¿QUÉ ES el equilibrio hormonal?
Las hormonas son mensajeros químicos que transmiten información e instrucciones a nuestras células y órganos. Las hormonas nos dan energía, nos mantienen felices, nos ayudan a dormir, conservan nuestro calor corporal y controlan el hambre y la sensación de saciedad. Son las encargadas de regular nuestra menstruación, asegurar la ovulación, controlar los síntomas menstruales, iniciar la menopausia y, evidentemente, contribuir a la concepción y al embarazo.
El equilibrio hormonal se refiere a la forma con la que estos procesos fomentan la salud y el bienestar. Hay más de cien hormonas que trabajan juntas para que nos sintamos bien. Cuando se altera el equilibrio de una hormona, esto tiene un impacto en otras y puede provocar una mala salud.
Cuando el equilibrio hormonal es óptimo, la salud es óptima y los síntomas negativos son mínimos. Cuando hay poco equilibrio hormonal, el bienestar puede estar en peligro. Entre las hormonas principales de las que hablaremos en este libro, se incluyen el estrógeno, la progesterona y la testosterona, ya que son las hormonas reproductivas fundamentales; el cortisol y la adrenalina, las hormonas del estrés; las hormonas tiroideas, responsables de la energía y el metabolismo; y la melatonina, nuestra hormona fundamental para dormir.
La mayoría de las mujeres en edad reproductiva experimentan cambios hormonales a diario. Si se pone en peligro el equilibrio hormonal, se pueden experimentar síntomas negativos a lo largo del ciclo menstrual. Estos síntomas pueden incluir dolor menstrual, dolor en la ovulación, retención de líquidos, acné, antojos de azúcar, alteraciones digestivas, fatiga, mal humor y otros muchos. Esto hace que la producción y el equilibrio de las hormonas sea esencial para la salud y la felicidad.
Entre los signos más comunes de desequilibrio hormonal se incluyen:
- Menstruaciones irregulares o ausentes.
- Menstruaciones dolorosas.
- Irritabilidad o cambios de humor.
- Aumento de peso.
- Acné.
- Fatiga.
- Problemas de fertilidad.
CUANDO LOS NIVELES DE HORMONAS NO ESTÁN EQUILIBRADOS, NO NOS SENTIMOS BIEN Y SUFRIMOS UNA VARIEDAD DE SÍNTOMAS.
EL CICLO MENSTRUAL
El ciclo menstrual se puede dividir en cuatro fases: la menstruación, la fase folicular, la ovulación y la fase lútea.
MENSTRUACIÓN
La menstruación empieza el primer día de sangrado. Cuando no se ha producido una implantación del óvulo fertilizado, bajan los niveles de progesterona (y de estrógeno), lo cual provoca que se rompa el endometrio endurecido (el revestimiento uterino). El sangrado menstrual contiene sangre, células del revestimiento uterino y moco cervical.
FASE FOLICULAR
En el primer día del ciclo menstrual, la glándula pituitaria del cerebro libera hormonas folículo-estimulantes (FSH, por sus siglas en inglés). Estas hormonas estimulan los ovarios para que produzcan entre seis y doce pequeños folículos, que contienen un óvulo inmaduro. En cada ciclo, uno de estos folículos prevalece y se prepara para liberar (ovular) un huevo maduro mientras que los otros se mueren. El desarrollo del folículo genera un aumento del nivel de estrógeno, lo cual provoca que el revestimiento uterino se haga más grueso y así se prepare para un embarazo potencial.
OVULACIÓN
La ovulación, normalmente, ocurre unas dos semanas antes de la menstruación. El creciente nivel de estrógeno originado por el desarrollo del folículo provoca que el hipotálamo, en el cerebro, libere la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH). Esto estimula aún más la producción de FSH. Cuando llega a cierto nivel, el estrógeno repercute en el hipotálamo, se dispara la producción de la hormona luteinizante (LH) y el folículo dominante ovula. La hormona luteinizante es la hormona que se calibra normalmente en las pruebas de ovulación con orina. Entre treinta y seis y cuarenta y ocho horas después de la subida en los niveles de LH, se libera el óvulo en la trompa de Falopio y se desplaza hacia el útero mediante unas pequeñas prolongaciones de las células, similares a pelos, que se mueven en vaivén. Es aquí, en las trompas, donde el óvulo será fertilizado o morirá, normalmente en un plazo de doce a veinticuatro horas.
FASE LÚTEA
La fase lútea se refiere al periodo de tiempo entre la ovulación y la menstruación, y dura normalmente unos catorce días. Cuando el óvulo se libera de su folículo durante la ovulación, los restos de folículo se quedan en la superficie del ovario y se convierten en cuerpo lúteo. El cuerpo lúteo libera progesterona, la cual, junto con el estrógeno, ayuda a que el revestimiento uterino siga siendo grueso, preparándolo para que se implante un óvulo fertilizado.