C on el título de “Comunalidad, energía viva del pensamiento mixe”. Ayuujktsénáá’yén ayuujkwénmáá’ny ayujk mék’ájtén, ponemos en sus manos el presente material con la seguridad de que su lectura despertará inquietudes por conocer y reivindicar los derechos fundamentales de los pueblos indígenas.
A once años de su retorno al seno de nuestra madre tierra, se compilan las reflexiones, interpretaciones y planteamientos escritos del antropólogo indígena mixe Floriberto Díaz Gómez.
Como parte de la vida cotidiana de los mixes y de los indígenas en general, Floriberto comparte con nosotros sus escritos y estamos seguros que la presente obra constituye una luz en el caminar de niños, jóvenes, ancianos, estudiantes y académicos, y que servirá para seguir profundizando los conocimientos y sabidurías de los pueblos originarios de América y del mundo, así como para seguir construyendo un futuro con vida para nuestros pueblos.
Agradecemos de antemano a nuestros abuelos y abuelas por su sabiduría profunda y por posibilitarnos la existencia en este lugar, en este espacio. Agradecemos también al pueblo mixe, entidad que nos ha configurado e impregnado el valor trascendental de la palabra y del servicio. Reconocemos la solidaridad de la Red Latinoamericana y del Caribe de Nutrición Humana y Desarrollo Sustentable REDLAYC y del Programa Universitario México Nación Multicultural de la UNAM, quienes no dudaron ni un momento en apoyar este proyecto.
Agradecemos la insistencia y porfía de los compañeros de Tlahuitoltepec, Rafael, Juan Clímaco, Anastacio, José Guadalupe, Crisóforo y Virginia; que como muchos de nosotros tuvieron la dicha de compartir personalmente algunas de las reflexiones que ahora se presentan, Junto con ellos y el equipo de SER y con la asesoría de Benjamín Maldonado, es posible que ustedes tengan en sus manos esta utopía hecha realidad.
Introducción
D esde hace años se han querido publicar los escritos de Floriberto Díaz Gómez; es un largo sueño hasta hoy logrado con el esfuerzo de varias personas. En este libro se encuentra la mayoría de esos escritos y es posible disfrutarlos gracias a la forma sencilla de abordar cada uno de los temas que se presentan.
El pensamiento filosófico y político de Floriberto adquiere hoy más que nunca la relevancia y vigencia irrestricta dada la situación prevaleciente en todo el territorio estatal y nacional. Hoy nos damos cuenta que la democracia que nos ofrecen los partidos políticos no satisface las aspiraciones de los mexicanos en general y en particular de los indígenas. Desde hace más de 20 años Floriberto aseveraba: “La democracia siempre nos tendrá una mayoría opresora y una minoría oprimida”. La prueba clara y contundente de esta afirmación la tenemos después de las elecciones federales del 2006 y por eso él consideraba que lo valioso de nuestras formas de elegir a nuestras autoridades y decidir los asuntos importantes de nuestras comunidades indígenas está en la constante búsqueda del consenso.
La falta de consensos tiene en estos momentos a nuestro estado de Oaxaca en el colapso social más violento de su historia, fenómeno que no es gratuito sino resultado del absoluto y eterno desprecio por mirar la realidad de una entidad federativa donde prevalecen por lo menos 17 culturas y lenguas distintas, incluyendo a los mestizos; donde la mayoría de los distintos actores de este enorme problema que ha cobrado más de 20 vidas tratan de explicar los fenómenos sociales desde Marx y Engels; donde los problemas se tienen que resolver con el enfoque de la lucha de clases, donde no se reconoce que las comunidades indígenas tienen otra filosofía y otras explicaciones de su existencia.
Desde esta perspectiva, Floriberto Díaz -uno de los principales defensores y analistas de la vida comunitariacontribuye con su observación y propuesta a la dinamización de la realidad indígena, en tanto forma de organización social. Desde su experiencia como estudiante universitario, en trabajos con organizaciones civiles, y significativamente en su quehacer como comunero, en la medida de su reintegración a las prácticas de la organización comunitaria, fue vislumbrando y articulando lo que definiría en su madurez intelectual como comunalidad.
En este análisis de la vida comunitaria como un sistema de organización social indígena se abordan elementos conceptuales de los principios que lo conforman. Conlleva un mensaje de autorreconocimiento de nuestras comunidades en tanto entidades dinámicas y no estáticas; de la búsqueda constante de mecanismos y estrategias que permitan reconfigurar las prácticas políticas y culturales para garantizar a las nuevas generaciones la continuidad y sobrevivencia en tanto pueblo indígena, revitalizando la armonía en la relación humano-pueblo, trabajo-tequio, vida-tierra; desde esta perspectiva triádica, la composición de la vida colectiva adquiere sentido mediante el trabajo que transforma el entorno en una relación respetuosa de hijos de la Tierra como nuestra Madre, en el que se recrea y organiza el pueblo, en el que se forman los sujetos con compromiso y responsabilidad comunitaria ejerciendo las funciones que les corresponden para retroalimentar y potenciar a la comunidad.
Con estos escritos comprenderemos el derecho a ejercitar la libre determinación para que una comunidad o un pueblo puedan repensar su destino, y cómo la comunalidad puede ser una opción para recomponer, reordenar el proyecto desde el ámbito comunitario, y poder vitalizar las formas políticas de la organización comunitaria desde una puesta en práctica en nuestras actividades cotidianas; da cuenta de la necesidad de una articulación justa entre la sociedad indígena y no indígena, fortaleciendo la convivencia social en un marco de pluralidad de culturas.
De esta forma conoceremos a un luchador que no pretendió solamente teorizar, ni mucho menos desde lo abstracto, sino que ante todo fue interactuando como un miembro más de su comunidad natal, Tlahuitoltepec. Desde allí vivenció su reflexión, lo que a su vez fue motivado desde procesos colectivos. Es pues la palabra de un intérprete bilingüe desde la lengua ayuujk al castellano, es la transcripción de la oralidad ayuujk al código de las grafemas de la literatura española, misma que se refuncionaliza de acuerdo con la necesidad de comunicación de las comunidades indígenas con el mundo.
Floriberto y la educación
El interés de Floriberto Díaz por la cultura y la educación indígena fue tan profundo que venía de las sabias y ancestrales enseñanzas de nuestros abuelos y abuelas. Sembró esta idea con tanto cariño y cuidado que hoy se cosechan los frutos en las distintas iniciativas sobre estos temas, desde el interior de las comunidades mixes y de otras comunidades indígenas, así como desde las instituciones externas.
Refiriéndose a la imposición de la cultura occidental, Floriberto decía que “lo propio, lo íntimo llega a ser objeto de vergüenza y hace que lo ajeno aparezca como el paraíso, finalmente inalcanzable”, pero él sabía y tenía tanta seguridad de que al menos en el pueblo mixe esta idea podía y debía revertirse, pues afirmaba que la mixe, “es una cultura enterrada bajo las cenizas, como los tizones que conservan el fuego para reavivarse al día siguiente” y esta sentencia se ha cumplido y se seguirá cumpliendo en los pueblos indígenas de México y de todo el mundo. Por ello, efectivamente tenemos un futuro con vida.
A fin de entender el universo, la madre tierra, la comunidad y el hombre mismo, para Floriberto era condición necesaria ubicarnos en nuestra realidad, a partir de nuestra filosofía, “tratar de asimilar” cualquier fenómeno pensando siempre como mixes. La educación no era la excepción, una verdadera educación para el pueblo mixe requería el uso de la cultura y de la lengua propias.