SISU. EL SECRETO FINLANDÉS PARA UN ESTILO DE VIDA FELIZ
¿Por qué los finlandeses son los reyes del bienestar? La respuesta se encuentra en el concepto sisu. Katja Pantzar nos ofrece sus claves esenciales para transformar nuestra mente y nuestro cuerpo y encontrar la salud, tanto física como emocional, y la felicidad.
Este libro explica los elementos fundamentales para conseguir un bienestar global a través de la sauna, la dieta nórdica, el ejercicio, la terapia en el bosque, los baños de agua fría; esto es, el contacto con la naturaleza y, sobre todo, el sisu: una palabra finlandesa que significa valentía, resistencia, estoicismo y resiliencia ante las adversidades, y cómo todo ello te ayudará a que la ansiedad, el estrés, la fatiga y el dolor desaparezcan.
«Si ahora se me pidiera una definición del sisu, respondería que es una mentalidad valiente que afronta toda clase de desafíos, de las dimensiones que sean; es la capacidad para actuar pese a las adversidades; es un planteamiento vital que nos impulsa a probar cosas y experiencias nuevas y a superar nuestros límites, sean físicos, mentales o emocionales; también tiene que ver con buscar soluciones prácticas y maneras de avanzar para desarrollar fortaleza y resiliencia.
Al margen de dónde vivamos y de lo que hagamos, en la vida cotidiana todos nos enfrentamos a problemas parecidos. Y si encontramos un sentido del sisu cuidando de nuestro bienestar, nos volvemos más fuertes, más equilibrados y más capaces de abordar tensiones y preocupaciones universales ligadas a la salud.»
Agradecimientos
Me siento muy agradecida a las numerosas personas inspiradoras (y a diversos encargos de trabajo) que me llevaron a las aguas, los bosques, las saunas y otros lugares estimulantes de Finlandia.
Debo dar un millón de gracias a los montones de personas que entrevisté para este libro, que amable y generosamente compartieron su tiempo y sus historias, pensamientos e ideas: Tiina Torppa, a quien conocí poco después de llegar yo a Finlandia, es una amiga fabulosa y un modelo de mujer fuerte e independiente que compatibiliza su familia con una carrera de éxito junto con muchísimas otras capacidades; Riikka Toivanen, la primera en llevarme a nadar en invierno; la brillante experta en sisu Emilia Lahti; y el profesor Hannu Rintamäki, encantador experto en frío. Podría hablar largo y tendido sobre todos mis entrevistados, cada uno de los cuales ha sido asombroso y ejemplar a su manera. Gracias a Patrik Borg, Pauliina Seppälä, Pasi Sahlberg, Jaakko Blomberg, Niklas Aalto-Setälä, Liisa Tyrväinen, Timo Perälä, Seppo Uski, Sanna Jahkola, Barbara Schneider, Ilkka Vuori, André Noël Chaker, Timo Nuuminen, Pia Lipponen, S. Douglas Olson, Päivi Pälvimäki y Veikko Tuovinen. Y también gracias a las muchas personas que me ayudaron a verificar ciertos hechos o me indicaron la dirección correcta, entre ellas Taru Laanti, Timo Partonen, Paulka Paronen, Pirkko Huttunen y Birgitta Järvinen.
Este libro seguramente no existiría sin mis agentes, Elina Ahlbäck, Eleonoora Kirk y Lotta Dufva, que lo apoyaron cuando era solo una propuesta, unos cuantos capítulos de muestra y un borrador. ¡Gracias! Aunque tuve la idea del libro ya en 2010, una mención especial de gratitud ha de ser para Elina, que me tendió la mano, me animó y facilitó el proceso de escritura mediante algunos adelantos económicos que me permitieron dedicación plena durante varios meses.
Y también mi más profundo agradecimiento a Hannah Black, mi primera editora, que también respaldó la idea e hizo excelentes sugerencias y me orientó a través del proceso editorial con su magnífico equipo de Hodder, incluidos el asistente de redacción Ian Wong y la correctora Sophie Elletson.
