José Antonio Rodríguez Torres
Macarena de Triana
Macarena de Triana
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Derechos reservados © 2017, respecto a la primera edición en español, por:
© José Antonio Rodríguez Torres
© Editorial Samarcanda
ISBN: 9788417103095
E-book: 9781524303389
Producción editorial: Lantia Publishing S.L.
Plaza de la Magdalena, 9, Planta 3, 41001, Sevilla
www.lantia.com
IMPRESO EN ESPAÑA-PRINTED IN SPAIN
Todo lo que siempre quisiste saber sobre las dos grandes
hermandades y nunca te atreviste a preguntar.
Autor: José A. Rodríguez Torres
Dedicatorias
A mi mami, Francisca Torres, que llorará leyendo esta dedicatoria. A mi papi, Diego Rodríguez, que como no pongan letra grande no lo leerá. A mi hermana Fátima por esas charlas viajeras. A mi hermana Mari Carmen, por su gran nobleza y que, de seguro, también soltará una lágrima. A mi hermano Diego que sonreirá y se pondrá a leerlo. A mi otro hermano Salva que dirá: « Las cosas del Torres » . A mi sobrino Abel para que siga siendo ese que es para mí y para que vayamos muchos Martes Santos a visitar Capillas y a San Benito. A mi sobrina Olga solo por ser ella, se merece una dedicatoria y las que vengan. A Paula y Marta que, aunque lejos, las tengo cerquita. A Ana Pérez mi hermana/cuñada. A Mayte Serrano, la persona que hace feliz a mi hermano y me ha dado una ahijada. A mí cuñado Rubén que buscará alguna excusa para criticar este libro. A mí cuñado Sergio que no lo leerá, o al menos se hará el remolón.
Gracias a todos mis amigos y amigas que habéis completado la encuesta. Sobre todo a la gente de la Facultad de Sociología que tanto han ayudado a expandir la misma. Gracias a los hermanos de la Macarena y de la Trianera que tanto me han ayudado.
Gracias al bar Arco y al Bar Santa Ana, sin ellos no habría sido posible este libro. Gracias también a José Antonio Fernández Cabrero por el tiempo que ha dedicado a este libro. Sin su ayuda habría sido imposible conocer tantas cosas de la Hermandad Macarena.
Soy sinceramente de Isabel Pozo, Carmen Cabello, Isa Lebrón, Ana Antonia Espinar, Francisco Natera, Araceli Benítez, Fátima Polo, Lola Márquez. También soy un muchito de Fernando Segura, Miguel Guerrero, Loli Cuevas, Mamen Guerrero, Inma Cabello, Mariprensi Montiel, Juan Cabello, Vero Hurtado y Julio Pérez. Soy muy mucho de Rosa García y de Dolo Moreno.
Gracias también a Agustín Bravo por haber confiado en mí y por ser conmigo de la forma que es. Los grandes se muestran cada día. Y tú lo eres.
Y desde aquí mandar un beso para que llegue tan alto y lo coja la gente que me falta, como mi Paca Bernal, mi primo Adri Rosa, mi amigo Francisco José Cobos, esa niña de mis ojos que era Ana Andrade, mi Rosarito Macho y la gran Manolita Corona. Y, por supuesto, mi abuela, que siempre va conmigo.
Y no puedo olvidar, ni quiero, a Dani Pinilla, el editor que me aguanta largas conversaciones por WhatsApp y que me anima a seguir haciendo cosas como estas. Graccie signore por tutto.
“Sevilla tuvo una niña,
y le pusieron Triana;
la bautizaron en el Río
los gitanos de la Cava”.
Poema popular
En mi vaso la luna redonda,
¡diminuta!, se ríe y tiembla.
Pepín: ahora mismo en Sevilla
visten a la Macarena.
Pepín, mi corazón tiene
alamares de luna y de pena.( )
Federico García Lorca: Tardecilla del Jueves Santo, 1924
Qué alegría, una ciudad con dos Esperanzas
tan guapas, tan morenas, tan andaluzas.
