• Quejarse

Mark Greif - Contra todo

Aquí puedes leer online Mark Greif - Contra todo texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2018, Editor: Editorial Anagrama, Género: Ordenador. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Mark Greif Contra todo
  • Libro:
    Contra todo
  • Autor:
  • Editor:
    Editorial Anagrama
  • Genre:
  • Año:
    2018
  • Índice:
    3 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 60
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Contra todo: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Contra todo" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Un ejercicio de disenso radical que reúne ensayos sobre temas tan variados como el cuerpo, la experiencia, la redistribución de la renta o YouTube.

Mark Greif, siguiendo la tradición de grandes intelectuales americanos como Lionel Trilling o Susan Sontag, se plantea en este libro un ejercicio de disensión «contra todo» lo que damos por supuesto: ¿por qué hacemos ciertas cosas y no otras? ¿De verdad creemos en lo que hacemos, o solo seguimos un patrón aprendido en el que ni siquiera acabamos de confiar? ¿Y si la sabiduría popular resultara no ser tan sabia? Comenzando por lo más próximo a nosotros, el cuerpo, Greif analiza por qué estamos tan obsesionados por el ejercicio físico y la alimentación; cuáles son las verdaderas razones que accionan nuestra pulsión sexual; cuál la causa de los nuevos hábitos a la hora de tener hijos; qué queremos decir cuando hablamos de «experiencia».

Pero el libro también aborda cuestiones sociales clave a la hora de conformar nuestro mundo futuro: ¿es posible garantizar una renta mínima para todo el mundo y limitar los beneficios de los más ricos? ¿Cuál es nuestro futuro como televidentes y ordenadorvidentes? ¿Por qué cada vez más gente quiere sentir menos y se refugia en ideologías anestésicas para no sufrir? ¿Pueden los Estados Unidos seguir ejerciendo de policía mundial cuando su propia autoridad nacional está tan cuestionada?

Por último, a partir de su crónica personal del movimiento Occupy Wall Street,

Greif nos ofrece una lúcida reflexión sobre cuál ha de ser el papel del filósofo en nuestro mundo, basándose en Thoreau, su pensador de referencia, alguien que supo hacer tabla rasa de las ideas recibidas y observar la vida desde la frescura de un pensamiento auténticamente radical.

Mark Greif: otros libros del autor


¿Quién escribió Contra todo? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Contra todo — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Contra todo " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Índice Para Gabrielle y Simone PREFACIO Este libro representa una década de - photo 1

Índice

Para Gabrielle y Simone

PREFACIO

Este libro representa una década de escritura. Redacté estos ensayos para n+1, la revista que fundé con algunos amigos para publicar un tipo de literatura que no existía en ninguna parte. Los escritores muertos o famosos cuentan con innumerables publicaciones en las que expresar sus opiniones. Si creábamos un vehículo para los desconocidos, ¿serían capaces de decir algo que todavía no se hubiera dicho? Estos son los intentos que publiqué. El material adicional son ensayos inéditos en inglés, indagaciones que no quería compartir sin contexto en los Estados Unidos. Todas ellas reflejaban un esfuerzo, cuando era veinteañero y treintañero, por intentar comprender algunas cosas. Las cosas que me entusiasmaban, sobre todo, y por qué gran parte de lo que me rodeaba me parecía falso y despreciable, y sin embargo era aceptado sin un gran grito de dolor colectivo.

No se trata de un libro de crítica de cosas que no hago. Es un libro de crítica de cosas que hago. Hábitos en los que coincido con un tipo de gente determinado, llamémosla clase media, o gente de las naciones ricas, o estadounidenses y europeos y sus iguales por todo el mundo. Llamémoslos nosotros o llamémoslos vosotros. Quiero hablar de vosotros.

Muchos libros os dicen cómo hacer las cosas que supuestamente tenéis que hacer pero mejor. Este libro se interroga sobre esas cosas que supuestamente tenéis que hacer. ¿De verdad hacéis esas cosas? ¿Y por las razones por las que supuestamente las hacéis? ¿Y si nuestras auténticas razones, las vuestras y las mías, no son las que generalmente se proclaman? ¿Y si las verdaderas razones para hacer las cosas, ya sean buenas, verdaderas y rectas, son de hecho equivocadas? ¿Y si la sabiduría popular resulta no ser tan sabia?

Comienzo por el cuerpo. Es lo más próximo a nosotros. En el ejercicio, la salud, el deseo sexual, la alimentación, la maternidad. La juventud y la vejez. Mi idea es que en cuanto el progreso facilitó cubrir las necesidades de la vida corporal, aparecieron otras fuerzas que se propusieron conseguir que esas necesidades se volvieran complicadas y difíciles. Gran parte de la vida cotidiana se dedica al mantenimiento de la vida justo en un momento en que uno pensaría que es libre para perseguir metas superiores.

Los espectáculos, las imágenes y los sonidos, las medidas y las sumas, se crean a partir de antiguas zonas de intimidad. Esta exposición a la vista genera todo tipo de nuevos placeres y nuevos temores. Pero el incesante acicalamiento y optimización de la vida cotidiana nos impiden averiguar a qué otras cosas podríamos dedicar nuestra atención y energía. Los aventureros siempre regresan para relatarnos las emociones de actos atrevidos que recrean más de lo mismo. «¡Me encontraba al borde del precipicio y salté!» «¿A qué?» «¡A lo desconocido!»

