David Hormachea - Noviazgo con propósito

Noviazgo

con
propósito

David Hormachea

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© 2005 Editorial Caribe, Inc.
Una subsidiaria de Thomas Nelson, Inc.
Nashville, TN, E.U.A.
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A menos que se señale lo contrario, todas las citas bíblicas
son tomadas de la Versión Reina-Valera 1960
© 1960 Sociedades Bíblicas Unidas en América Latina.
Usadas con permiso.

Diseño interior: Grupo Nivel Uno, Inc.

ISBN 0-88113-948-3

Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción total o parcial
de esta obra sin la debida autorización por escrito de los editores.

Impreso en E.U.A.
Printed in the U.S.A.

Contenido

D edicado a mi amigo y discípulo pastor Diego Utreras. Uno de los alumnos que mejor ha asimilado mi pasión por Dios y mi compasión por las familias.

Con Diego entendimos que «todos tienen su corazoncito» y que en cualquier momento este buscará afanosamente que le pongan atención.Por ello nos dedicamos a amar y educar a los jóvenes para que vivan conforme al propósito de Dios. Diego no sólo estuvo a mi lado aprendiendo a trabajar con jóvenes y a aconsejarles, también fue apoyo en mis momentos de debilidad.

Junto a Diego no sólo nos reímos y trabajamos duro en los campamentos de jóvenes que organizamos, sino que pasamos horas en vela organizando, buscando nuevas estrategias, orando, compartiendo, amándonos, apoyándonos y riéndonos.

Nuestra amistad ha sido más fuerte que nuestros errores y épocas difíciles, y ha permanecido a través de los tiempos. La distancia nos separa, pero no nuestros principios ni nuestra pasión. No podemos trabajar juntos por la lejanía, pero laboramos unidos por una misma visión.

Debido a que ambos entendimos el propósito de Dios para nuestras vidas, yo continúo recorriendo el mundo cumpliendo esta misión, mientras Diego, como director de la corporación de ayuda a la familia DE REGRESO AL HOGAR, capítulo Ecuador, sigue compartiendo en el país que ama, su pasión por el Dios de gracia que lo salvó y su compasión por las familias que tanto ama. Dieguito, sigue amando a tu familia, dando conferencias, enseñando, predicando y aconsejando hasta que el Señor venga. No creo que podrías vivir sin hacerlo.

Amis amigos Sonia y Mere González de la ciudad de Laredo, Texas, por tantos años de amistad y por su apoyo a nuestras necesidades personales. Sus invitaciones a pasar vacaciones me han ayudado a descansar y recuperar energías para seguir contribuyendo con quienes amamos. Hay personas que se preocupan por ayudar en necesidades ministeriales en distintas organizaciones, pero sólo hay unos pocos que se interesan por las necesidades personales de quienes damos nuestra vida y tiempo por los demás. Su apoyo económico nos ha permitido satisfacer necesidades personales que pocos conocen y al apoyar a estos débiles siervos, han dado fortaleza a nuestro ministerio. Les amamos.

L a relación más importante que podemos tener los seres humanos es con Dios. Quien no desea relacionarse con Él, no sólo ha decidido alejarse de quien más le ama y desea lo mejor para su vida, sino que además decide rechazar al Creador de la vida, a la fuente de sabiduría, para vivir en este mundo con alegría y realización.

De la relación con Dios no sólo depende nuestra salvación, sino también la realización que tengamos. Es que sólo podemos vivir realizados si decidimos cumplir con su plan y vivir sometidos a los valores y principios que regirán toda nuestra vida.

De nuestra sabia relación con Dios también depende la forma como nos relacionamos con otros seres humanos. Nuestra relación con otras personas es vital, pues suple una de las necesidades esenciales de los seres humanos; es decir, la necesidad de amar y ser amados.