Federico García Lorca, Sevilla 1935
Prólogo
En el año 2015 un amigo de Madrid se propuso venir a conocer la Semana Santa de Sevilla. En realidad no teníamos una amistad real, sino más bien virtual. Nos conocíamos de la carrera. Pero por la UNED me refiero. Debido a ello, coincidíamos en el chat de la Facultad sobre Filología Hispánica que dicha Universidad a distancia tenía como servicio para los estudiantes. En él, aparte de los exámenes, había un grupo creado para que pudiésemos hablar entre nosotros y comentarnos cosas, cuestiones y dudas de las que aparecían en cualquiera de las materias concurrentes. Allí se unía peña de todos lados y de variadas generaciones. Pero con este amigo, Ismael, mantuve charlas más interesantes sobre literatura, autores y cultura en general. Este amigo del que hablo tenía una mujer ecuatoriana y querían conocer Sevilla. Sobre todo porque a ella su madre siempre le cantaba esa copla de Rocío Jurado que dice: Sevilla, verde claridad sonora. / Verde tierra, azul el aire/ donde el agua adormecida/de una torre se enamora . Su madre falleció hacía apenas unos años, poco antes de ella venirse para España y vivir su vida en amor en los brazos de este mi amigo. Tampoco quiero contar su love story , que no es el caso. Pero bueno, podría decir que se conocieron en los tiempos del Messenger, como tanta gente, lo que pasa que estos dos sí dieron el paso y un día él se presentó allí, en la provincia de Pichincha, y la sorprendió. Y hasta ahora. Bueno, pues estos tortolitos, que vivían su luna de miel, y no en el sentido literal de la palabra, sino que estaban efusivos de amor e iban todo el día como una lapa, vendrían a visitar Sevilla en el ya pasado 2015 previo a la Semana Grande.
Él era funcionario del Estado de la rama administrativa y, al igual que yo, había estudiado Filología Hispánica por puro placer. Llevábamos de charlas a través de chats y esas cosas por lo menos diez años. Ya habíamos cambiado el chat por el whatsApp y el Facebook. Terminamos ambos la carrera en 2007 y no nos habíamos visto las caras aún. Cosas de las amistades internaúticas . Me avisaron días antes de que ya tenían cogido un hotel y, bueno, les dije lo de siempre, que para qué habían pillado uno, que podrían haberse quedado en casa y tal, pero menos mal, porque esto es algo que siempre se dice pero que relaja un muy mucho cuando sabes que tienen cobijo. Y no me lo nieguen. Bueno, pues ellos con el hotel cogido cerca de Santa Justa, se vinieron para acá. Llegaron el jueves por la noche y yo me pedí el Viernes de Dolores como asuntos propios para hacerles de guía. Estarían hasta el Martes Santos pues luego querían irse unos días a Ecuador. Les hice un planning más o menos básico y que consistía en algo tan genérico como visitar capillas. En realidad, planear esto en Viernes de Dolores es una locura pues se llenan de institutos porque, como es el último día lectivo antes de las fiestas, es un no parar de muchachada que, junto con los profes y los compis de clase, abarrotan las iglesias y los templos donde tienen sede las hermandades. Primero, los llevé al Gran Poder. Ella lloró lo que no está en los escritos mirando la imagen y la profundidad del Señor de Sevilla. Un detalle ―antes de seguir contando la visita y lo que me llevó a escribir esto: ―no soy muy capillita. La Semana Santa me gusta en su justa medida, pero no poseo esa capacidad para estar esperando, para conocer los detalles de una chicotá y ni tan siquiera sé si es bonita o no la revirá . En realidad soy un profano del tema. Me apasionan ciertas imágenes pero como me puede gustar ver el Guernica o Las Meninas o algún cuadro del Museo Van Gogh e incluso las pinturas de Antonio de Felipe y las canciones de David Bowie y The Cure. Por tanto, quiero dejar claro mis conocimientos cofrades mínimos, nimios y básicos y cuando lean este libro entenderán cuán grande ha sido mi investigación. Cualquier chaval de los de hoy en día me pega un repaso que me deja bizco en medio de una conversación de tal menester. Esto que quede claro. Por tanto, todo lo que en este libro aparece es pura y dura investigación por lo que, espero, entiendan el esfuerzaco .
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