Tercera edición ampliada.
Incluye nueva información sobre el abuso relacionado con el estrés y la escalada de violencia.
Más de 700,000 copias vendidas.
Derechos reservados © 2017, 2010, 1996, 1992 por Patricia Evans.
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Agradecimientos
Agradezco a todos los que me han apoyado en la escritura de este libro. Especialmente, a las muchas mujeres que tan valientemente compartieron sus historias y sus ideas conmigo.
Mientras escribía y revisaba el manuscrito tuve el aliento constante de mi hermana, Beverly Amori. Nunca, ni por un momento, me permitió albergar dudas sobre el valor de este trabajo. Robert Brownbridge, LCSW, me aportó claridad y me enseñó a confiar en mí misma.
El tema del libro se originó a partir de una sugerencia de Carl Putz, PhD: “Si sólo pudiera decirle a la gente cómo reconocer el abuso verbal, ¡esto sería un gran comienzo!” Doy gracias a Carl no sólo por haberme sugerido el tema, sino también por haberme hecho entender que yo podría escribirlo.
Doy las gracias a Patricia Seereiter, que contribuyó con su ecuanimidad y su espíritu alegre, además de brindarme la serenidad de su estudio, un “oasis” perfecto para escribir.
Pat Corrington, LCSW, me animó con su maravilloso entusiasmo y me ofreció sus habilidades de edición. Ella tiene un lugar especial en mi corazón. Susan Hiraki, MFCC, me dio ánimo y me ofreció sus comentarios expertos de una manera especialmente afectuosa.
Doy gracias a Kate Gann por sus contribuciones interesantes y a Donna y sus amigos por su constante apoyo emocional
De manera especial doy las gracias a Helen McGrath, mi agente, una fuente constante de estímulo, siempre dispuesta a ayudar; a Ed Walters y Paula Munier, mis editores, porque ha sido un placer trabajar con ellos; a la terapista Linda Crawford, de San Diego, guía en el mundo de la terapia verbal; a Craig Smith, PhD, Richard Maisel, PhD, y sus colegas, que me han acogido en sus conferencias.
Por último, estoy especialmente agradecida a mis hijos por su continua confianza en mí.
—Patricia Evans
Prefacio
Desde la primera edición de este libro, publicada en 1992, el paisaje sobre el abuso verbal ha cambiado. Desde entonces he hecho todo lo posible, con la ayuda de muchas personas, para difundir el mensaje de que existen relaciones verbalmente abusivas. Oprah Winfrey dedicó uno de sus programas a este tema e incluso lo tituló “El abuso verbal en las relaciones”. Muchos otros anfitriones de radio y televisión han contribuido al esfuerzo de difundir este tema ofreciéndome el tiempo y el espacio para que yo pudiera transmitir el mensaje a la audiencia.
Organizaciones de todo tipo me han invitado a hablar. Lo he hecho en los Estados Unidos, Canadá, Australia y España. Pude dirigirme, en traducción simultánea, a la recién formada Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres del Gobierno de España. Además, las ediciones anteriores de este libro han sido traducidas a muchos idiomas, incluyendo francés, alemán, español, ruso, polaco, yugoslavo y chino.
Lectores como tú están hablando
Mis lectores han hecho un extraordinario trabajo al divulgar este tema. En los años transcurridos desde la primera edición de este libro, con el que introduje el concepto de “relación verbalmente abusiva”, miles de mujeres se han puesto en contacto conmigo por teléfono, correo electrónico o cartas personales. Por lo general, las personas que llaman tienen una pregunta urgente o quieren concertar una consulta privada de información o referencias. Pero también algunas mujeres me han hablado del abuso verbal que han sufrido en sus relaciones. Querían, sobre todo, claridad. Miles de ellas me han dicho, “Yo sabía que algo estaba mal; pero no sabía qué. Ahora tengo un nombre para lo que he sufrido”.
La cultura está cambiando. La relación verbalmente abusiva ha sido reconocida como algo real. En todos mis libros he intentado responder a las preguntas que la gente me ha hecho. Algunas de estas interrogantes son:
- ¿Por qué me siento tan mal? ¿Qué está pasando en mi relación? En este libro, El abuso verbal en las relaciones, encontrarán un nombre para lo que sufren.
- ¿Hay algo más que saber? ¿Hay otros comportamientos controladores en mi relación? En Los sobrevivientes de abuso verbal hablan (Verbal Abuse Survivors Speak Out) explico otras formas de control.
- ¿Qué es lo que le sucede a las personas verbalmente abusivas para que se comporten de esta manera? ¿Cómo es posible que sean tan crueles con su pareja, si generalmente son amables con los demás? En Gente controladora (Controlling People), ofrezco información y asesoramiento al respecto.
- ¿Cómo una persona verbalmente abusiva puede cambiar? ¿Es posible que un hombre abusivo detenga su comportamiento agresivo? En El hombre verbalmente abusivo, ¿puede cambiar? (The Verbally Abusive Man: Can He Change?) los lectores pueden dar los pasos que propongo para exigir un cambio, y lo más importante, para abrir los ojos al abusador, si así lo desean. Pueden conseguir mejor esta meta si se basan en los conocimientos adquiridos en mis tres primeros libros.
No solo las mujeres sufren abuso verbal
He oído también a hombres quejarse de la violencia verbal. Cuando un hombre me contacta porque se siente enloquecer por la mordacidad de su compañera, le confieso que no sé si sea posible un cambio, sobre todo si ha escuchado los abusos verbales de su pareja a lo largo de muchos años. No he tenido la experiencia de ver cambiar a ninguna mujer verbalmente abusiva, esto es, la mujer que constantemente critica, acusa o se enfurece con su pareja. Sin embargo, él también puede seguir los pasos que esbozo para demandar un cambio.
En los últimos diez años, varias docenas de hombres que habían estado experimentando abuso verbal en sus relaciones se pusieron en contacto conmigo. Sus parejas, sin embargo, no quisieron buscar ayuda. Las mujeres verbalmente abusivas constantemente acusan o critican a sus compañeros, o manifiestan algún tipo de ira contra ellos. Estas mujeres no se vuelven hostiles de repente, sino que probablemente lleven años respondiendo de manera agresiva, en medio de largos procesos de separación.