Presentado a:
Por:
Reflexiones para cada día del año
Sarah Young
Jesús
te llama
Disfruta de paz en su Presencia
© 2010 por Grupo Nelson®
Publicado en Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América.
Grupo Nelson, Inc. es una subsidiaria que pertenece
completamente a Thomas Nelson, Inc.
Grupo Nelson es una marca registrada de Thomas Nelson, Inc.
www.gruponelson.com
Título en inglés: Jesús te llama
© 2004 por Sarah Young
Publicado por Thomas Nelson, Inc.
Nashville, Tennesse, Estados Unidos de América
Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro podrá ser reproducida, almacenada en algún sistema de recuperación, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —mecánicos, fotocopias, grabación u otro— excepto por citas breves en revistas impresas, sin la autorización previa por escrito de la editorial.
A menos que se especifique, las citas bíblicas usadas en este libro
se han tomado de la Santa Biblia, Nueva Biblia al Día
© 2006, 2008 por la Sociedad Bíblica Internacional®.
Usadas con permiso. Todos los derechos reservados mundialmente.
Citas bíblicas marcadas «RVR1960» son de la Santa Biblia,
Versión Reina-Valera 1960 © 1960 por Sociedades Bíblicas en América
Latina, © renovado 1988 por Sociedades Bíblicas Unidas. Usada con
permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de la American
Bible Society y puede ser usada solamente bajo licencia
Editora General: Graciela Lelli
Traducción: Eugenio Orellana
Adaptación del diseño al español: www.Blomerus.org
ISBN: 978-1-60255-419-1
Impreso en Estados Unidos de América
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DEDICO JESÚS TE LLAMA A MI MADRE
cuyo estímulo me inspiró para perseverar en la preparación de este libro. Su apoyo me lo manifestó en maneras conmovedoras. Mantuvo mis manuscritos en su mesa de noche para poderlos leer por las mañanas. En una ocasión, mientras me encontraba viajando, me hacía preguntas casi diarias a través del fax. Después que murió a consecuencia de un cáncer, encontré porciones de mis escritos que había copiado a mano en su diario. Esta madre, que oró por mí en las buenas y en las malas incluyendo años de rebelión, abrió de par en par su corazón a mis escritos. Su deseo tantas veces expresado de escribir libros para niños nunca llegó a ser una realidad. Pero hay un sentido en el que ella ha escrito —a través de mí— este libro.
¡GRACIAS, NANI! TU LEGADO SIGUE VIVO.
Contents
Introducción
Jesús te llama
La primera vez que sentí la Presencia de Dios ocurrió en una forma de exquisita belleza. Me encontraba viviendo y estudiando en una comunidad cristiana de una pequeña villa en los Alpes franceses. Se trataba de una subsede de L’Abri, un ministerio internacional comenzado por Francis y Edith Schaeffer en Suiza. Durante mi estada en L’Abri me gustaba explorar los alrededores de la villa. A la hora del mediodía, el sol calentaba lo suficiente como para darse un baño no obstante que la gruesa capa de nieve tardaba en derretirse. El reflejo de los rayos del sol en la blancura de la nieve parecía estar limpiando mi mente de la oscuridad que me había mantenido cautiva durante años.
Diariamente me gustaba ascender a un cerro desde donde tenía una vista que deleitaba mi alma. Mientras permanecía en la cumbre, podía dejarme absorber por un panorama de una belleza indescriptible. Allá abajo, a mis pies, estaba la villa que había llegado a ser mi hogar. Vista desde la altura, se veía dominada por la torre alta de una iglesia. Al volverme en un giro de 180 grados, podía ver a lo lejos el lago Ginebra, enviando destellos como mensajes provocados por los reflejos de los rayos solares. Al mirar hacia arriba, veía los picos congelados de las montañas alpinas rodeándome. Al dar vueltas y vueltas sobre mí misma absorbía mucho más de lo que mis ojos y mi mente finita podían procesar.
Como hija de un profesor universitario, siempre me alentaron a que leyera y a que pensara por mí misma. Me había graduado en filosofía en Wellesley College y casi había completado los estudios para obtener una maestría en Tufts University. Unos pocos meses antes, mi hermano me había pedido que leyera el libro de Schaeffer Huyendo de la razón. Para mi sorpresa y deleite, aquel pequeño libro tenía las respuestas a una cantidad de preguntas que yo había decidido hacía tiempo que eran incontestables. Fue la integridad intelectual de la enseñanza de Schaeffer lo que me llevó a ese lugar. Aunque lo que me había llevado hasta allí era la búsqueda de la verdad, fue la gloriosa creación de Dios lo que me ayudó a abrir mi corazón a Él.
Una noche decidí salir del cómodo ambiente del chalet donde vivía y caminar, sola, por las montañas nevadas. Me interné en una zona boscosa, sintiéndome vulnerable y, a la vez, sobrecogida por el frío y la luz plateada de la luna. Me dolía un poco la garganta al aspirar el aire tan seco y puro. De repente, sentí como si una tibia neblina me envolviera. Sentí una amorosa Presencia y mi reacción espontánea fue exclamar: «Dulce Jesús». Decir esto era absolutamente contrario a mi modo de ser y de verdad me sorprendí al oír con la ternura con que me dirigía a Jesús. Al pensar en esta breve comunicación, entendí que era la reacción de un corazón convertido; en ese momento, entendí que le pertenecía a Él. Esto estaba mucho más allá de la respuesta intelectual que había estado buscando. Esto era una relación con el Creador del universo.
Al año siguiente, ya de vuelta en los Estados Unidos, tuve un nuevo encuentro con la Presencia de Jesús. Mi relación sentimental no andaba bien, lo que me hacía preguntarme si ser cristiano hacía mucha diferencia en la calidad de mi vida.
En ese tiempo trabajaba como escritora técnica en Virginia. Un día, mi jefe me anunció que quería que fuera a Atlanta para asistir a una conferencia. Lo acepté como parte de mi trabajo y sin mayor entusiasmo hice los arreglos para mi hospedaje en un hotel. Ya en Atlanta y sola en mi cuarto me sentí inundada por un fuerte sentimiento de soledad. Salí a la calle y, tratando de superar ese sentimiento, me puse a caminar sin rumbo fijo. Me detuve ante una mesa de libros instalada al lado de afuera de un negocio y mis ojos se detuvieron en Beyond Ourselves, de Catherine Marshall. Esa noche me lo leí. Y ya no me volví a sentir sola. Me arrodillé al lado de mi cama y sentí una abrumadora Presencia de paz y amor que me cubría por completo. Entendí que Jesús estaba conmigo y que simpatizaba con mi angustia. Sin ninguna duda que este era el mismo «dulce Jesús» con quien me había encontrado en los Alpes.
Durante los siguientes dieciséis años viví lo que muchos considerarían una vida cristiana ejemplar. Fui al Covenant Theological Seminary
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