La más trascendente de las relaciones humanas es la familiar y, a la vez, dentro de esta no existe otra tan esencial como la que debemos desarrollar con nuestro cónyuge. Por ello es que la decisión de elegir a la persona con quien compartirás tu vida es una decisión esencial y muy importante.

Debido a que existe esta temporada prematrimonial llamada noviazgo —que nos permite elegir a nuestro cónyuge— es mi deber ayudarte a darle la importancia que tiene. Esta relación sabia no solo nos ayudará a conocernos a nosotros mismos, sino también a conocer a la otra persona y prepararnos para resolver conflictos que inevitablemente serán parte de la relación conyugal.

Casarse no es un juego, aunque lamentablemente algunos inician su matrimonio como si así lo fuera. Casarse sin preparación no es un acto sabio, aunque lamentablemente la mayoría lo haga. Casarse sin conocer las implicaciones de nuestra decisión, es un acto de absoluta irresponsabilidad, aunque ahora no lo entiendas. Por lo tanto, es mi deber hacer conocer la importancia de la temporada prematrimonial y advertir que el éxito o fracaso del matrimonio depende en gran medida del estado espiritual y emocional, y del conocimiento y disposición que tengan ambos cónyuges a cumplir la voluntad divina.

Los novios que no cumplen con el propósito de Dios no sólo se están preparando para el dolor personal, sino que están preparando el ambiente ideal para el futuro conflicto de sus cónyuges, hijos y familiares.

El solo pensar en el dolor que sufriremos si experimentamos un fracaso es suficiente motivación para ser sabios al elegir nuestra pareja, por ello debemos tomar mucho más en serio la decisión misma de casarnos.

Para las personas sinceras, honestas y amantes de la familia no existe angustia más grande que experimentar durante el resto de la vida el dolor de un hogar disuelto. La verdad es que ninguna persona está libre de este peligro, pues, tristemente, aun los seres humanos más honestos y sinceros, si no se preparan para la vida conyugal corren el serio riesgo de provocar la destrucción de su matrimonio.

Es importante prepararse sabiamente, pues es obvio que quien nunca ha estado casado, al llegar al matrimonio vivirá un tipo de relación que nunca antes ha experimentado. Precisamente por eso debemos tener la preparación que es necesaria para poder mantener una relación saludable y permanente.

Prepárate para recibir consejos honestos y sinceros. En este libro y otros que son parte de esta serie, acepta mi desafío de entrar a la vida conyugal con la mayor preparación posible y permíteme ser parte de este maravilloso viaje hacia la vida matrimonial. Si piensas que será una tarea difícil leer tanto y si crees que demandara mucho sacrificio pasar por tanta preparación, te confirmo que estás en lo correcto. Pero te puedo asegurar que mucho más difícil será tener una relación de noviazgo y matrimonio sin prepararse para hacer lo correcto. Así como creerías que no he cumplido mi responsabilidad si te mando a una gran batalla sin pasar por el riguroso entrenamiento, también sentirías que no he cumplido mi responsabilidad si te aconsejo entrar a la vida conyugal sin la preparación necesaria.

Si eres un padre o una madre que ha decidido aprender para poder enseñar a sus hijos, has tomado una decisión muy sabia y en este libro encontrarás principios bíblicos y consejos prácticos que te ayudarán a conversar con tus hijos y compartir con ellos las directrices bíblicas que les dirijan a cumplir el propósito del noviazgo.

Si eres un joven o una señorita que está sintiendo la necesidad de tener una relación amorosa, en este libro encontrarás consejos bíblicos para establecer los parámetros que debes exigir en tu relación.

Si ya tienes una relación amorosa, y deseas con todo tu corazón cumplir la voluntad de Dios, estos consejos te ayudarán a evaluar bíblicamente esa relación, y determinar cuales son tus errores y tus aciertos. Estoy seguro que si eres sincero y buscas la guía del Espíritu Santo, este libro te guiará a hacer las correcciones necesarias para tener un noviazgo conforme al propósito del Creador y no conforme a tu propio deseo.