Para todos los mecenas, por ayudarme a cumplir uno de mis sueños.
Prólogo
Si estás aquí, leyendo estas palabras, es porque he podido cumplir un sueño. Desde que era pequeño he querido escribir un libro y publicarlo. ¿Y ahora qué? Lo primero, agradecerte que apostaras por mí, y, lo segundo, avisarte de que te prepares para todo lo que está a punto de llegar. Te acabas de subir al tren correcto si tu destino es una nueva etapa laboral en tu vida. ¿Estás preparado?
¿Cuál es mi propósito? Darte conocimientos y herramientas para que puedas mejorar tu empleabilidad. Espera, espera, lo sé. Te estarás preguntando si has invertido bien tu dinero a la hora de comprar este libro. Te adelanto que sí. Pero ¿cómo es posible que mi objetivo para ti no sea que encuentres directamente un nuevo trabajo? La respuesta es muy sencilla: eso es algo que no depende de mí. Lo siento, no existe una receta mágica para que lo hagas. A lo que sí me comprometo es a que puedas mejorar tu empleabilidad, que según la RAE (Real Academia Española) es «el conjunto de aptitudes y actitudes que permiten a una persona conseguir y conservar un empleo». Encontrar trabajo es complicado. Mantenerlo y crecer personal y profesionalmente en él, más aún. ¿De qué vale obtenerlo para perderlo en los meses siguientes?
Para esta ardua tarea te presento las claves que me convertirán en tu mejor acompañante. Como si de un cuadrado mágico fueran, te quiero presentar los pilares que girarán alrededor de todo el contenido que leas:
- Psicología.
- Coaching.
- Orientación laboral.
- Experiencia laboral real en Recursos Humanos.
Este cóctel combina los ingredientes perfectos para que puedas encontrar un nuevo proyecto, o mejorar ese en el que te encuentres actualmente.
Cada uno de estos elementos forma una parte muy importante de mí y de mi forma de ser y ver la vida. Estudié la carrera de Psicología, hice un máster en coaching y trabajo en el mundo de los Recursos Humanos desde el año 2012. Además, he simultaneado todo lo anterior con procesos de coaching y asesoramiento laboral.
Pensarás que esto no es suficiente. Además, todavía no me conoces. Si yo fuera el lector de este libro me plantearía algo así como: «Me parece estupendo, pero ¿qué cosas nuevas vas a contarme?».
He de admitir que vivimos en un mundo en el que el afán por aparentar y las falsas promesas reinan en gran parte del contenido publicado. Por ello, puedo entender que te surjan dudas. ¿Por qué confiar en mi criterio? La respuesta la vas a encontrar en los siguientes párrafos, en los que quiero compartir parte de mi experiencia contigo.
El año 2007 fue clave en mi vida debido a una serie de circunstancias. Sin duda alguna, la principal fue decidir estudiar la carrera de Psicología. Y no, no lo hice para abrir una clínica y tratar pacientes. Lo que me llevó por ese camino fue una mezcla de mi curiosidad y habilidades sociales.
No me considero un vidente, pero tuve una pequeña premonición. Pensé qué ocurriría si, tras pasar un lustro formándome, no pudiera trabajar en algo directamente relacionado con ello. Normalmente, cuando vas a la universidad, lo haces con el objetivo de poder desarrollarte en una profesión relacionada con aquello que has aprendido. Pero puede ocurrir lo contrario, es decir, que tras finalizar esta etapa no encuentres empleo en ese campo. Por ello, decidí invertir mi tiempo en adquirir conocimientos y experiencias que pudiera aplicar a cualquier profesión.
Conforme iba cursando la carrera, se acercaba el punto de elegir en qué especializarme. Surgieron muchas posibilidades en mi mente, y nunca olvidaré el día que lo cambió todo. A veces en la vida descubres cosas de la manera más inesperada, y eso me pasó a mí en el cuarto año de Psicología. Me impactó tanto que puedo recordarlo con múltiples detalles.
Era la tarde de un sábado de otoño. Iba en el asiento trasero del coche de mis padres. Me encontraba muy a gusto y llevaba unos minutos bastante relajado. Sinceramente, dejaba que los pensamientos entrasen y saliesen de mi cabeza sin fijarme en el paisaje que se mostraba tras las ventanillas. De repente, me di cuenta de que entrábamos en un polígono de empresas. Me llamó la atención la gran cantidad de naves que había. Leí muchos nombres en ellas, algunos me sonaban más y otros menos. Entonces una pregunta apareció en mi mente: «¿Qué es una compañía?».
La respuesta estaba clara: un conjunto de personas. Hasta ese instante no había puesto toda mi atención en ello. Siempre veía el proceso final y no me paraba a pensar en cómo una organización había llegado hasta la cumbre. En ese momento tuve claro que quería vivir y aprender en el ámbito empresarial. Entender cómo crece una empresa, su funcionamiento interno, pero, sobre todo, ayudar a que mejore y se solucionen los problemas que pudieran tener los empleados que forman parte de ella. Eso fue lo que me llevó a decantarme por trabajar en ese entorno.
Estudié varias optativas del mundo laboral para ir ampliando mi conocimiento. Y gracias a un curso de Recursos Humanos que compatibilicé con el último año de carrera, pude empezar muy pronto mi experiencia en este campo. Tuve la suerte de que las prácticas de Psicología fueron como una experiencia laboral completa. En marzo de 2012 me incorporé en una consultora tecnológica en la que empecé mi carrera en el área de reclutamiento y selección de personal.
Si leyeras mi CV, podrías ver que he formado parte de cinco empresas distintas, siendo la búsqueda de candidatos la actividad en la que más me he especializado. Además, tengo experiencia en ETT (empresas de trabajo temporal), consultoría, headhunter y cliente final. Más adelante definiré esta terminología por si no la conoces. Cada una de estas compañías trabaja de forma distinta a la hora de gestionar los procesos de selección. Haber estado en todas ellas me permite compartir contigo conocimientos y técnicas que te harán desenvolverte mejor en las entrevistas que realices.
Analizando mi pasado, puedo decirte que mis inicios fueron complicados. Cuando perdí mi virginidad laboral tuve un shock muy fuerte con todo lo aprendido en el ámbito de la selección. Me habían enseñado un mundo idealizado y puro en el aula. Para mi pesar, pronto me di cuenta de que la realidad era dura y agresiva. Pensaba que todo se hacía de manera ordenada, ética, atendiendo a competencias bien definidas y pasos que no podían saltarse. Sin embargo, lo que encontré fue caos, prejuicios y falta de procedimientos. Pero no solo eso: cuantas más entrevistas de trabajo realizaba como técnico de selección, más anécdotas tenía para coleccionar. Observaba muchos comportamientos que alejaban a cualquier persona de entrar en una nueva empresa. Era una especie de guerra entre dos mundos que estaban totalmente enfrentados, entrevistadores frente a candidatos.
Tras unos meses trabajando se encendió una bombilla en mi cabeza. Fue en septiembre de 2012. No te puedo explicar el motivo concreto, pero supe que tenía que aportar mi granito de arena para ayudar a cambiar esta situación. ¿Cómo? Escribiendo un blog en el que dar orientación laboral real a las personas que estaban buscando empleo en España. Y utilizo el adjetivo «real» para poder aportar más información que los miles de artículos presentes en internet que hablaban sobre todos los tips, o consejos, comunes para encontrar trabajo. No digo que no fueran útiles, pero me sorprendía que muchos estuvieran escritos por profesionales que no trabajaban en el ámbito de la selección.