• Quejarse

Rosayra Pablo Cruz - El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera

Aquí puedes leer online Rosayra Pablo Cruz - El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2020, Editor: HarperCollins, Género: Religión. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Rosayra Pablo Cruz El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera

El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Uno de los libros más destacados del verano 2020 según las revistas Time y People

USA TODAY: «El libro de Rosy es uno de los cinco libros más relevantes».

Parade: «Uno de los mejores libros para leer este verano».

Shondaland: «Esta historia es un manual para el activismo del día a día».

«[El libro de Rosy] ofrece esperanzas ante probabilidades desconcertantes». — Uno de los libros más anticipados del verano 2020 según la revista Elle

«Una autobiografía inolvidable [...] que narra la lucha a la que se enfrentan muchas familias que son separadas en la frontera entre Estados Unidos y México». —Libro DESTACADO por Publishers Weekly

«La inquietante y elocuente historia de una guatemalteca en búsqueda de una vida mejor». —Libro DESTACADO por Kirkus

Una historia conmovedora sobre dos madres marcadas por la crisis migratoria: una guatemalteca que ha sido separada de sus hijos y la estadounidense que la ayuda a reunirse con su familia.

Cuando Rosayra Pablo Cruz tomó la desgarradora decisión de buscar asilo en Estados Unidos con sus dos hijos, sabía que la travesía sería difícil, peligrosa y probablemente mortal. Pero la violencia rampante en Guatemala era insostenible; Rosy sabía que su familia sólo sobreviviría si migraba al norte.

Tras un peligroso viaje que los deja deshidratados, hambrientos y exhaustos, Rosy y sus hijos logran llegar a Arizona. Pero casi inmediatamente son separados a la fuerza por los oficiales gubernamentales del Departamento de Seguridad Nacional bajo la política «tolerancia cero».

Rosy y Julie Schwietert Collazo, la fundadora de Immigrant Families Together (Familias Inmigrantes Juntas), la organización comunitaria creada para reunir a madres con sus hijos, cuentan su historia y desvelan las crueles condiciones de los centros de detención, la insoportable ansiedad que padeció Rosy al ser separada de sus hijos y cómo la Fe y el amor la ayudaron a sobrellevar sus momentos más oscuros.

Un retrato insólito y cautivante de las consecuencias que las políticas inhumanas infligen sobre los inmigrantes que cruzan la frontera estadounidense y de los lazos inquebrantables de la familia, la Fe y la comunidad.

«Un libro que evidencia la compasión de los desconocidos y revela que, en estos tiempos tan desconcertantes, las historias aún tienen el poder de potenciar nuestra empatía y comprensión. Esta historia te cambiará para siempre». —J. Courtney Sullivan, autora de Saints for All Occasions

«El libro de Rosy es una crónica valiente sobre uno de los momentos más vergonzosos de la historia de los Estados Unidos». —Christopher Soto, autor de Sad Girl Poems

Rosayra Pablo Cruz: otros libros del autor


¿Quién escribió El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Contenido

Guide

Contenido

—Rosayra Pablo Cruz.

Cuando se dice con amor, mi nombre de pila fluye con facilidad. Las erres caen en cascada sobre las vocales como las aguas cristalinas del río Azul de Guatemala sobre las piedras lisas. Pero la voz de la celadora es brusca y tajante, suena enojada. No es su trabajo ser amable, ni pensar en los nombres de las internas que ocupamos las celdas del Centro de Detención Eloy en Arizona. Sólo somos apellidos y números. Nueve números que, al ser introducidos en la base de datos de inmigración, pueden decirte quiénes somos, de dónde venimos y cuándo nacimos.

