• Quejarse

José Antonio Pagola - Padre nuestro

Aquí puedes leer online José Antonio Pagola - Padre nuestro texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2002, Editor: ePubLibre, Género: Religión. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

José Antonio Pagola Padre nuestro

Padre nuestro: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Padre nuestro" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

El Padrenuestro no es una oración más entre otras. Es la oración de los discípulos de Jesús. La oración que el Maestro enseña y deja como distintivo a sus seguidores. En ella podemos descubrir los deseos más íntimos de Jesús u sus aspiraciones más hondas. No es extraño que los cristianos lo hayan considerado siempre como la síntesis del Evangelio. En el Padrenuestro encontramos la enseñanza nuclear de Jesús, su mensaje de salvación, su programa de vida. Ahí está el Evangelio de Jesucristo, condensado en pocas palabras y traducido al lenguaje vital de la oración. Si captamos bien su contenido y su aliento, captaremos el mensaje más original de Jesús u su espíritu más hondo.

José Antonio Pagola: otros libros del autor


¿Quién escribió Padre nuestro? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Padre nuestro — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Padre nuestro " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

JOSÉ ANTONIO PAGOLA 1937 es un sacerdote español Licenciado en Teología por - photo 1

JOSÉ ANTONIO PAGOLA (1937) es un sacerdote español Licenciado en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma (1962), Licenciado en Sagrada Escritura por el Instituto Bíblico de Roma (1965) y Diplomado en Ciencias Bíblicas por la École Biblique de Jerusalén (1966). Ejerce como profesor en el Seminario de San Sebastián y en la Facultad de Teología del Norte de España, con sede en Vitoria, y también como rector del primero, además de ser Vicario General de la diócesis de San Sebastián. Desde hace años, publica semanalmente el Comentario al Evangelio del Domingo, por J. A. PAGOLA, de amplia difusión en el País Vasco. Se le considera un autor prolífico, pues ejerce como tal desde 1968 y su Reflexión sobre los textos evangélicos en la Liturgia Cuaresmal, habiendo sacado una veintena de libros. Su obra Jesús: una aproximación histórica (2007), levantó opiniones muy acaloradas. Confiesa no haber sentido incompatibilidad alguna entre su esfuerzo de investigación histórica y su fe cristiana, pero sí quería dejar claro que «una cosa es el Jesús histórico y otra el Cristo de la Fe. Hablar de manera confusa de todo esto —advertía Pagola— me parece un retroceso, y no hace bien ni al conocimiento concreto de Jesús ni a la fe cristiana».

I

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO

El Padrenuestro arranca con una invocación que le da un tono propio a toda la oración. Lo primero es experimentar a Dios como Padre querido y cercano, despertar en nosotros la confianza total, sentirnos hermanos de cuantos son sus hijos. Este grito inicial al Padre no es solo una invocación introductoria que precede a las diversas peticiones, sino que ha de crear en nosotros el clima de intimidad y confianza que ha de impregnar toda la oración que sigue. Para nosotros, Dios no es un problema teórico sobre el que podemos hablar y discutir, sino Alguien vivo y cercano con el que podemos dialogar como Padre y Amigo querido.

1. EXPERIMENTAR A DIOS COMO PADRE

Han sido muchos los pueblos que han invocado a Dios como «padre» o como «madre». Con esta expresión intentan expresar su absoluta dependencia de Dios, pero también el respeto y la confianza que sienten ante él. En estas religiones (Asiría, Egipto, Grecia, Roma) a Dios se le llama «padre» porque se le experimenta como «engendrador» y fuente de vida, y porque se le acepta como «señor» y principio de autoridad. Así hemos de entender el antiquísimo himno de Ur de Caldea donde a Dios se le invoca como «Padre, lleno de gracia y de misericordia en cuya mano descansa la vida de toda la tierra».

Esta intuición religiosa de tantos pueblos ha recibido luz nueva en la historia de Israel. Sin embargo, solo lentamente llegó el pueblo bíblico a representarse a Dios como Padre. No querían ensombrecer su experiencia de un Dios trascendente imaginando ligeramente a los seres humanos como hijos de un dios o una diosa, al estilo de ciertas religiones del Próximo Oriente. Yahvé es un Dios cercano, él guía a Israel, vive en estrecha alianza con su pueblo, pero no puede ser representado por imagen alguna, y su nombre es misterioso. Cuando Moisés le pregunta a Dios cómo se llama, Dios le contesta: «Soy el que soy… Este es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación» (Ex 3,14-15).

