Edición en formato digital: febrero de 2021 © 2021, Sergio Torres Martínez y Javier Torres Martínez con la colaboración de Marta Tañà © 2021, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U. Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 Barcelona © 2021, de las fotografías, Jordi Play © 2021, de las ilustraciones, Ramón Lanza Diseño y maquetación del interior: Gemma Martínez Diseño de portada: Penguin Random House Grupo Editorial / David Calvo Fotografía de portada: Jordi Play Penguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del
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El peso y la comida healthy son una obsesión para muchos, un objetivo difícil de alcanzar. Nada más lejos de la realidad. Comer sano y saludable es mucho más fácil de lo que parece . Y no es aburrido. Ni insulso. No hay que pasar hambre.
Ni dejarse el sueldo en ello. Este libro que tienes en las manos quiere ayudarte a sentar las bases para que aprendas a comer con flexibilidad y, sobre todo, disfrutando . Por eso hemos unido nutrición y gastronomía con un único objetivo: comer bien, que es algo muy distinto de hacer dieta. Nuestra experiencia como cocineros nos ha llevado al convencimiento de que el primer paso para lograr una buena alimentación está en lo que comemos y en cómo lo preparamos. Por eso, comenzaremos este libro con una exposición de conceptos teóricos y unas reglas generales para organizar las comidas. También nos hemos puesto manos a la obra, entre fogones, y ofrecemos más de cien recetas para comer de forma saludable.
Veintiocho días son solo el inicio de un cambio de hábitos. Un cambio que empieza con una cocina fácil, rápida, sin una lista de ingredientes interminable y con productos asequibles y próximos siguiendo nuestro mayor referente: la tradición de la dieta mediterránea. Así nace Come bien, no hagas dieta . Una guía y un recetario con explicaciones comprensibles y claras, con buena cocina y con ideas inspiradoras. Un libro que tiene la ambición de seguir siendo una referencia más allá de los primeros veintiocho días. ¿Qué es la alimentación saludable? Fresco + proximidad + de temporada = 100 % saludable Tan fácil o tan difícil...
En las últimas décadas nos hemos apartado a pasos agigantados de las costumbres y dietas tradicionales y no precisamente para bien. Nunca es tarde para cambiar de hábitos. O para recuperarlos. Una alimentación equilibrada es esencial para una vida plena y feliz. Nos ayuda a obtener todos los nutrientes que necesitamos para crecer sanos y fuertes, para rendir mejor en nuestro día a día y para evitar enfermedades. ¿Son lo mismo alimentación y nutrición? A menudo se usan como sinónimos, pero lo cierto es que tienen matices bastante diferentes.
Por un lado, la alimentación es la manera en que aportamos al cuerpo los nutrientes necesarios para seguir con vida. Es decir, engloba todo aquello que comemos y bebemos cuando tenemos hambre y sed. La nutrición, en cambio, son las reacciones químicas que se producen en el cuerpo cuando estos alimentos llegan al aparato digestivo. El organismo los procesa y los transforma en azúcares, proteínas, grasas, vitaminas, minerales, etc., que son los nutrientes que las células del cuerpo humano necesitan para funcionar. Conocer la relación entre alimentos y nutrientes es una de las bases del trabajo de los dietistas-nutricionistas. Nosotros no llegaremos tan lejos, nos conformaremos con tener algunas nociones básicas para llevar una dieta equilibrada y saludable.
Saber con exactitud los aminoácidos esenciales o las calorías de cada alimento no solo es casi imposible para gran parte de la población, sino que además es un esfuerzo que no siempre ofrece resultados. ¿Por qué llevar una alimentación saludable? Si alguien nos preguntara en este momento por nuestras prioridades, estamos seguros de que la mayoría de nosotros respondería que gozar de buena salud y de una calidad de vida razonable. La alimentación es un factor clave, y parece que todos sabemos lo que hay que hacer, pero, entonces, ¿por qué tantas personas se alimentan de manera inadecuada? ¿Por qué diabetes, cardiopatías y algunos tipos de cáncer relacionados con una mala alimentación son cada vez más frecuentes? Estas preguntas no tienen una respuesta sencilla, ya que influyen factores psicológicos, sociológicos y económicos. Pero lo que es cierto es que alimentarse mal es muy fácil, demasiado fácil. 1.900 millones de adultos y 41 millones de niños y niñas padecen sobrepeso y obesidad en el mundo. Los productos ultraprocesados se publicitan en todas partes, están al alcance de todos, situados en las posiciones más llamativas de los lineales de los supermercados.
Contienen grasas y azúcares que proporcionan placer y la necesidad de consumir más. Estos productos, estandarte del desequilibrio nutricional y vacíos de nutrientes interesantes, son un objetivo que eliminar de nuestra cesta de la compra. Identificarlos y prescindir de ellos es el primer paso para afrontar un cambio positivo en nuestra alimentación: tan importante como lo que comes es aquello que dejas de comer. Y para nosotros la revolución empieza en el supermercado. Pero no se queda ahí, ya que el consumo de este tipo de productos no explica por sí solo el aumento del sobrepeso y de enfermedades relacionadas con la mala alimentación. El estrés y el sedentarismo, es decir, el estilo de vida, también juegan un papel importante.
Si al cambio de alimentos le sumas un aumento de la actividad física, notarás que tu bienestar emocional mejora y tendrás más energía. La dieta mediterránea es saludable En el mundo encontramos muchos tipos de dietas, desde la japonesa hasta la mediterránea, que han demostrado ser beneficiosas para la salud. La cocina tradicional, en cualquier cultura, es aquella que se elabora basándose en las costumbres de una sociedad y con los recursos disponibles a su alcance, es decir, productos de proximidad y de temporada. Estos dos factores las hacen saludables por definición. Tenemos el privilegio de que nuestra dieta tradicional, la mediterránea, es una de las más variadas y equilibradas del mundo y aún a día de hoy es un referente, a pesar de los cambios sociales que hemos experimentado. La dieta mediterránea se basa en platos sencillos y humildes, cocinados con mimo y dedicación, con especial protagonismo de vegetales, legumbres, pescado y el alabado aceite de oliva.
Comer bien no es contar calorías Del mismo modo que estar delgado no siempre es sinónimo de estar sano, una dieta saludable no tiene como objetivo contar calorías para alcanzar un peso ideal, sino mejorar la salud. Seguir una dieta adecuada puede tener como consecuencia una reducción de peso, entre otros muchos beneficios. Las dietas de adelgazamiento se plantean con una meta a medio plazo: eliminar el exceso de peso. Por eso tienen unas características concretas, unas limitaciones más o menos estrictas y se personalizan para cada paciente, teniendo en cuenta sus características, necesidades y metabolismo. Si tienes sobrepeso y buscas un plan para bajarlo, nuestra recomendación es que acudas a un profesional dietista-nutricionista para tratarlo. Moderar las raciones y escuchar a nuestro organismo para saber cuándo estamos saciados es importante.