A Bill Harris, una de las mentes más caritativas y revolucionarias que he tenido el honor de tener como amigo, que falleció durante la creación de este libro.
INTRODUCCIÓN
¿Qué pasaría si pudieras reunirte de una en una con cuatrocientas cincuenta personas de éxito que han causado un impacto inusual y les pudieras preguntar acerca de sus secretos para ser la mejor versión de sí mismos basados en su propia experiencia vital, para luego tomarte tu tiempo con el fin de analizar sus respuestas a nivel estadístico y poner en orden todo lo aprendido?
Para empezar, serías capaz de utilizar los datos obtenidos para crear un mapa semántico semejante al que aparece a continuación. Cuanto más grande es la palabra, más veces ha sido mencionada por los expertos como de gran relevancia.
Durante los últimos cinco años he mantenido dichas conversaciones con personas que son inusualmente notables en sus campos, y este libro se basa en esas entrevistas hasta la fecha.
Todo empezó con el lanzamiento de mi podcast , Bulletproof Radio , cuyo objetivo era el de aprender de aquellos que habían alcanzado la maestría en sus campos de especialización, en los que, además, a menudo habían sido pioneros. Desde entonces se ha convertido en un laureado podcast , considerado sistemáticamente uno de los mejores programas dentro de su categoría en iTunes con cerca de setenta y cinco millones de descargas. Mi interés en entrevistar a estos expertos surgió en un principio de una cruzada personal, que inicié hace diecinueve años y que hoy está valorada en miles de millones de dólares, por llegar a ser la mejor versión de mí mismo utilizando cualquier herramienta existente. Este viaje me llevó desde instalaciones antiedad de todo el mundo, pasando por despachos de neurocientíficos hasta monasterios remotos en el Tíbet o Silicon Valley. Removí cielo y tierra en mi misión obsesiva de descubrir las cosas más sencillas y efectivas que pudiera llevar a cabo para convertirme en una mejor versión de mí mismo en cualquier aspecto de la vida.
Por supuesto, necesitaba ayuda.
Así que acudí a científicos revolucionarios, atletas de primer nivel, bioquímicos, doctores en medicina innovadores, chamanes, nutricionistas olímpicos, expertos en meditación, miembros de las fuerzas especiales de la Armada estadounidense, líderes en desarrollo personal y cualquier otra persona que poseyera una habilidad inusual o un conocimiento del que pudiera empaparme en busca de consejo. Estas personas me cambiaron la vida. Con el uso de su sabiduría acumulativa sumada a mis investigaciones y a mi autoexperimentación interminable, por fin fui capaz de perder los cuarenta y cinco kilos que me sobraban y con los que había cargado durante décadas. Mi constante neblina mental se disipó y aumentó mi cociente intelectual. Conseguí esculpir la famosa tableta en mi abdomen por primera vez en mi vida… pasados los cuarenta. Aprendí a concentrarme. Me deshice del miedo, la vergüenza y la ira que me acompañaban ocultos a plena vista (por lo menos a mis ojos) y que no hacía n otra cosa aparte de frenarme. Rejuvenecí. Construí una empresa multimillonaria desde cero a la vez que escribía dos bestsellers (según el New York Times ) y era un cariñoso y amable marido y padre de dos niños pequeños.
Y aprendí todo esto mientras hacía menos ejercicio que cuando estaba gordo; dormía menos horas, pero de manera más efectiva; acompañaba mis verduras con mucha mantequilla, y, por primera vez, disfrutaba de la vida de una manera que hasta entonces había sido desconocida para mí. Alcancé un nivel de desempeño de tareas del que no sabía que era capaz en absoluto y, al emprender retos grandes y exigentes, terminó resultándome más sencillo llevar a cabo aquellas cosas pequeñas con las que había tenido dificultades en el pasado.
Cuando me dispuse a tomar este camino de autosuperación, ya tenía una carrera profesional de éxito, pero no estaba exenta de una ingente cantidad de esfuerzo y pena, más de la que tengo el valor de admitir. No tenía ni idea de cuánto margen poseía para mejorar hasta que de manera gradual terminé experimentando lo que era vivir en ese estado de alto rendimiento y del que surgiría el nombre de mi empresa: Bulletproof (literalmente, «a prueba de balas»). Esto ocurre cuando te haces con el control de tu biología y mejoras tu cuerpo y tu mente hasta tal punto que ambos trabajan al unísono, ayudándote a rendir a unos niveles muy superiores a los que habrías supuesto sin agotarte, enfermar o actuar como un pollo sin cabeza.
Lo habitual era tardar toda una vida en alcanzar la realización personal y darte cuenta de cuál era tu pasión. Sin embargo, ahora sabemos cómo volver a cablear nuestro cerebro y nuestro cuerpo —este tipo de cambio radical está al alcance de todo el mundo— y las nuevas tecnologías nos proporcionan la habilidad de ver los resultados más rápido que nunca. Esto es absolutamente impresionante, tanto que me sentía en la obligación de compartir parte de lo que había aprendido.
Empecé a escribir un blog en 2010 con la idea de que, si alguien me hubiera contado todas estas cosas cuando tenía dieciséis, veinte o incluso treinta años, me habría ahorrado años de esfuerzo, cientos de miles de dólares y un montón de dolor innecesario. De verdad creía que, si tan solo cinco personas lo leían y experimentaban los mismos resultados que yo, aquel esfuerzo valía la pena. Sigo creyéndolo. De hecho, el deseo de ofrecer a otras personas las herramientas que han cambiado mi vida es la fuerza que guía los pasos de mi empresa y, en especial, de Bulletproof Radio .
A lo largo de esta búsqueda, he tenido el placer extraordinario de entrevistarme con cerca de quinientas personas que han tenido un impacto en la humanidad con sus descubrimientos e innovaciones mientras cientos de miles de oyentes se colaban en nuestras conversaciones. Puede que conozcas a algunos de estos expertos, como, por ejemplo, Jack Canfield, autor de Sopa de pollo para el alma , Tim Ferriss, autor de La semana laboral de 4 horas y El cuerpo perfecto en 4 horas , Arianna Huffington, cofundadora de la web Huffington Post, y John Gray, autor de Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus . Sin embargo, la inmensa mayoría de mis invitados no son nombres tan conocidos. Es el caso de investigadores universitarios que han encabezado la apertura de nuevos campos de estudios, científicos revolucionarios que han llevado a cabo experimentos increíbles en sus laboratorios, innovadores que han creado nuevos campos de psicología, médicos que han curado lo incurable, autores, artistas y líderes del mundo de los negocios que han volcado miles de horas de experiencia en libros que han cambiado el modo en que consideramos qué quiere decir ser humano.