Gracias asimismo a las demás editoriales que se sumaron a la iniciativa cuando este libro era solo un proyecto y unos cuantos capítulos apenas esbozados: WUJ (Polonia), Yeeyan Publishing (China), Belfond (Francia), Mladá Fronta (República Checa), Bastei Lübbe (Alemania), Marsilio/Sonzogno (Italia), Kosmos (Holanda), AST (Rusia), Roca Editorial (España) y TarcherPerigee/Penguin Random House (Estados Unidos).
Y gracias a mis primeros lectores, que me proporcionaron un apoyo y un feedback valiosísimos: Elina Ahlbäck, Lotta Dufva, Eleonoora Kirk, Tiina Torppa, Anu Silfverberg, Satu Pantzar, Tapio Pantzar, Senja Parsen, Susan Huotari y Riina Tamm, que amablemente leyó y revisó una versión inicial de los primeros capítulos e hizo importantes sugerencias ya en 2014.
Estoy muy agradecida a mis serviciales familiares y amigos: mis padres, Satu y Tapio; mi hijo, Felix, que ilumina mi vida a diario; Harpal y Tino; Sammy, Susan, Andreas, Connie, Riina, Tracey y todos los que me han alentado en el trabajo y los momentos de ocio, entre ellos Soili, Denise, Aleksi, Amanda y Egan.
Y gracias a la pandilla del espacio de trabajo Kallio, Hanna, Anu, Jussi, Juha, Esa, Antti, Sanna, Mirja y Suvi, que me escucharon, me apoyaron y me inspiraron en las buenas y en las malas durante el proceso de escritura, y especialmente a Jussi por prestarme su silla, cosa que cambió totalmente la situación.
Y también quiero expresar mi agradecimiento a todos mis compañeros de agua fría y nadadores invernales, quienes, junto con las cualidades transformadoras del agua, hicieron que cada día fuera un poco mejor y más luminoso.
Apéndices
Consejos para nadar en invierno
Si quieres probar con la natación invernal, un buen consejo es aclimatar poco a poco el cuerpo. Para eso, es bueno seguir nadando cuando haya terminado el verano: ayuda al cuerpo a adaptarse a temperaturas del agua que son gradualmente más frías.
Para empezar a nadar en invierno, primero asegúrate de tener buena salud y estar en forma.
Según varias directrices generales y el sentido común, no debes meterte en el agua si te encuentras mal o padeces determinadas enfermedades, como cardiopatías, tensión arterial elevada, asma u otras afecciones, sin consultar primero al médico.
Cuando comienza la temporada de baños invernales, ve con un amigo experimentado que tenga acceso a un lugar dedicado a tal fin.
Si no tienes zapatillas de neopreno, puedes ponerte unos calcetines de lana o unas chancletas mientras caminas hacia el agua.
La primera vez, un chapuzón es suficiente. Si no puedes meterte por completo en el agua, no pasa nada. Acuérdate de respirar.
Si existe la opción de la sauna juntamente con la de la natación invernal, lo volverá todo más fácil desde el punto de vista tanto mental como físico: poder calentarte después, hace que las expectativas heladas sean menos desalentadoras.
Tras entrar en calor en la sauna, quizá tengas ganas de volver a intentarlo, pues la sensación es muy agradable.
Acuérdate de hidratarte bebiendo agua.
Consejos prácticos para ir en bicicleta
Yo monto en bici todo el año, haga el tiempo que haga. Vivo en un clima con temperaturas que pueden oscilar entre los veinte grados bajo cero y los treinta grados positivos, para lo cual hace falta un vestuario práctico y flexible.
Y como para ir a trabajar no necesito llevar traje, falda de tubo ni tacones, puedo vestirme de manera informal.
Para los meses estivales, he confeccionado un vestuario que es compatible con la bicicleta y que incluye un montón de faldas y vestidos. Mis criterios para comprar una falda o un vestido son: ¿se ensancha desde la cintura o está hecho de tela elástica? Puedo combinarlo con unos pantalones cortos de ciclismo que no sean muy grandes ni visibles, pero que sí serán muy útiles si se me levanta la falda mientras pedaleo.