Isa Gil - Delicias Kitchen: Más de 100 recetas vegetarianas fáciles para cuidarte comiendo sano (Cocinar Naturalmente)

Crecí en un pequeño pueblo del Penedès, rodeada de viñedos, huertos y naturaleza. Y aunque mis padres no tenían campos, ni trabajaban en ellos, desde pequeña me enseñaron a reconocer árboles frutales, hierbas comestibles y a amar la montaña. Con ese entorno no es difícil adivinar de dónde viene mi pasión por las frutas, los vegetales y todo lo natural.

Con los años y después de vivir fuera y disfrutar con los sabores exóticos de otras culturas, empecé a experimentar en la cocina y a leer libros sobre nutrición y alimentación, especialmente como esta repercute en nuestra salud y cómo los alimentos pueden ayudarnos a sentirnos mejor. Fue entonces cuando decidí seguir una dieta básicamente vegetariana y cursar “Dietética Naturista y Oriental” para ampliar conocimientos.

Desde entonces he realizado diferentes cursos de cocina vegana, crudivegana y macrobiótica, para tener más recursos e inspirar con mis platos a todo aquel que quiera empezar a alimentarse mejor.

Así encontré mi pasión, y actualmente me dedico a la fotografía culinaria y a crear recetas saludables para mi web y marcas comerciales, además de colaborar habitualmente en diferentes revistas del sector.

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A mi marido y a mi hijo. A Alberto, por estar siempre a mi lado, ayudándome cuando lo necesito y por aportarme siempre tanto. A Gael por dejarme fotografiar sus bonitas manos al presentar algunas de las recetas. Parte de este sueño es suyo por apoyarme en todo lo que hago y por degustar una y otra vez mis recetas. Sin su ayuda nunca hubiese podido escribir este libro.

A Gabriel por haberme ayudado con sus consejos y experiencia en tantos detalles de este libro… Por su enorme paciencia y por estar ahí siempre que lo he necesitado.

A Mareva porque pese a las dificultades que ha tenido este año, ha dedicado parte de su valioso tiempo a leer y revisar este libro y regalarme el bonito prólogo que lo acompaña.

A Núria, Maria, Mariella, Anna, Audra, Ana y Belén por aportarme su valiosa opinión cuando se la he pedido.

A Simona por proponerme hacer este libro, y también por su paciencia infinita y confiar en mí y en todas las decisiones y cambios que he ido haciendo durante todo el proceso.

A tí, por tener este libro entre tus manos y a todas las personas que me siguen y apoyan a través de la web y de mi cuenta de Instagram @deliciaskitchen, porque sin ellas este sueño no hubiese sido posible.

¡No hay nada como preparar tu propia leche vegetal en casa! Nada más fresco y recién hecho, y por lo tanto… ¡nada más natural! Fue una de las primeras elaboraciones que incorporé cuando cambié a una alimentación más saludable, y, por lo tanto, algo que llevo haciendo desde hace muchos años. Aquí te sugiero las que yo hago habitualmente. Normalmente voy variando, y nunca tengo más de dos preparadas, porque al ser tan naturales y no llevar ningún conservante, su duración es corta, de 2 a 3 días. Con diferencia, la que más consumo es la de almendras, aunque le sigue muy de cerca la de nueces.

Los ingredientes para todas son los mismos: frutos secos o semillas y agua. Y las cantidades son orientativas, porque dependiendo del uso que les vayas a dar, o de tus propios gustos personales, las puedes preparar más o menos densas o añadirles algún endulzante, dátiles, canela, vainilla, una pizca de sal, etc. ¡Seguro que encuentras una combinación de sabores que te guste! Yo las hago básicas, sin ningún añadido, porque luego las utilizo en muchas recetas saladas y no quiero añadir sabores extra a esas elaboraciones. Siempre puedes añadir los extras que más te apetezcan si quieres tomarte un vaso. Y aunque, en mi día a día, prefiero siempre utilizar estas leches o bebidas vegetales caseras, en algunas recetas utilizo leche de coco (sobre todo en las exóticas), arroz o soja. Estas dos últimas muy puntualmente.

Por ejemplo, en las recetas dulces en las que hay que llevar a ebullición el líquido, me gusta utilizar leche o bebida de arroz que compro en tiendas ecológicas. Me gusta ese punto dulce que tiene sin llevar ningún tipo de azúcares añadidos, sobre todo cuando se calienta, que aún queda más dulce. Eso me permite utilizar menos endulzante en la receta que voy a elaborar. La bebida de soja es otra de las que compro, y, aunque la utilizo muy puntualmente, hay casos en los que la receta no sale igual sin ella. Es el caso de la veganesa. Ninguna otra bebida vegetal emulsiona como la de soja.

Estas indicaciones son para todas excepto para la horchata (que ya te diré cómo prepararla en su receta).

1. Poner en remojo el ingrediente seco durante 8 h aproximadamente.
2. Escúrrelo, enjuágalo y échalo en una batidora potente, junto con unos 500-600 ml de agua, para que se triture bien. Cuando lo esté, añade el resto del agua hasta completar el líquido requerido y vuelve a batir. Cuela (todas menos la de anacardos –que queda perfecta y cremosa sin necesidad de colarla– y la de nueces y sésamo si la vas a utilizar en batidos) la mezcla con una tela o bolsa para leches vegetales y guárdala en una botella de cristal en el frigorífico. Dura de 2 a 3 días.

Sobre todo la de avena y la horchata hay que removerlas bien antes de consumir, porque en el fondo de la botella se queda la parte más sólida.

Yo aprovecho las pulpas sobrantes de almendras, avellanas o nueces, añadiéndolas a cremas de verduras o a barritas o bolitas dulces elaboradas con dátiles, frutos secos y otros ingredientes. Si no tienes previsto preparar ni cocinar nada ese día, o al día siguiente, puedes guardarlas en un táper en el congelador y utilizarlas más adelante.

PARA 1 L

1 T de almendras o avellanas crudas (140 g)

800 ml de agua

Con esta cantidad de agua obtendrás una bebida bastante cremosa, si la prefieres más líquida, simplemente añade un poco más de agua.

PARA 1 L

1 T de anacardos crudos (130 g)

900 ml de agua

Esta preparación no necesita colarse, ya que el anacardo queda totalmente triturado y, por lo tanto, el resultado es una bebida densa y riquísima. Es otra de mis favoritas.

PARA 1 L

1 T de nueces (90 g)

900-1000 ml de agua

Las nueces contienen más grasa que el resto de frutos secos, por eso prefiero utilizar un poco más de agua para elaborar esta bebida vegetal.

PARA 1 L

¼ T de semillas de sésamo crudo (35 g)

¾ T de nueces (75 g)

1 l de agua

Esta elaboración la utilizo mucho para preparar batidos dulzones a los que habitualmente añado plátano y cacao o ingredientes similares. No la cuelo para aprovechar el calcio del sésamo, ya que este se encuentra en la cáscara.