Nuestra vacilación a la hora de conocernos se extiende a las cosas buenas y malas. Hoy en día el robo de la identidad se ha convertido en un fenómeno tan generalizado que no es de extrañar que a menudo ni se mencione. El problema no es que los demás estén robando la nuestra, sino que nosotros estamos hurtando la suya. Al final del libro me habré preguntado a qué llamamos hoy «experiencia» y a qué llamamos «realidad». De dónde proceden los atisbos de esperanza, sobre todo dentro de la cultura popular, y por qué a lo mejor te avergüenza admitirlos. Y qué tienen que ver la visión y el cuerpo con los ejércitos, la policía y la democracia de un país.

Me imagino a alguien preguntando: «¿Contra todo?» Os diré qué significa el impulso para mí. Cuando era pequeño, mi madre solía llevarme a un estanque porque, en el barrio residencial donde nací, era un lugar en el que se podía nadar y pasear. Su nombre, Walden, también dio nombre a un libro escandaloso.

Mi madre no leyó nunca el libro. Yo era demasiado pequeño para leerlo. Muchas tardes dábamos vueltas por el estanque y hacíamos conjeturas. Antaño existió un hombre llamado Thoreau. Paseaba y meditaba en ese mismo lugar. En su libro escribió que las cosas que la gente consideraba superiores a menudo eran inferiores. Cabía la posibilidad de que nadie poseyera lo mejor. La basura era un tesoro. El trabajo estaba sobrevalorado, en la medida en que mucha gente trabajaba en cosas equivocadas por las razones equivocadas. Caminar sin rumbo era mejor que correr. La conversación era el auténtico propósito de todo, incluso de la soledad, la lectura y la reflexión.

Conocíamos muy poco sus palabras. A partir de citas breves reproducidas en tazas de café, pegatinas para los parachoques y camisetas: «Cuidado con las empresas que exigen ropa nueva.» Nuestra ignorancia, sin embargo, no nos engañaba acerca de lo que el filósofo había querido decir. La ausencia de detalle resultó ser la mejor instrucción imaginable. «Me pregunto qué habría pensado él de eso», decía mi madre mientras pasábamos por delante de un montón de cosas absurdas, de camino al estanque en coche o de vuelta a casa: vallas publicitarias, coches de lujo, centros comerciales, carteles políticos, mansiones, familias que reñían en los asientos traseros, la insulsez de la radio, las señales de tráfico instándonos a portarnos bien, el infinito feo e inane.

Las preguntas eran cosa mía. El pacto entre nosotros era que «él» sabía cómo poner en entredicho y desacreditar cualquier cosa que se nos ocurriera: cosas que dudábamos, pero también cosas que hacíamos. Mi parte consistía en averiguar exactamente cuál podría ser su crítica y su alternativa. Yo tenía que demostrar que cada tópico podía ser una solución de compromiso. Las normas universales a lo mejor no eran «universales». O simplemente quizá no encajaban en el universo en el que mi madre y yo podíamos vivir felizmente. Yo parloteaba –de manera infantil, supongo, pero animado por un medio que no era la juventud ni la vejez–, mientras daba pataditas con mis sucias chanclas contra el salpicadero. Aprendí por mi cuenta a darles la vuelta a las cosas, a desmontarlas, desinflarlas, reordenarlas, despensarlas y repensarlas. «Pero eso no es posible», me advertía mi madre. «No puedes llegar a la raíz. Algunas cosas no cambian.» «Apuesto que a él le parecería posible.»

El pensador que siempre he considerado más importante me aportó unos principios cuando más significó para mí, y su periodo de mayor importancia fue cuando aún no lo había leído. Yo sabía que un «filósofo» era una mente que no tenía miedo de ir contra todo. Contra todo, si eso era corrupto, dudoso, enervante, engañoso para nosotros, falso para la felicidad. E intentar eso suponía intentar ser nuestro amigo, el de mi madre y el mío.

Cuando por fin leí Walden tenía diecisiete años, y estaba a punto de marcharme de casa para empezar mi propia vida. El libro era más implacable de lo que podía haber imaginado, y más esperanzador y tierno. Al leerlo experimenté lo mismo que con apenas un puñado de libros: saber que no merecía terminarlo hasta que ya no tuviera que bajar la mirada, avergonzado, en presencia de sus palabras. Ese tipo de maduración, me decía incómodo, podría llevarte toda la vida.

Me identifico con mi madre, tal como ella era entonces, una adulta, que sabe que muchas cosas no cambian, y conmigo, tal como era entonces, un niño, que sabía que no merecía la pena entrar en la vida si no podía convertirse en algo mejor que eso. Y hablo como la persona que soy ahora, alguien que todavía aprende a ser diferente de lo que es. Desear ir contra todo es querer que el mundo sea más grande que todo eso, estar dispuesto a disolver las normas y los compromisos ya sea en un bidón o en una gota, mientras un océano de posibilidades se agita a nuestro alrededor. Tanto da lo que supuestamente tengas que hacer, puedes demostrar que esa suposición es errónea simplemente haciendo otra cosa.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Contra todo»

Mira libros similares a Contra todo. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Contra todo»

Discusión, reseñas del libro Contra todo y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.