© 2016, Blanca Herp
© 2016, Redbook Ediciones, s. l., Barcelona
Diseño de interior: Primo Tempo
Diseño de cubierta: Regina Richling
ISBN: 978-84-9917-415-0
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.»
Contenido
1. Por qué conviene depurar el organismo
Qué son las dietas detox
La importancia de la una buena depuración para recuperar tu salud, bienestar, belleza y peso ideal, es hoy incuestionable. ¿Por qué necesitamos desintoxicamos? En un mundo ideal nuestro cuerpo se depuraría normalmente sin ayuda alguna. Al fin y al cabo, la naturaleza diseñó el cuerpo para que se hiciera cargo de infinidad de amenazas en la vida diaria: bacterias y virus, traumas y temores. Pero…
Los problemas surgen porque en el mundo actual son demasiados los ataques contra los que combate nuestro cuerpo, y nuestros sistemas de eliminación naturales no pueden con tanto trabajo. ¡Y menudo trabajo!
Nuestro cuerpo elimina a diario una increíble cantidad de desechos por la orina y las heces, a través de la transpiración y de la exhalación de gases. Estos desechos son residuos metabólicos, células muertas, productos derivados de la digestión y otros restos orgánicos.
Pero en nuestros desechos hay cada vez más productos tóxicos: pesticidas, aditivos, fármacos y en general sustancias químicas que inhalamos de la contaminación del aire y de los productos domésticos. Además, la manera de alimentarnos también ha cambiado: la beneficiosa dieta mediterránea tradicional ha dado paso, en los países desarrollados, a una alimentación a base de platos preparados con una exagerada presencia de tres ingredientes muy nocivos para la salud: azúcar, grasas y sal. De ahí la necesidad de depurarnos, ayudando nuestro organismo a desintoxicarse, a través de las dietas detox. Sus efectos beneficiosos se notan cada vez más.
Cómo se depura el cuerpo
Nuestro cuerpo está sometido a un constante proceso de depuración sin principio ni fin, en el que se elimina cualquier molécula que haya cumplido su finalidad, además de las toxinas y residuos metabólicos. Al mismo tiempo, se producen nuevas moléculas que ayudan a eliminar los residuos corporales. El sistema linfático, el hígado, los pulmones, los riñones, la piel los intestinos… El proceso de desintoxicación es complejo y, para contribuir a que funcione con todo su potencial, vale la pena adoptar un enfoque global de nuestra salud.
Vamos a concentrarnos en la importancia de tomar alimentos saludables y la mejor forma de aplicar en casa las dietas detox. Vamos a ver cómo, poco a poco, el hecho de seguir con constancia estos consejos marcarán pequeños pero poderosos cambios en tu estilo de vida.
Por dónde empezar. ¿Cómo se depura nuestro cuerpo?
Los protagonistas principales del proceso de depuración
El sistema linfático. Esta intrincada red de canales es el sistema de recogida de desechos del cuerpo. La linfa (un líquido de aspecto lechoso que contiene un tipo determinado de glóbulos blancos, proteínas y grasas) se desplaza lentamente por todo el cuerpo.
Cuando pasa por uno de los múltiples ganglios linfáticos, la linfa es filtrada y de ella se extraen los cuerpos extraños o toxinas. Aquí es donde se combaten las infecciones y se impide que cualquier sustancia tóxica vuelva al torrente sanguíneo.
El hígado. Este órgano tiene que ver con casi todo lo que entra en el cuerpo, ya que depura la sangre de sustancias tóxicas (desde alcohol hasta pesticidas) que, de otro modo, se acumularían en la sangre.
El hígado absorbe estas toxinas, altera su estructura química, las hace hidrosolubles y las expulsa a través de la bilis (un líquido de color marrón verdoso). Seguidamente, la bilis transporta estos productos de desecho a los intestinos, donde son excretados.
Los pulmones. Millones de minúsculos alvéolos que se encuentran en los pulmones nos proporcionan aproximadamente 50 metros cuadrados de superficie para intercambiar gases. Cuando respiramos, el oxígeno penetra en la sangre y ésta, a su vez, se libera de sus productos de desecho (dióxido de carbono y agua).
Los pulmones se encargan también de la multitud de contaminantes que transporta el aire, desde la nicotina que hay en el humo de los cigarrillos hasta el formaldehído de los materiales de construcción.
Los riñones. Su función primordial es filtrar la sangre y producir orina, mediante la que se eliminan las toxinas y los productos de desecho que genera la descomposición de las proteínas. También controlan el nivel de acidez del cuerpo y el del agua, y devuelven a la sangre cualquier nutriente valioso que necesite ser reciclado para un uso posterior. En algunas medicinas tradicionales, como la china, se consideran además como «las pilas» bioenergéticas del organismo.
La piel. Es el órgano más grande del cuerpo: si se extendiese sobre una superficie plana ocuparía aproximadamente 1,5 metros cuadrados. La piel es un maravilloso depurador. Sus glándulas sudoríparas y sebáceas se deshacen de toxinas que no se podrían eliminar por ningún otro medio.
SIGNOS DE DESEQUILIBRIO EN EL SISTEMA DE DEPURACIÓN DEL ORGANISMO
Sistema linfático: Frecuentes resfriados y gripes; cansancio; hinchazón; ojeras; celulitis.
Hígado: Si está sobrecargado de toxinas, podemos padecer abotargamiento, náuseas, indigestión y lengua sucia.
Pulmones: Catarro, nariz con mucosidad o constantes estornudos, senos frontales congestionados.
Riñones: Orina de color oscuro y turbio, escasa o con un olor intenso; dolor durante la micción.
Piel : Celulitis; piel con manchas y congestionada; espinillas o granos.
Intestinos: Estreñimiento, gases y meteorismo.
Los intestinos. Se encargan de descomponer los alimentos y absorberlos junto con el agua para introducirlos en el torrente sanguíneo, así como de llevarse los productos de desecho de la digestión y del metabolismo del hígado. Un sistema digestivo que funcione bien podrá eliminar rápidamente los residuos corporales.
Por el contrario, una dieta basada en alimentos muy refinados, como el pan, pasta y harinas blancas, o bien muchos de los alimentos desvitalizados de la industria, conduce a menudo al estreñimiento, y hace que los residuos tóxicos permanezcan en el organismo más de lo necesario.
La salud del aparato gastrointestinal
La ecología y la función gastrointestinal se encuentran en el centro de la salud humana; sus desequilibrios pueden afectar de forma negativa al estado general del organismo. La estructura y las funciones intestinales determinan la carga total de toxinas que puede soportar el organismo y resultan esenciales para el proceso de desintoxicación.
La limpieza y curación del tracto gastrointestinal (en especial la del colon) proporcionan una base importantísima para una desintoxicación efectiva. Veamos algunas de sus peculiaridades.