Lo que no pueden decirte es que hace treinta cinco años, y a más de tres mil kilómetros de distancia, mi madre, Fernanda Cruz Pablo, dio a luz en casa, en un parto que duró casi doce horas, muchas de ellas en una oscuridad sólo atravesada por el parpadeo de un fuego hecho con ramas de ocote, un árbol de hoja perenne que suelta una fragancia de pino al arder. Refugio, una de las parteras del pueblo, se sentó a su lado y la ayudó a prepararse para el empujón final. Cuando nací, mi madre pidió a Dios que me bendijera y cuidara, y que, si podía permitirse tal atrevimiento, hiciera mi vida un poco más fácil de lo que había sido la suya hasta ese momento.

La celadora vuelve a llamarme con tono aún más severo.

—PABLO CRUZ, TIENES VISITA.

La observo con incredulidad mientras me revuelvo en la litera inferior de mi estrecha celda. Niego con la cabeza. No, no es posible que tenga visita. No conozco a nadie en Arizona. No he seguido el consejo de mis compañeras detenidas; no he contactado a un abogado para que me ayude, ni siquiera después de que mi compañera de celda gastara su dinero en una llamada a mi familia en Guatemala, rogándoles que me convencieran de pedir ayuda legal. «Rosayra», me susurró, «llama cuando menos. ¡A ver si puede ayudarte! ¡No pierdes nada!»

«¿Y para qué?», pensé, y le repetí esa pregunta a mi hermana mayor, Elvira, cuando por fin logramos hablar por teléfono. No tengo dinero para pagar un abogado y mi familia tampoco. De hecho, nos endeudamos para que yo pudiera venir a Estados Unidos con mis hijos, y todos estamos bajo la presión de pagar esos préstamos, con intereses, lo antes posible. Mientras más pronto pueda salir de aquí, más pronto podré estar con mis hijos, solicitar asilo y obtener un permiso de trabajo. Una vez que lo adquiera podré ganar algo de dinero, pagar mis deudas y asegurarme de que mi familia estará bien. El proceso no será fácil, lo sé, pero cada día que paso en este lugar significa estrés para mi familia, porque se preocupan por mi deuda. Cada día que paso aquí los pone en riesgo, ya que en mi país las deudas pendientes pueden implicar una sentencia de muerte.

Esta es la realidad de casi todos los migrantes centroamericanos que huyen a Estados Unidos. Casi nadie tiene dinero para hacer el viaje por su cuenta, así que lo piden prestado a personas que sí lo tienen. Luego están obligados a pagarlo, puede sumar miles de dólares con intereses. Uno no entiende lo rápido que se acumulan esos intereses hasta que no has tenido que recurrir a un trato semejante y vivir con la ansiedad de cumplir con los plazos de pago.

—¡VAMOS, Pablo Cruz!

La miss —el nombre que usamos para todas las celadoras—parece molesta de verdad.

Debe ser un error. La idea de que alguien haya viajado a esta polvorienta ciudad desértica, a esta prisión privada para migrantes sólo para verme es inconcebible.

Pero la miss insiste. Quizá es un amable voluntario del Programa de Visitas a Centros de Detención de Casa Mariposa. Nunca habían venido a verme, pero escriben cartas a mujeres detenidas y vienen semanalmente, un necesario recordatorio de que al menos un puñado de personas fuera de estas paredes y alambres de púas saben y se preocupan por lo que sucede aquí dentro.

Salgo de la celda con los tenis de lona que me dieron aquí; resuenan en el piso, aletean inútilmente como las alas rotas de un pájaro. Uno es de color más claro que el otro, desgastado por el uso en los distintos pies que los han llevado. No tenemos nada nuevo; todo es usado, cada objeto cuenta las historias y el dolor de las personas que nos precedieron.

Ninguno de los zapatos tiene cordones. Las únicas que los llevan en Eloy son las celadoras en sus botas. Los cordones pueden ser armas; podrían usarse para herir a otra detenida, para asfixiar o para colgarse, víctima de la desesperación, como se comenta entre susurros. Esas historias no me sorprenden. En el poco tiempo que llevo aquí he visto a mujeres enloquecer hasta la histeria. Se enroscan en sus literas y se niegan a abandonar las celdas. Lloran sin cesar, como si sus cuerpos fueran un pozo sin fondo lleno de lágrimas. Las he visto apagarse, convertidas en el cascarón de lo que solían ser. Las he visto perder su deseo de luchar, de seguir adelante. Es aterrador presenciar lo rápido que esto ocurre; es escalofriante darte cuenta que nada de lo que digas o hagas podrá traerlas de vuelta de la locura.

