Diane Von Alten Con la colaboración de Massimo Mantovani CÓMO INTERPRETAR LOS SUEÑOS PARA GANAR A LA PRIMITIVA Y A LA BONOLOTO EDITORIAL DE VECCHI A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U. A. 2018 © [2018] Confidential Concepts International Ltd., Ireland Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA ISBN: 978-1-68325-655-7 El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. 2018 © [2018] Confidential Concepts International Ltd., Ireland Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA ISBN: 978-1-68325-655-7 El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios.
La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270) Índice
Introducción
En este libro se describen las leyes fundamentales que rigen lo que los hombres suelen llamar «suerte» o «azar». En la prensa y la radio se habla con frecuencia de personas que, tocadas por la diosa Fortuna, se han convertido en millonarias de la noche a la mañana por haber ganado sumas astronómicas en numerosos juegos como la primitiva, la bonoloto, las quinielas, la lotería, etc. Con mucha menos asiduidad, excepto en los casos más clamorosos, se llega a saber cómo estas personas dilapidaron su fortuna en poco tiempo, tras invertir el dinero de un modo equivocado o por haber adoptado y mantenido un tren de vida que, una vez agotado su capital, no estaban en disposición de sostener; por no hablar de la tentación de los juegos de azar, a la que se siente impelido quien le ha tocado en una ocasión y que, con frecuencia, desemboca en la ruina total. Sin duda, tales personas, aun habiendo sido muy afortunadas, carecían de lo que, en el campo psicológico, se conoce como «mentalidad del dinero»; ignoraban que el dinero posee sus propias reglas. Esta situación puede ilustrarse mediante un viejo refrán: «es triste tener las necesidades de un general y el sueldo de un soldado raso».
Así, una persona que gana un coche de lujo en un concurso pronto se debe enfrentar a un coste de mantenimiento sumamente elevado, a lo cual debe destinar gran parte de sus ingresos. Los rajás indios solían regalar a sus feudatarios desleales un elefante blanco; el feudatario no podía rechazar el obsequio sin faltar al respeto a su señor y, al mismo tiempo, se arruinaba debido al gasto que suponía el mantenimiento del paquidermo. Esta costumbre pone de manifiesto que tratándose de dinero se debe ser siempre consciente de las acciones que se emprendan. Aunque todos hemos oído hablar de premios excepcionales, pocos conocen que hay personas que han hecho de la suerte su forma de vida, comprendiendo que el dinero no se reduce a un bien material, sino que es una energía y un instrumento. De este modo, han asumido las reglas que determinan el funcionamiento de esta energía constituida por el llamado vil metal, atrayendo hacia sí un flujo de buena suerte, aun cuando no exorbitante, sí constante, que les ha permitido transformar su existencia en una serie de «pequeños» golpes de suerte. Piénsese, por ejemplo, en los numerosos expertos en lotería primitiva, que combinan una intensa pasión por los cálculos de la numerología con la indestructible convicción de que la suerte puede coronar su trabajo con triunfos permanentes.
Otras personas, quizás aún más numerosas, obtienen réditos constantes en el juego gracias al poder de la psique y a una comprensión fiel de las leyes cósmicas, basadas en el discurrir de la energía de la vida. En este libro explicaremos cómo podemos llegar a ser personas «susceptibles de ser afortunadas», a través del ejercicio de la facultad de la intuición. Nuestro propósito es el de comprender las leyes del dinero, el juego y la suerte, mediante la interpretación correcta de los sueños.
Las leyes que regulan el flujo de la prosperidad y el dinero
Simplificando, puede decirse que los requisitos fundamentales e imprescindibles para poder ser afortunados en la vida, no sólo en el juego, sino también en la profesión que hemos elegido, son esencialmente tres: 1. poseer un conocimiento claro de las leyes que regulan el fluir de la prosperidad y el dinero; 2. ser capaces de acceder a ese depósito inagotable de energías psíquicas que constituye la parte inconsciente de la mente humana, gracias a ejercicios constantes de meditación y concentración, los cuales nos permitirán desarrollar una capacidad de intuición superior a la de la mayoría de la gente. ser capaces de acceder a ese depósito inagotable de energías psíquicas que constituye la parte inconsciente de la mente humana, gracias a ejercicios constantes de meditación y concentración, los cuales nos permitirán desarrollar una capacidad de intuición superior a la de la mayoría de la gente.
El primero de estos requisitos atañe, pues, a una comprensión de las reglas de la riqueza; muchos, en su afanosa búsqueda de prosperidad, creen por el contrario que el dinero carece de naturaleza y leyes propias, piensan que el dinero debe adaptarse a la idea que ellos tienen de él y, de manera casi invariable, cosechan desilusiones y frustraciones. Ante todo, es preciso comprender con claridad que el dinero no es un objeto, sino una energía. Con frecuencia, se confunden con el dinero los objetos que lo representan; sin embargo, monedas, billetes y cheques son únicamente piezas de metal y de papel, que con todo poseen un poder adquisitivo o, mejor dicho, el poder de controlar cosas y situaciones. El dinero con el que cada día se adquiere el periódico es el instrumento, la energía a través de la cual se controla y satisface el deseo de permanecer informados sobre lo que ocurre en el mundo. Así pues, se trata de una forma de energía capaz de ejercer efectos profundos y poderosos sobre la realidad cotidiana. En cuanto tal, el dinero se comporta de acuerdo con las leyes propias de cualquier forma de energía, desde la psíquica de la mente humana hasta la eléctrica, y su naturaleza esencial es la del movimiento; el dinero debe permanecer constantemente en circulación, lo cual le permite desempeñar el papel dinámico que asume en nuestra sociedad.
Si, por el contrario, simplemente se almacena bajo una baldosa, pierde su valor y padece los efectos devastadores de la devaluación hasta, por fin, desaparecer. De hecho, el dinero parece premiar a quienes, tras comprender su naturaleza y secundar su carácter dinámico, permiten que fluya libremente por toda la sociedad. Quien adopta esta actitud frente a la riqueza, muestra una predisposición positiva a disfrutar de todos los efectos benéficos de las técnicas que se describen a continuación. Difícilmente el dinero se siente atraído por quienes aspiran a poseerlo como un fin en sí mismo. Por su naturaleza peculiar, quienes adquieren riqueza con mayor facilidad son aquellos que lo utilizan de manera eficiente y segura, así como en cuanto instrumento de desarrollo y bienestar de sus semejantes, lo cual constituye con frecuencia un requisito decisivo para alcanzar el éxito en cualquier proyecto personal, hasta el punto de que la ganancia o el premio resultan mucho más accesibles si responden a un propósito concreto, y mejor aún si es en beneficio de todos. Para satisfacer este principio, quien carezca de intención alguna de transformarse en un emprendedor, sino que desea simplemente ganar en uno de los juegos más populares, puede aprovechar un instrumento universal que permite hacer circular el dinero de un modo ventajoso para los demás: la beneficencia.
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