Katia Losi
REIKI
EDITORIAL DE VECCHI
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
ADVERTENCIA
Aunque este libro trata el tema de la curación natural y espiritual, las técnicas que contiene y que describe no deben entenderse como sustitutorias de un tratamiento médico normal, sino como complementarias.
Estas técnicas y enseñanzas provienen de una antigua tradición de medicina natural y han sido transmitidas por la autora de la mejor forma que sabía y con el único fin de informar. En consecuencia, la autora y el editor no pueden considerarse responsables por daños derivados de la aplicación de lo que se ha descrito en este texto.
En caso de patologías de cualquier tipo, se aconseja dirigirse a un médico, puesto que las técnicas descritas en este libro no deben entenderse ni utilizarse de la misma forma que los medios de diagnóstico y curación de enfermedades.
A mi madre.
Traducción de Maria Àngels Pujol i Foyo.
Diseño gráfico de la cubierta de Design 3.
Fotografías de Marco Giberti.
Dibujos de Michela Ameli.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2016
© [2016] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-68325-127-9
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Introducción
Cuando me pidieron que escribiera este libro sobre el reiki, pensé que podía explicar lo que había aprendido sobre el tema durante estos años, por lo que he intentado responder a las dudas que tuve primero, y a las preguntas que normalmente me plantean las personas en los seminarios.
En realidad me siento en deuda con el reiki, ya que cada día continúa enseñándome la infinita belleza de la vida, con la fuerza y la dulzura de la sencillez.
La invitación del reiki es: «Déjate amar» para entregarte a lo divino y a su comunión de almas. El regalo que recibes a cambio es poder decir: «Quiero amar» porque descubres tu nostalgia de lo sagrado y tu hambre de Dios. |
El reiki, desde sus orígenes hasta la actualidad |
LA HISTORIA
Cuenta la leyenda que el reiki fue descubierto a mitad del siglo pasado por el monje cristiano japonés Mikao Usui, rector de la Universidad Doshisha de Kyoto, en Japón. Las preguntas de un estudiante acerca de las curaciones milagrosas de Jesús lo empujaron a una incansable búsqueda durante diez años que lo llevó a los Estados Unidos —a la Universidad de Chicago—, a la India septentrional y, finalmente, de nuevo a Japón. Fue precisamente durante un retiro en un monasterio zen cerca de Kyoto cuando el doctor Usui se encontró algunas antiguas sutras budistas que describían en sánscrito la fórmula y los símbolos del método de curación del Buda. Para adquirir el poder de utilizarlos, el doctor Usui se dirigió a la montaña sagrada de Kurayama, donde permaneció veintiún días para meditar, recitar el mantra y practicar el ayuno total. Al alba del último día, un haz de luz lo golpeó en el haciéndolo desfallecer; cuando recuperó la consciencia vio miríadas de esferas de colores y, en una gran luz blanca, los símbolos del reiki. Desde ese momento tuvo conciencia de cómo utilizar esa energía. Trabajó con los mendigos durante siete años y luego peregrinó con un farol en la mano por las calles de Japón enseñando el arte de la curación. Murió en Kyoto, donde existe una lápida en recuerdo suyo.
A pesar de que desde entonces sólo ha pasado un centenar de años, parece imposible comprobar la veracidad de esta leyenda.
Al parecer, Mikao Usui no ha existido nunca. El maestro William Lee Rand escribe que no ha encontrado señales de su existencia ni en la Universidad de Chicago, ni en la de Kyoto. Otros maestros confirman estas investigaciones y subrayan el contenido simbólico de esta historia. De hecho, en japonés, ussui define al monje itinerante que vaga con su lámpara en busca de la verdad.
La teoría más creíble considera el reiki como un antiguo método de curación nacido en el ámbito sintoísta. Su origen pudo estar a caballo de los siglos v y vi d. de C. La mezcla de las creencias sintoístas y budistas zen explicaría entre otras cosas la utilización de algunos símbolos ya conocidos en el mundo tibetano así como algunos detalles de la leyenda. Durante siglos su práctica sobrevivió en círculos místico-esotéricos orientales o en el silencio de algún monasterio, hasta que se decidió divulgarlo a través de esta historia.
La difusión del reiki proporciona alguna seguridad más. Según Hawayo Takata, el doctor Usui formó a 18 maestros. Como jefe se nombró en el año 1925 a Chujiro Hayashi, oficial de la Marina retirado que a su vez inició a otros 16 maestros. Hayashi fundó la clínica Shina No Machi en Tokyo para curar con el reiki, dirigiéndola hasta el año 1941, año en que fue cerrada y confiscada a causa de la guerra.
A esta clínica llegó, en el año 1935 y desde Hawai, Hawayo Takata, en graves condiciones físicas. Se restableció completamente gracias a las terapias reiki y se quedó en la clínica para aprender su técnica. Fue nombrada maestra en el mes de febrero de 1939. Cuando volvió a Hawai, fundó dos clínicas y, cuando Hayashi murió en el año 1941, ocupó su lugar como jefe del reiki.
Takata murió en el mes de diciembre de 1980, después de haber divulgado el reiki en Canadá, Estados Unidos y Europa y de haber iniciado a 22 maestros.
Dos de ellos, las maestras Lee Furumoto y Barbara Webwe Ray, crearon dos asociaciones: la Alianza Reiki y la American International Reiki Association (AIRA). Hasta el año 1985, para convertirse en maestros era necesario un largo entrenamiento en la sede de una de las dos asociaciones y la aprobación de su presidente.
Sin embargo, parece ser que en Japón existe también una ramificación independiente que desciende en cambio del alumno predilecto de Hayashi, Eguchi. De él y en línea directa se pasa al maestro Takahashi.
Últimamente aparecen, en la escena cada vez más confusa del reiki, otros linajes y todos, más o menos, reivindican el suyo en detrimento de los demás.
Por otra parte, han surgido otras escuelas como el karuna-reiki, el neo-reiki, el reiki-do, el sathya-reiki, el rainbow-reiki, etc.
Además, Japón parece ser muy fecundo en técnicas de curación de fondo religioso-chamánico como el seiki-jutsu, similar al segundo nivel del reiki, y el jo-rei, que invoca en cambio la figura carismática del desaparecido maestro Meishu Sama. En Occidente, la sede principal del jo-rei se encuentra en París, en donde reside el único maestro habilitado en las iniciaciones, que de forma ocasional trabaja también en Italia, en el centro de Verona.
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