Índice
Gordon Ramsay se ha ganado a pulso sus 13 estrellas Michelin. En pocos años, este chef con gran talento y una personalidad irresistible se ha convertido en uno de los mejores cocineros del mundo. Su fórmula del éxito consiste en que cada plato se adecúa exactamente a lo que el cliente espera de él, en lugar de imponer su estilo personal por encima de todo. Sus programas televisivos son famosos en el mundo entero; en España actualmente se emite el programa Mis mejores recetas en Canal Cocina.
Sus libros anteriores, Cocina conmigo, El mundo en mi cocina, Mis menús de cada día, Mi cocina fácil y Mis mejores recetas fueron publicados en esta misma editorial.
Título original: Cooking for friends
Edición en formato digital: octubre de 2015
© 2008, Gordon Ramsay
© 2008, Ditte Isager, por las fotografías
© 2015, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.
Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 Barcelona
© 2015, Alba Pilar Navarro, por la traducción
Fotografía de portada: Ditte Isager
Diseño de portada: HarperCollinsPublishers
Adaptación de portada: Penguin Random House Grupo Editorial
Penguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright. El copyright estimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyright al no reproducir ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.
ISBN: 978-84-16449-12-5
Composición digital: M.I. maqueta, S.C.P.
www.megustaleer.com
www.megustaleerebooks.com
Notas del cocinero:
Para lograr un sabor óptimo, te aconsejo que utilices sal marina de buena calidad y pimienta recién molida para condimentar, así como hierbas frescas.
Las cucharadas son rasas (a menos que se especifique lo contrario): 1 cucharadita (cucharadita) equivale a 5 ml; 1 cucharada (cucharada) equivale a 15 ml.
Usa huevos grandes (a menos que se especifique lo contrario), idealmente ecológicos o de gallinas camperas. Si estás embarazada o perteneces un grupo de salud frágil, evita los platos que utilizan huevos crudos o ligeramente cocidos.
Los tiempos de cocción en horno son para hornos con ventilador. Si utilizas un horno convencional, aumenta las temperaturas en 15 °C (o 1 número más en horno de gas). La temperatura real de los hornos puede variar en unos 10 °C respecto a lo que indican, por lo que es importante que conozcas tu horno. Puedes usar un termómetro de horno para comprobar su precisión.
Los tiempos se dan de manera orientativa, junto con una descripción del color o la textura cuando corresponde, pero confía en tu propio criterio para decidir cuándo está hecho un plato.
Introducción
Cuando trabajo como chef voy a mil por hora, pero en casa me gusta ir a un ritmo más lento. Dejo mi chaqueta de chef en el trabajo y entro en un entorno doméstico, donde todo es diferente. En mi casa la cocina pertenece a la familia y es un lugar relajado. Mucha gente piensa en cocinar como una tarea tediosa, pero nosotros lo transformamos en algo divertido. Para mí es una terapia y cada vez cocino más con Tana y los niños, sobre todo con Megan, mi hija mayor. Nuestra cocina es abierta, hay un gran sofá y una zona para relajarse. Los fogones ocupan el espacio central y fueron fabricados en París. Se necesitó una base de hormigón para sostenerlos y, después de que se instalaron, se construyó la cocina alrededor. Delante de los fogones hay una placa frontal cromada refrigerada por agua, para que los niños no se quemen mientras cortan cebollas o rallan queso.
Soy incapaz de estar en casa con los pies en alto leyendo un periódico. Pero puedo decir que estoy empezando a aprender a relajarme. Todo el mundo se imagina que en la cocina de Ramsay la actividad es frenética, pero no es así. Nos tomamos la cocina como una seria diversión. Hasta cierto punto, disfrutamos con todo lo que hacemos. Por suerte, tenemos cerca estupendos mercados de productos locales donde los niños pueden ir a comprar queso, pollo ecológico y verduras directamente a los productores. Ponen gran interés en ello y hasta reservan un poco de su propio dinero por si acaso. Les encanta.
Pide a un niño que vaya a comprar un kilo de nabos o zanahorias y verás con qué emoción recibe después lo que sale a la mesa. A nuestros hijos les damos una semanada de acuerdo con la edad. A Megan, de nueve años, le corresponden 9 libras. A los gemelos, Holly y Jack, 8 libras, y a Tilly, 6 libras. Todos esperan su cumpleaños porque saben que se les aumentará 1 libra. Están aprendiendo que para vivir bien y de manera saludable, hay que comer bien. Si no eligen la profesión de cocineros, no me molestará. Lo que quiero es saber que pueden valerse por sí mismos en la cocina.
Al que ha hecho más travesuras durante el día, le toca lavar los platos y a los otros, poner la mesa. Tenemos un lavavajillas, pero rara vez lo usamos, a menos que demos una fiesta con mucha gente en el jardín. Considero que los niños tienen que saber lo que es lavar los platos. Cuando yo era pequeño, en mi familia también hacíamos turnos para lavar. No había lavavajillas ni nadie que hiciera todas las tareas para nosotros. Al ser cuatro hijos, teníamos que colaborar y mi madre se las arreglaba para mantener unos turnos estrictos, así que nadie podía escaparse de lavar los platos, a pesar de que teníamos unas vidas ocupadas: yo con mi fútbol y los otros con su música.
Soy un poco anticuado en este aspecto. No impongo reglas en casa, pero en mi familia todos participan activamente. No se trata de yo esté de pie cocinando mientras los demás miran de lejos. El sábado por la mañana, cuando las chicas vuelven del gimnasio y Jack de jugar a fútbol, preparamos juntos el almuerzo. La cena no la tomamos hasta las siete y media u ocho, y consiste en un guiso a fuego lento. El domingo invitamos a amigos y a la familia a comer, y durante el fin de semana podemos darnos el gusto de tomar algún postre. De lunes a viernes, la comida se compone de un plato principal y fruta.
No todo lo compramos en el mercado de productos locales. Sería ideal, pero poco práctico. Tana va a comprar dos o tres veces por semana al supermercado, y tengo que decir que los productos de la línea de alimentación que ofrecen algunos supermercados hoy en día son realmente buenos e interesantes. Para los ingredientes de gran calidad, también acudimos a proveedores especializados, como Randalls, nuestros carniceros. Saber de dónde provienen los productos y la posibilidad de identificar su origen es importante para mí.
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