Sin embargo, la experiencia de sentirse pueblo elegido va a hacer emerger un clima religioso que hace posible designar a Dios como Padre. Israel es como una gran familia llamada a la vida por Yahvé, el padre del pueblo. En la tercera parte del libro de Isaías podemos observar un lenguaje nuevo: «Tú eres nuestro padre. Abrahám no sabe de nosotros, Israel no nos reconoce, tú, Señor, eres nuestro padre» (Is 63,16). Algo más adelante, el profeta habla así: «Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano» (Is 64,7). Dios acompaña con su amor paternal la historia de Israel. Lo «ha llevado como a un hijo por todo el camino» (Dt 1,31), lo «ha educado como un padre educa a su hijo» (Dt 8,5). Según el profeta Oseas, ha sido así desde el principio: «Cuando Israel era niño, le amé, y desde Egipto llamé a mi hijo» (Os 11,1).

Es normal que el pueblo elegido saque algunas consecuencias. Ese amor paternal de Dios está pidiendo respuesta: «El hijo honra a su padre, el siervo a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honra?, y si señor, ¿dónde queda mi respeto?» (Mal 1,6). La misma queja resuena en el Deuteronomio: «¿Así le pagas al Señor, pueblo necio e insensato? ¿No es él tu padre y tu creador, el que te hizo y te constituyó?» (Dt 32,6). El amor paternal de Dios está pidiendo, sobre todo, fraternidad: «No tenemos todos nosotros un mismo Padre? ¿No es un solo Dios el que nos ha creado? Entonces, ¿por qué nos traicionamos unos a otros profanando la alianza de nuestros padres?» (Mal 2,10).

A pesar de todos estos textos, en el Antiguo Testamento el nombre de «padre» dado a Dios no es determinante, sino solo un nombre entre otros muchos más frecuentes e importantes, como «señor», «juez», «rey», «creador». Solo Jesús revelará el contenido enterrado en la invocación a Dios como Padre.

Cuando un cristiano inicia su oración, lo primero que hace es situarse ante un Dios Padre. Dios es para nosotros Misterio trascendente y santo, pero Misterio de amor personal y concreto. Al orar, no nos dirigimos a «algo», no nos sumergimos en la «Energía cósmica» que lo dirige todo, no nos fundimos con la «Totalidad misteriosa del universo». Nosotros nos dirigimos a «Alguien» con rostro personal, atento a los deseos y necesidades del corazón humano. Dialogamos con un Padre que está en el origen de nuestro ser y que es el destino último de nuestra existencia. (fiando pronunciamos esta palabra «Padre», orientamos todo nuestro ser hacia el único que nos ama, comprende y perdona, pues somos sus hijos.

2. CON LA CONFIANZA DE HIJOS

En su oración, Jesús siempre se dirige a Dios llamándolo Abbá. Es cierto que, en sus parábolas, Dios aparece también como rey, señor, juez…, pero cuando habla con él solo le llama Abbá. Ese es su nombre propio.

Esta expresión aramea, utilizada por Jesús en todas sus oraciones que han llegado hasta nosotros, es un término que usaban especialmente los niños pequeños para dirigirse a su padre. Un diminutivo cariñoso (algo así como «papá») que nadie se había atrevido a emplear hasta entonces para dirigirse a Dios. La actitud de Jesús ante Dios es la del que habla desde la confianza, el afecto y la ternura de un niño pequeño.

Pero Jesús no se reserva para sí mismo invocar a Dios como Padre querido, sino que enseña e invita a sus discípulos a que también ellos le invoquen con la misma confianza y seguridad. «Al entregar el Padrenuestro a los discípulos, Jesús les transmitió el poder de decir como él: Abbá. Esto significa que les hacía participar de su relación con Dios». La Iglesia primitiva guardó esta expresión de Jesús en su original arameo como el núcleo de la nueva confianza con la que pueden invocar a Dios quienes siguen a su Hijo. «Mirad, no recibisteis un espíritu que os haga esclavos y os vuelva al temor; recibisteis un Espíritu que os hace hijos y que nos permite gritar: ¡Abbá ¡Padre!» (Rom 8,15). «La prueba de que sois hijos es que Dios envió a vuestro interior al Espíritu de su Hijo, que grita: ¡Abbá! ¡Padre! De modo que ya no eres esclavo, sino hijo» (Gal 4,6).

Para rezar el Padrenuestro es necesario despertar en nosotros este «espíritu de hijos», hablar con Dios con seguridad y confianza de hijos, hacer desaparecer todo temor, abandonarnos con gozo en Dios, nuestro Padre querido. Esta es la gran novedad de Jesús: «

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Padre nuestro»

Mira libros similares a Padre nuestro. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Padre nuestro»

Discusión, reseñas del libro Padre nuestro y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.