Dieta en tiempo de estrés / Diet in stressful times
© Gertrudis Corvera
© Socorro Ramírez Gutiérrez, diseño de portada
© iStockphoto, foto de portada
Distributed by:
D.R. © Selector S.A. de C.V.
Doctor Erazo 120, Col. Doctores,
C.P. 06720, México D.F.
www.selector.com.mx
www.latinoslectores.com
ISBN: 978-168-1-65335-8
ISBN: 978-168-1-65337-2 (eBook)
Library of Congress Control Number: 2016948778
© 2016 Versión USA
Características tipográficas aseguradas conforme a la ley. Prohibida la reproducción parcial o total mediante cualquier método conocido o por conocer, mecánico o electrónico, sin la autorización de los editores.
A mis padres, Gertrudis y Gabriel,quienes cimentaron mi vida e interés por la ciencia.
A Vicente, por su cariño y apoyo.
A mis hijos, Gertru, Vicente y Merce,por ser mi fuente de alegría y fortaleza.
A mis hermanos.
A Luisa Oliva Reyes y Gerard Mignault Paradis,por formar parte de mi familia.
A la Universidad Iberoamericana, por su apoyo en el desarrollo de este proyecto.
Al doctor Luis Arciniega Ruiz de Esparza, profesor e investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México ( itam ),por su colaboración en el área de Comportamiento Humano.
Un agradecimiento especial a la maestra académica de la Universidad Iberoamericana, Adriana Arellano Velasco,por su asesoría incondicional para la realización de esta obra.
A los médicos cirujanos Paul Goldberg Javkin y José Suárez Guerrero, por su interés en la elaboración de esta investigación.
Prólogo
El estrés es considerado en el siglo xxi como una gran calamidad, estamos conscientes de su existencia y aún no ha sido comprendido por la mayoría, en realidad su función es blindarnos de las agresiones que sufre el organismo provocadas por diversas fuerzas, las cuales influyen en el comportamiento humano. Hipócrates, el Padre de la Medicina, fue un médico griego que en el siglo iv a.C. estudió la importancia del equilibrio en el ser humano para no enfermar y el valor de los alimentos para amortiguar la tensión del organismo cuando se encuentra en lo que ahora llamamos estado de estrés.
Dichas fuerzas pueden ser internas o externas, las primeras se originan en el organismo como el dolor, las fuerzas externas se reciben del entorno, principalmente son provocadas por los factores delta (Demografía, Economía, Leyes y regulaciones, Tecnología y, por último, Actitudes y valores). Todas estas fuerzas causan en los individuos un mecanismo de defensa, induciendo diversas reacciones en nuestro organismo para ubicarlo en estado de alerta, con el fin de que sea capaz de responder, adaptarse y sobrevivir a las nuevas situaciones que se le puedan presentar.
Debemos establecer las causas que nos provocan estrés y canalizarlas adecuadamente, de no ser así, éste se vuelve progresivo provocando un desequilibrio en el sistema nervioso, la producción de hormonas y las defensas del organismo, aumentando la probabilidad a enfermar. Bajo este estado, es común que se presenten diferentes alteraciones en la conducta como frustración, ansiedad, exceso de tensión, obsesiones y depresión. Si se dirige positivamente, se amortigua el estrés y se vive plenamente desarrollando el potencial de cada individuo. Para poder reaccionar adecuadamente ante una situación determinada, necesitamos tener un organismo sano, por lo que es necesario tomar en cuenta la importancia de una alimentación saludable, realizar ejercicio diariamente y darnos tiempo para descansar y disfrutar de nuestros pasatiempos, la familia y los amigos.
Cuando experimentamos alguna situación que nos genera estrés,algunas de las primeras reacciones que se desencadenan en nuestro comportamiento son la inapetencia o la sobrealimentación; este fenómeno induce en el organismo un desequilibrio metabólico, el cual puede afectar nuestra salud si no se atiende debidamente, por lo que es necesaria una Dieta en tiempo de estrés , con el fin de fortalecernos fisiológicamente, permitiendo que el organismo resista y reajuste las nuevas situaciones a las que se debe enfrentar, evitando que el cuerpo enferme.
Introducción
Varias civilizaciones antiguas tenían la certeza de que los alimentos eran una fuente medicinal al mismo tiempo que cumplían la función de nutrir, Hipócrates los utilizaba con fines curativos y en su juramento menciona: “Haré uso del Régimen Dietético para ayuda del enfermo, según mi capacidad y recto entender, del daño e injusticia lo preservaré…” En compañía de sus maestros, observó que las enfermedades surgen debido a un desequilibrio originado la mayoría de las veces por diversas causas externas, las cuales alteran la armonía del cuerpo humano; en el fragmento anterior resalta la importancia de los alimentos en combinación con la estabilidad emocional para lograr el equilibrio regido por las fuerzas de la naturaleza.
El hombre del actual milenio, el de la nanotecnología, se enfrenta a diversos problemas provocados por la sobrepoblación, competencia y el agitado estilo actual de vida. Todos los organismos, durante su existencia, viven en constante estrés y su sobrevivencia obedece a los mecanismos biológicos de autoprotección; sin embargo, el hombre contemporáneo se encuentra agobiado por un sinnúmero de agresiones las cuales no le permiten que dichos mecanismos actúen.
He observado que varias personas, después de afrontar intensos periodos de estrés, han presentado diferentes padecimientos; cuando se comenta acerca de alguna afección, pregunto si quien la sufre ha tenido una pena cercana o experimentado algún episodio estresante, la respuesta generalmente es afirmativa; uno o varios eventos de este tipo, pueden desencadenar enfermedades crónicas que fácilmente se complican y afectan la calidad de vida.
Existen varios factores que causan inestabilidad en el ser humano: contaminación, aglomeraciones, inseguridad, espacios reducidos, presiones laborales, problemas económicos y familiares, así como el exceso de cafeína, alcohol, tabaco y una dieta poco saludable lo han llevado a la depresión y, en casos extremos, al suicidio. Anteriormente se creía que la intolerancia al estrés era un factor hereditario, hormonal o de conducta mal dirigida, de acuerdo con las últimas investigaciones científicas el problema comienza por un desequilibrio emocional y alimentario.
La comida rápida, el exceso de hidratos de carbono, grasas y sales; los antidepresivos, estimulantes, polivitamínicos y otros fármacos sin control médico; algunos remedios herbolarios, productos naturistas y las dietas mágicas son algunos de los factores que provocan cambios de conducta e inestabilidad en el ser humano.
¿Cuántas veces en el supermercado nos preocupamos por comprar productos bajos en calorías, ignorando al departamento de frutas y verduras? Una mujer obesa, angustiada por su alto nivel de colesterol reportado en sus últimos estudios de laboratorio, me preguntó en una ocasión si era recomendable consumir mayonesa baja en grasa, cuando su platillo preferido eran las empanadas de sesos; en general no hay conciencia nutrimental ni conocimiento básico del poder de los alimentos, las escuelas han realizado un fuerte intento por concientizar a sus alumnos sobre este tema; sin embargo, en algunas de ellas, en el receso les venden refrescos y comida denominada chatarra, vacía en nutrimentos, sin reforzar los conocimientos que se aprenden en la clase de salud.