Monica Palla La cocina deliciosaSegunda parte EDITORIAL DE VECCHI A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U. L. (apartados «Quiches y tartas saladas» y «Postres fríos») y de Cristina Sala Carbonell (apartados«Ensaladas» y «Sopas, cremas y potajes»). © Editorial De Vecchi, S. A. 2020 © [2020] Confidential Concepts International Ltd., Ireland Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA ISBN: 978-1-64699-919-4 El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. 2020 © [2020] Confidential Concepts International Ltd., Ireland Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA ISBN: 978-1-64699-919-4 El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios.
La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270) Índice
Introducción
Ensaladas exquisitas Cruda o cocida, como entrante o como plato principal, en verano o en invierno: ¡la ensalada ofrece muchas posibilidades! Es un plato refrescante y digestivo que debe estar presente en todas las comidas por sus cualidades nutricionales y su gran aporte vitamínico. Canónigos, espinacas tiernas, corazones de lechuga, hoja de roble o achicoria se combinan perfectamente con hortalizas frescas, carne o queso, dando lugar a deliciosas ensaladas variadas y consistentes. Cuando se consumen crudas, las hortalizas y las ensaladas se preparan poco antes de servir y, sobre todo, se aliñan en el último momento; de este modo, se mantendrán crujientes sin reblandecerse. Aunque las hortalizas crudas tienen mejor sabor y mayores cualidades nutricionales, puesto que la cocción reduce su contenido en vitaminas y sales minerales, las hortalizas cocidas resultan mucho más fáciles de digerir. Si bien todas ellas pueden cocerse, conviene dejarlas
al dente para preservar la mayor parte de los principios nutritivos, el sabor y el color.
El aceite de oliva debe ser virgen, es decir, puro zumo de oliva, estrictamente natural. El aceite de oliva virgen extra es el más apreciado porque contiene menos del 1 % de ácido oleico (frente al 3,3 % del aceite de oliva virgen corriente). En cambio, la mención «primera prensada en frío» es una distinción que no responde a la realidad técnica, puesto que todos los aceites de oliva se obtienen del mismo modo. Los vinagres pueden ser balsámicos, de vino o de sidra, aromatizados o no. Existen numerosos tipos de vinagre dependiendo de la uva o de las manzanas a partir de los que se han preparado, de las condiciones durante la elaboración (por ejemplo, el tipo de madera de los toneles en que han madurado) y de los aromatizantes que los acompañan. Para dar un toque ligeramente perfumado a las ensaladas se aconseja el vinagre balsámico.
Respecto a las plantas aromáticas , resulta interesante disponer de algunas pequeñas macetas, para utilizarlas frescas entre primavera y otoño (perejil, estragón, albahaca, tomillo, eneldo, menta, etc.), o para conservarlas en invierno en el congelador. Sopas, potajes y gazpachos La sopa humeante en el plato, la olla que borbotea en el fuego liberando sus aromas: imágenes de la infancia y de los cuentos que se pierden en la noche de los tiempos... ¿Quién no recuerda los efluvios que emanaban de las cazuelas destapadas a hurtadillas para ver qué contenían? La familia de las sopas es muy extensa y es necesario prestarle atención. Potajes, cremas, gazpachos, caldos, ya sean calientes o fríos, como entrantes ligeros o platos principales, nos transportan a una dimensión cálida y familiar. Despreciada durante decenios, en la actualidad la familia de las sopas ha sido recuperada incluso por los grandes cocineros que destacan su gran variedad de sabores, texturas, ingredientes y presentaciones. Si hacemos caso a los historiadores, el potaje (de la palabra francesa potage «puchero, cocido») sería la forma más antigua, puesto que desde el descubrimiento de la cerámica, en los albores de la Edad de los Metales, nuestros ancestros cocinaban sus alimentos en pucheros de barro, mezclando los productos de la caza con los de la tierra.
Por antonomasia, un potaje es un guiso hecho con legumbres, verduras y otros ingredientes, aunque también puede referirse a un caldo de olla. El término sopa, en cambio, tiene una etimología distinta, pues procede de la palabra germánica suppa, que significa «empapar». En su origen, la sopa estaba compuesta por rebanadas de pan empapadas en cualquier líquido; después se incluyeron féculas, pasta y arroz sobre todo, que se cocían en agua principalmente. Durante siglos, el consumo de la sopa fue habitual entre las capas más modestas de la sociedad, e incluso se instituyó la sopa boba, que se proporcionaba en los conventos a los pobres y mendigos. La tradición gastronómica europea comporta una gran variedad de sopas, potajes, cremas, consomés, cocidos y gazpachos: todo lo que es comestible puede producir una buena sopa. Esta gran variedad no debe asustar al cocinero o cocinera que llevamos dentro, sino al contrario.
En esta obra se encuentra la forma de satisfacer todos los gustos y todas las curiosidades: elaborados con verduras y legumbres, carnes, pescados o cereales, con una base de caldo, leche o cerveza, desde los potajes clásicos hasta las sopas exóticas, todas las opciones que se pueden encontrar aquí ayudarán a encontrar inspiración para nuevas experiencias culinarias. La patatas: es mejor elegir variedades harinosas como la monalisa, jaerla, red pontiac, bintje, kennebec, doré, eigenheimer, irene o santana, entre otras. El caldo: de verduras o de carne, es la base más frecuente para sopas y potajes. Resulta mucho mejor el caldo casero, pero se pueden encontrar en el comercio pastillas o cubitos de caldo concentrado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los caldos preparados llevan incorporados sal y aromatizantes y, por tanto, antes de rectificar la sal de la sopa hay que probarla. y tienen mejor precio. y tienen mejor precio.
Cuando esto no sea posible, queda el recurso de la verdura congelada. Recogida en plena temporada, es sabrosa y mantiene todas sus cualidades nutritivas. La nata o crema de leche: es uno de los componentes que se utilizan para ligar cremas. Aporta una untuosidad aterciopelada. Cuanta más grasa contiene, más sabrosa resulta, pero para aquellos que quieren cuidar su salud y su línea, las cremas ligeras (menos del 30 % de materia grasa) constituyen una excelente alternativa. Quiches y tartas saladas Tartas, tortas,
Página siguiente