UNA COCINA QUE SIGUE EL ESPÍRITU MONTESSORI
¿POR QUÉ?
Las cocinas están pensadas a nuestra escala y para responder a las necesidades de los adultos. Integrar la pedagogía Montessori en casa es hacer participar a nuestros hijos en el conjunto de las tareas de la vida cotidiana. Por lo tanto, les propondremos que nos ayuden a preparar la cena, pero también (¡en la medida de sus posibilidades!) a recoger y a limpiar lo ensuciado.
El objetivo no es convertir a los niños en amas de casa perfectas, sino darles la oportunidad de coordinar y fortalecer sus movimientos a través de una actividad cotidiana. Así, podrán responsabilizarse de sus movimientos y cuidar su entorno.
CONSEJO PARA LOS ADULTOS
Olvidaos del plástico y de los platos y de los vasos que no se rompen: el enfoque Montessori apuesta por platos de verdad también para los niños, para que se responsabilicen de sus acciones.
¿CÓMO?
Lo importante es ponerse en el lugar de los niños y a su altura para realizar los ajustes indispensables y así responder a su necesidad vital de explorar, de ver y de tocar. También deberíais tener en cuenta que lo que desean es participar en tareas reales.
ORDEN
El truco es reservar un cajón o una estantería a la altura de los niños donde guardar los boles, las tazas, los vasos y los platos. En otro cajón o estante, tendríais que prever un espacio para el resto de los utensilios de cocina especialmente adaptados a la medida de sus manos. Así, ganarán independencia.
NEVERA
Hay que reorganizar los estantes bajos de la nevera para guardar en ellos el zumo de fruta, la leche, la mantequilla, la mermelada…
SUPERFICIE DE TRABAJO
Para que la superficie de trabajo sea accesible, podéis dejar un taburete o una torre de aprendizaje —parecida a una torre de observación pero en pequeño y creada especialmente para eso—. Lo mejor sería crear también un espacio de cocina, con una mesa a su altura y a su escala para minimizar el riesgo de caídas.
RECIPIENTES
Es mejor utilizar tarros de cristal para conservar los alimentos (arroz, harina, cereales…). Así, los niños pueden ver qué hay dentro. Al volver de la compra, os pueden ayudar a traspasar los alimentos a los recipientes, que tendréis perfectamente etiquetados.
BASURA
Los diferentes cubos de basura deberían estar al alcance de los niños para que puedan aprender a separarla. No olvidéis tener un cubo especial para los desechos orgánicos.
LIMPIEZA
Dejad al alcance de los niños un recogedor, una escoba, una bayeta y un estropajo adaptados al tamaño de sus manos. Así, podrán secar de forma autónoma el agua que derramen.
COCINAR CON NIÑOS: MATERIAL INDISPENSABLE
Maria Montessori elaboró su material entendiéndolo como una ayuda para el desarrollo de los niños. Este material, pensado hasta el último detalle, sirve de intermediario y facilita que los más pequeños descubran conceptos de forma concreta y sensorial.
Las actividades que llevamos a cabo en la cocina son prácticas, ya que, sin duda, tienen una utilidad.
Al cocinar con nuestros hijos, los utensilios que utilicemos marcarán la diferencia: tienen que ser fáciles de coger y de manipular para ellos. Deberíais comprobar su tamaño y peso antes. Existen páginas web donde se venden productos especializados o tiendas con productos mini, ideales para manos pequeñas y a unos precios más que correctos.
Con la ayuda de los utensilios adecuados, los niños son capaces de concentrarse mejor en las acciones que llevan a cabo sin tener que superar obstáculos de manejabilidad.
Estos utensilios serán una gran ayuda no solo para aprender a realizar los gestos correctos, sino para que los más pequeños refuercen su coordinación ojo-mano, el control y la precisión de sus movimientos.
MATERIAL PARA MEZCLAR
- Una cuchara de madera.
- Un batidor manual: ¡imprescindible!
- Una espátula (o lengua): muy útil para rebañar el recipiente usado o para verter la masa.
- Tarros de varios tamaños: boles, bandejas… (evitad el plástico).
MATERIAL PARA CORTAR
Atención: se trata de utensilios de verdad, no de juguete. No hay que dejar nunca a los niños solos sin la supervisión de un adulto.
- Un cuchillo para la mantequilla, de punta redonda.
- Una tabla de cortar pequeña.
- Un cortador de manzanas: para cortar una manzana a gajos con un único gesto.
- Un cortador de huevos: permite cortar un huevo duro, y también se puede usar con las setas…
- Un pelador: existen muchísimos. Elegid el que sea más práctico y menos peligroso, y que tenga el mango corto.
- Tijeras con las puntas redondas: para picar hierbas aromáticas.
- Cortadores de galletas variados: estrellas, animales, letras, formas geométricas, corazones. Dejar que los niños elijan es una característica importante de la pedagogía Montessori. Estos moldes no solo sirven para hacer galletas: también pueden experimentar con el pan de molde, el jamón, el queso, la fruta, las verduras, preparar bocadillos creativos…
MATERIAL PARA TRASPASAR
- Unas pinzas
- Un embudo
- Boles pequeños
- Jarras pequeñas(como las de la leche)
MATERIAL PARA CHAFAR
- Un mortero: para picar hierbas o especias.
- Un cascanueces para niños, con un sistema divertido para romper las cáscaras.
- Un pasapurés: para preparar purés caseros. Existen de varios tipos: con agujeros o rayas.
MATERIAL PARA RALLAR
- Un rallador: hoy en día existen ralladores muy prácticos, que incorporan un recipiente para recoger los alimentos.
- Los antiguos molinillos para rallar aún se venden en algunas tiendas o mercadillos.
MATERIAL PARA EXPRIMIR
- Un exprimidor, preferiblemente de vidrio, ya que es más estable que uno de plástico.
MATERIAL PARA LAVAR VERDURAS
MATERIAL PARA COCER
- Una cazuela.
- Una sartén (hay que escogerla bien según el uso que se le quiera dar; la capa antiadherente puede ser nociva para la salud, ya que es una pintura que puede adherirse a los alimentos con la cocción).
- Moldes adaptados a las recetas: redondos, alargados, con un agujero en medio… (Con los moldes de silicona, los más pequeños se saltan el paso de engrasarlos con mantequilla.)