin entender lo que Dios se proponía o el meollo de lo que realmente importa. Así que, ahora vamos a orar específica y estratégicamente.
Orar con precisión es clave. Cuando oramos por los lugares donde seriamente sospechamos que el enemigo está trabajando, es cuando mantenemos nuestras oraciones enfocadas, no solo en situaciones determinadas, sino en las verdades bíblicas que son consistentes con afirmar la victoria en medio de ellas. Es así como nuestro orar permanece integrado con la realidad, en vez de recorrer sin rumbo un pasillo espiritual que parece que nunca se conecta con la sala donde, como bien lo sabes …, vivimos. Es así como nos mantenemos comprometidas y alerta, convencidas de que Dios hace las cosas correctas, seguras de que Él las provee, capaces de sentir Su dirección sobre qué hacer y entonces tomar las medidas que corresponda.
Si todo lo que hacemos es lanzar palabras y emociones en todas las direcciones, sin considerar realmente las formas específicas en que el enemigo nos ataca y las promesas de Dios que se aplican a nosotras, entonces malgastamos nuestro tiempo. Añadimos a la confusión mientras que en realidad no estamos haciendo mella en el problema o en el proceso. Luchamos por mantenernos a flote, pero estamos bastante seguras, casi siempre, de que luchamos una batalla perdida.
Bueno, parte de esa idea es correcta: NOSOTRAS ESTAMOS en una batalla . Una batalla con una larga historia que se remonta a antes de que comenzaran los anales de la historia. Pero es una batalla en la cual ya se ha determinado al vencedor. Una batalla, sí. Pero, ¿una batalla perdida ?
Ni siquiera es posible.
Y la oración es nuestra arma no tan secreta en esta lucha. Incluso me atrevería a decir nuestra arma más potente.
Estoy dispuesta a admitir, de manera anticipada, que hay un misterio innegable, incognoscible e invisible en la oración. Esa es la razón por la cual nuestra primera reacción hacia ella a menudo se inclina por desecharla, subestimarla o desvalorizar su crucial importancia. La oración, pensamos, es una buena idea en la teoría, si por lo menos hiciera algo o marcara una diferencia. Pero aquí está la cosa: Más allá de lo que entendamos o no acerca de la oración, Dios ha escogido de manera deliberada este vehículo en particular como el que impulsa Su actividad en la vida de las personas. Es lo que Él nos permite usar para cooperar y asociarnos con Él para llevar a cabo Su voluntad. Él ha creado la oración como una manera primaria de colocarnos en contacto personal con Él y con Sus realidades eternas, a cualquier hora del día o de la noche.