Alberto Garzón Espinosa - Esto tiene arreglo

Ante la dura recesión, ¿sólo caben recortes y reformas «agresivas»? El autor de este libro, anuncia que nos hallamos inmersos en un cambio de época, en un proceso rupturista que no acabamos de percibir en su totalidad. Los gobiernos, nos alerta, aprovechan la crisis para recortar derechos laborales y empeorar las condiciones de vida de la mayoría de ciudadanos, en un proceso de «chinarización» que amenaza con instaurar un nuevo régimen de semiesclavitud. Como consecuencia de todo ello, la rebeldía nace en los poros del sistema y se cristaliza en movilizaciones sociales como las del 15-M . Y no es para menos: en los últimos años las grandes empresas, la banca y las grandes fortunas han hecho caer, bajo el disfraz de los llamados «mercados financieros», a gobiernos enteros, sustituidos por ejecutivos títeres, y han convertido la democracia en una farsa, en un elemento de marketing, desechable cuando el dinero de los poderosos está en juego. Garzón reta a la izquierda a saber leer la jugada del neoliberalismo y canalizar la indignación hacia un objetivo ambicioso: superar el actual sistema económico y político. Somos mayoría —proclama este economista indignado— los que objetivamente nos beneficiaremos de una transformación sistémica como la descrita en estas páginas. Cada uno de nosotros, concluye, tiene que convertirse en un activista, porque convencer de esta realidad a otra persona, aunque sólo sea una, es ya toda una victoria.

Alberto Garzón Espinosa

ePub r1.0

Titivillus 19.02.15

Título original: Esto tiene arreglo

Alberto Garzón Espinosa, 2012

Editor digital: Titivillus

ePub base r1.2

A Juan Torres López y a mis padres, Alberto

Garzón e Isabel Espinosa, por los principios y

valores que de ellos he aprendido

AGRADECIMIENTOS

Durante todo este tiempo las fuentes de inspiración y de aprendizaje han sido muchas. Por eso no puedo dejar de agradecer el esfuerzo y compañerismo de mis profesores y amigos economistas, y críticos, Juan Torres López, Vicenç Navarro, Xabier Arrizabalo, Jorge Fonseca, Enrique Palazuelos, Ángel Vilariño, Ángel Tablas, Desiderio Cansino, Manu Gracia, Bibiana Medialdea, Ricardo Molero, Jon Bernat, Juan Barredo, Luís Buendía, Juan Pablo Mateo, Eddy Sánchez, Mariu Ruíz, Lina Gálvez, Nacho Álvarez, Antonio Sanabria, Ricardo Zaldívar, Carlos Martínez y Eduardo Garzón, entre tantos otros. Sin olvidar la fuente de inspiración de los economistas que aparecen citados a lo largo del ensayo, así como de los políticos que, como Julio Anguita, José Antonio Castro o Efraín Campos, han sido y son una referencia política en el modo de pensar los fenómenos políticos y sociales. Gracias también a mis amigos y amigas que me aguantan y apoyan, en especial a Marina y Eduardo. Finalmente agradezco igualmente el esfuerzo y activismo de los amigos de Democracia Real Ya, y sin duda también de todas las asambleas del 15-M , las cuales han derribado los muros que nos separaban a tantos y que con ello han despertado la esperanza de todos.

[1] Datos del barómetro del CIS de noviembre de 2011.

[2] Datos de Gallup del 22 de diciembre de 2011.

[3] Pregunta multirrespuesta del Pew Research Center, diciembre de 2011.

[4]¡Indignaos!, Destino, 2011.

[5] Michael J. Sodaro, Política y ciencia política, McGraw-Hill, Madrid, 2010.

[6] David Anisi, «El mercado de trabajo: ¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos?», Cuadernos de Relaciones Laborales, número 5, Editorial Complutense, Madrid, 1994.

[7] Eso no significa que las categorías conceptuales teóricas sean estrictamente identificables con la realidad concreta. Es decir, esas categorías son útiles para entender el fenómeno económico en abstracto, pero es peligroso creer que el mundo concreto está dividido entre capitalistas y trabajadores, entre buenos o malos. Como veremos a lo largo de este ensayo, no comprender esta cuestión ha sido uno de los principales errores cometidos por parte de la izquierda.

[8] Un estupendo documental que refleja muy bien esta cuestión y su relación con la crisis actual es Inside Job.

[9] El propio Marx consideraba que había hasta dieciocho clases sociales, según el momento histórico. Como veremos más adelante, analizar la estructura de clases actual es fundamental para saber cómo lograr transformar el mundo moderno.

[10] Iago Santos Castroviejo, «Una aproximación a la red social de la élite del poder económico en España», XI Jornadas de Economía Crítica, Bilbao, 2008.

[11] En sentido amplio, el salario debería entenderse por sus tres patas: salario directo, salario diferido y salario indirecto. El salario directo deriva de las rentas del trabajo y es lo que comúnmente llamamos salario o sueldo. El salario diferido son todas las prestaciones por jubilación que vamos a recibir cuando termine nuestra vida laboral y que dependen de la cantidad y calidad de las cotizaciones sociales. Y finalmente el salario indirecto (o social) es aquel que se deriva de la diferencia entre el precio de mercado de un bien y su precio ofrecido por un servicio público, es decir, es lo que dejamos de pagar directamente debido a que el bien o servicio está suministrado a través de lo que se llama Estado de bienestar y que si por el contrario fuera de prestación privada sería mucho más caro (un ejemplo claro es la sanidad o la educación).

[12] Los datos que acompañan a este epígrafe identifican el concepto salario con «compensación salarial», tal como se utiliza en las estadísticas oficiales de la Comisión Europea. Las compensaciones salariales son todos aquellos sueldos, salarios y cotizaciones sociales.

[13] Las clasificaciones de la contabilidad nacional agrupan a todos los tipos de asalariados, y eso conlleva un sesgo importante. De hecho, la evidencia empírica para otros países indica que cada vez hay un abanico salarial más amplio, lo que significa que los grandes asalariados distorsionan mucho la muestra.

[14] Facundo Alvaredo, y Emmanuel Saez, «Income and wealth concentration in Spain from a historial and fiscal perspective», Journal of the European Economic Association, pp. 1140-1167 , 2009.

[15] Datos publicados en Cincodías.com el 12 de septiembre de 2011.

[16] Mientras las rentas son todos los flujos de dinero que entran como ingresos en cada período, la riqueza es un stock y tiene que ver con la cantidad de dinero acumulada en el tiempo.

[17] James B. Davies, Susanna Sandström, Anthony Shorrocks y Edward N. Wolff, «The level and distribution of global household wealth», 2008.

[18] Fondo de Cultura Económica, 2004.

[19] David M. Kotz, «Financialization and Neoliberalism», 2008.

[20] Joseph Stiglitz, «El rumbo de las reformas. Hacia una nueva agenda para América Latina», Revista de la CEPAL, número 80, 2003.

[21] Gérard Duménil y Dominique Lévy, Crisis y salida de la crisis, Fondo de Cultura Económica, México D. F., 2004.

[22] Álvarez et al., Ajuste y salario. Las consecuencias del neoliberalismo en América Latina y Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México D. F., 2009.

[23] Juan Torres y Alberto Garzón, « 19-J . Contra el pacto del euro. Democracia real en Europa ¡ya!», 2009. Disponible