Esa locura, esa salvaje locura... puedo avistar su perfil oscuro como si se acercase a los contornos de mi ser. Es como estar de pie en un gran sembradío de maíz y percatarse de que una tormenta gana fuerza; las furiosas nubes se hacen cada vez más grandes y ganan velocidad frente a tus ojos, justo antes de soltar una lluvia violenta que se dirige hacia ti. En mi interior, trato de mantener la oscuridad bajo control, por fuerza voluntad. Al llegar aquí me di cuenta de que, para sobrevivir al encierro, me haría falta fortaleza mental y emocional. No me he vuelto insensible, pero tampoco quiero llorar. Si empiezo, tal vez no pueda parar. Sufro por mis dos hijos, por supuesto, pero si dejo salir las lágrimas me convertiré en una de esas mujeres al borde del precipicio, y entonces, ¿qué podré hacer para recuperar a mis niños, los que me han arrebatado?

En la sala de visitas estudio los rostros pero no reconozco ninguno, así que espero que la miss me indique quién me visita. Levanta el dedo y señala a un hombre alto y delgado con un buen traje y un elegante sombrero de paja. Parece latino, y más tarde sabré que también es inmigrante, de Nicaragua. Hojea el fajo de papeles desorganizado que tiene delante.

—¿Quería verme? —le pregunto.

—¿Cómo se llama?

—Rosayra Pablo Cruz.

—A ver: Pablo Cruz, Pablo Cruz, Pablo Cruz... —Levanta la mirada de los papeles—. No, lo siento. Usted no está en mi lista.

Lo observo sin entender.

—No sé, pero me dijeron que viniera a verlo —le explico.

—Venga —dice, señalando una silla—. Siéntese. Hablemos.

José Orochena se presenta. Me explica que es un abogado de Nueva York que trabaja con un grupo de madres activistas, quienes han reunido grandes sumas para pagar fianzas a madres como yo, separadas de nuestros hijos en la frontera debido a una política llamada «tolerancia cero». Empezaron a recaudar dinero el 25 de junio y esperaban cubrir la fianza de una sola, pero hay tantos estadounidenses enojados con esta política que al final juntaron lo suficiente para cubrir otras fianzas. Me cuenta que la política de tolerancia cero pretendía desalentar de buscar asilo en Estados Unidos a quienes huimos de la violencia en Centroamérica, y entró en vigor el 6 de abril de 2018. Yo crucé la frontera entre México y Estados Unidos junto con mis hijos diez días después, el 16 de abril. De haber llegado apenas once días antes, nuestra historia habría sido muy diferente a la que cuento ahora.

Ninguna de las detenidas en Eloy conocíamos esta política antes de emprender el viaje. Jamás escuchamos noticia alguna al respecto en nuestros pueblos y ciudades. Las noticias de la noche, para aquellos que tenemos televisor, se centran en los acontecimientos locales: la muerte más reciente, relacionada con una extorsión a manos de las pandillas, o algún terrible accidente de carretera, con un video que muestra el escalofriante momento del impacto una y otra vez mientras el presentador habla como si narrara un divertido evento deportivo. Quienes huimos de nuestros países de origen durante el periodo de tolerancia cero llegamos a la frontera con esperanza —algunos habíamos intentado cruzar en otras ocasiones; otros, como yo, lo logramos a la primera—, sólo para que nos separaran de nuestros hijos sin previo aviso. Muchas de las mujeres encarceladas aquí ni siquiera pudieron despedirse de ellos.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera»

Mira libros similares a El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera»

Discusión, reseñas del libro El Libro de Rosy (The Book of Rosy): La historia de una madre separada de sus hijos en la frontera y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.