Adiós a los medios
La era de la comunicación descentrada
Adiós a los medios
La era de la comunicación descentrada
Raúl Trejo Delarbre
Adiós a los medios. La era de la comunicación descentrada / Raúl Trejo Delarbre – México: Productora de Contenidos Culturales Sagahón Repoll, 2022. 184 p.; 11 x 18 cm – (Colec. Brújula) ISBN: 978-607-8346-68-4
1. Comunicación. 2. Medios. 3. Redes digitales. 4. Teorías de la comunicación. 5. Espacio público. 6. Política.
D.R. © 2022, Productora de Contenidos Culturales
Sagahón Repoll, S. de R.L. de C.V.
Concepción Béistegui 2103-C4
Colonia Narvarte
México, CDMX
Diseño de la colección
Estudio Sagahón
Cuidado de edición
Jerónimo Repoll
Corrección de estilo
Roberto Barajas
Formación y captura
Guadalupe Cárdenas
D.R. © Imagen de portada
Leonel Sagahón
ISBN 978-607-8346-68-4
Primera edición
Agosto de 2022
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Para Patricia,
por supuesto
Para Bertha Trejo
Contenido
Presentación
Quizá no nos damos cuenta, pero desde hace rato comenzamos a decir adiós a los medios tal y como los habíamos conocido. El empleo intensivo de pantallas durante la pandemia, la diversificación de opciones para difundir y consumir contenidos de toda índole, así como la ampliación del espacio público en donde medios convencionales y digitales —y nosotros con ellos— intercambian mensajes todo el tiempo, han consolidado un sistema de comunicación en el cual los grandes medios están acotados por variados espacios digitales y los individuos somos espectadores, pero también actores —y cuando queremos, además, autores de nuestros propios contenidos—.
La comunicación de masas coexiste y se retroalimenta con redes de acceso abierto. La gran transformación cultural y política de nuestra época es la descentralización de la creación y las decisiones, pero también de la divulgación de mensajes y contenidos. La gente dispone de más información como nunca antes y cada vez más personas participan en la discusión de los asuntos públicos; el escrutinio social sobre las acciones y decisiones del poder es constante e influyente. La contraparte indeseable de tal escenario comprende la abundancia de información trivial e incluso inútil, las apreciaciones maniqueas y, por lo tanto, la polarización que predomina en nuestras sociedades y el debilitamiento de la política que con frecuencia es desplazada por conductas clientelares y populistas.
Todas esas tendencias y actitudes son favorecidas, esparcidas, expuestas e incluso aprovechadas por los medios de comunicación. Los medios han contribuido, más que ningún otro instrumento o fuerza técnica o cultural, a remodelar a las sociedades de nuestros días. Esas transformaciones incluyen a los medios mismos.
Los modelos políticos que prevalecieron en el siglo XX, más allá de las ideologías a las que sirvieron, estuvieron fincados en la concentración del poder. La creación cultural, por otra parte, también se centralizó en ciudades, corrientes y modelos cardinales. Unos y otra han comenzado a transformarse en un proceso que apenas inicia y de cuya comprensión dependerán las capacidades de influencia y presencia pública tanto de los políticos como de los creadores culturales —y, de manera más amplia, de los ciudadanos— en el futuro inmediato. En ese proceso de transformaciones, los medios de comunicación tradicionales han perdido la centralidad que desplegaron durante todo el siglo anterior y ahora se complementan con las redes de carácter digital en las que todos nos involucramos de una u otra manera. El ecosistema comunicacional que se articula con los viejos medios y con los espacios de interacción en línea nos abruma de mensajes y nos impone nuevas exigencias para convivir con la información así multiplicada. Los mensajes son elaborados e intercambiados en redes de interacción, a diferencia del esquema vertical que ha estructurado a los grandes medios.
Para entender esos procesos de comunicación es preciso volver a lo básico. Es pertinente explicarnos las funciones y, así, la influencia de los medios, pero también sus limitaciones y los contextos que los circunscriben, de la misma manera que acotan a sus receptores. El nuevo entorno de redes sociodigitales y otros espacios de comunicación en línea, le dan a la gente posibilidades de expresión e intercambio que eran inéditas hace pocos años y que no desplazan del todo, pero sí modifican el viejo predominio cultural e ideológico que podían alcanzar aquellos medios.
Este libro explica el funcionamiento de la comunicación mediática y se apoya en rudimentos del estudio de los medios para comprender las capacidades de la nueva comunicación en redes. A ese ecosistema comunicacional, como lo denominamos, se le ubica en sus circunstancias e implicaciones políticas y culturales. Como a los medios es imposible entenderlos al margen de tales dimensiones, estas páginas acuden a conceptos fundamentales de ciencia política y sociología.
La reconfiguración del sistema comunicacional tiene perspectivas aún inciertas, pero aquí sostenemos que los viejos medios, sin desaparecer del todo, seguirán cediendo espacio a las plataformas de comunicación digital. Al término de este proceso, la sociedad prescindirá de los esquemas verticales como fuente primordial de contenidos de entretenimiento e información, aunque eso no implicará necesariamente la extinción de las corporaciones comunicacionales. Al contrario, algunas de ellas se reconfiguran en el escenario digital o son desplazadas por las corporaciones que manejan el acceso, el alojamiento y los contenidos de Internet. Se les dirá adiós a los medios que ahora nos parecen tradicionales y, en su lugar, el espacio comunicacional estará saturado de estructuras reticulares con múltiples vías para la circulación de mensajes.
Este libro tiene un afán pedagógico. En el transcurso de seis capítulos se explica el funcionamiento que han tenido los medios y su contraste con la comunicación digital y reticular. En contrapunto con los modos de comunicación hasta ahora preponderantes, asistimos a la expansión de la comunicación descentrada, pero tanto en el anterior esquema de difusión vertical como en los contenidos en redes, hay pautas en la manufactura, transmisión y recepción de mensajes que se mantienen. En cada uno de esos capítulos ordenamos, explicamos y actualizamos definiciones indispensables que permiten pensar a la comunicación como parte de sistemas políticos y económicos con los cuales interactúa y, desde luego, como parte de la cultura.
Adiós a los medios es una guía para entender a la comunicación contemporánea. Todos navegamos en Internet, miramos la televisión, nos asomamos a Twitter, nos encadenamos en WhatsApp, quizá vemos la prensa en papel o escuchamos la radio, pero también leemos libros y diarios digitales, descargamos podcasts y la música la obtenemos de Spotify, además de que todos miramos Netflix, aunque no nos entretengan las mismas series, y recibimos o hasta compartimos memes a pesar de que muchos de ellos nos disgusten. Todos nos hemos ensimismado y desesperado, y nos encontramos y acompañamos navegando en busca de respuestas o mirándonos en salas de Zoom durante las etapas más difíciles de la pandemia de COVID-19. En estas páginas se describen los procesos de elaboración, circulación e intercambio que inevitablemente nos involucran cuando nos enlazamos a cualquiera de esos medios o plataformas. Por eso, el presente libro está destinado a todos aquellos que se preguntan cuáles son los alcances de esos procesos de comunicación de los que somos parte.