Introducción
M e llamo Nick Vujicic (mi apellido se pronuncia: “voy-achich”). Tengo veintisiete años y nací sin extremidades. Sin embargo, mis circunstancias no me han limitado. Me dedico a viajar por el mundo para motivar a millones de personas a sobreponerse a la adversidad: a que lo hagan con fe, esperanza, amor y valor para que puedan alcanzar sus sueños. En este libro compartiré contigo la forma en que he lidiado con el infortunio y los obstáculos. Algunos de estos obstáculos son inherentes a mi condición, pero, en su mayoría, son universales y nos afectan a todos. Mi objetivo es motivarte a vencer tus propios desafíos y dificultades para que puedas encontrar tu propósito personal , así como el camino hacia una vida completamente buena.
Es muy común sentir que la vida es injusta; las circunstancias y los momentos difíciles pueden detonar la duda y la desesperación, lo sé bien. Pero la Biblia dice: “Siempre que enfrentes tribulaciones, recíbelas como si fueran alegría pura”. Me costó muchos años aprender este tipo de lección. Finalmente pude entenderlo, y ahora, a través de mis experiencias, puedo ayudarte a ver que la mayoría de los problemas que enfrentamos nos ofrecen la oportunidad de descubrir quiénes debemos ser y cuáles de nuestros dones podemos compartir para beneficiar a otros.
Mis padres son cristianos devotos, sin embargo, cuando nací sin brazos ni piernas se preguntaron qué era lo que Dios había planeado al crearme. Al principio asumieron que no habría esperanza ni futuro para alguien en mis condiciones, que nunca podría tener una vida normal o productiva.
No obstante, hoy mi vida es mucho más grande de lo que pude haber imaginado. Todos los días conozco a gente nueva a través del teléfono, el correo electrónico, los mensajes de texto y de Twitter. La gente se me acerca en los aeropuertos, hoteles y restaurantes. Me abrazan, me dicen que, de alguna manera, he tocado sus vidas. He sido profundamente bendecido. Soy espectacularmente feliz.
Mi familia y yo nunca previmos que mi discapacidad —mi “carga”— también podría ser una bendición, que me ofrecería oportunidades inigualables de contactar a otros, de desarrollar empatía con ellos, de comprender su dolor y ofrecerles consuelo. Por supuesto, yo tengo desafíos particulares, pero también cuento con una familia amorosa, una mente muy alerta y con una fe profunda y perdurable. A lo largo de este libro seré honesto, compartiré contigo el hecho de que mi fe y mis propósitos se fortalecieron sólo después de haber atravesado momentos bastante aterradores.
Verás, cuando entré en los difíciles años de la adolescencia, el tiempo en que todos nos preguntamos cuál es nuestro sitio, mis circunstancias me causaron desesperación, la sensación de que nunca sería “normal”. No había manera de ocultar que mi cuerpo era diferente al de mis compañeros de clase. Aunque traté de realizar actividades ordinarias como nadar y andar en patineta, sólo lograba darme cuenta, cada vez más, de que sencillamente había cosas que nunca podría hacer.
Claro que tampoco fue de gran ayuda que algunos chicos crueles me llamaran “fenómeno” y “alienígena”. Por supuesto, soy demasiado humano y deseaba ser como los demás a pesar de que no tenía gran oportunidad de lograrlo. Quería que me aceptaran, pero sentía el rechazo. Quería pertenecer, pero no parecía ser posible. Al final, me había topado con un muro.
Me dolía el corazón, estaba deprimido y los pensamientos negativos me abrumaban; no le encontraba ningún sentido a mi existencia. Incluso cuando estaba rodeado por mi familia y amigos, me sentía solo. Me preocupaba ser siempre una carga para aquellos a quienes amaba.
Pero estaba muy, muy equivocado. Podría llenar un libro enumerando todo lo que ignoraba en aquellos días oscuros: un libro como el que sostienes ahora. En las siguientes páginas te ofreceré métodos para encontrar esperanza aun en medio de los arduos desafíos y las peores tribulaciones. Voy a iluminar el camino que lleva al otro lado de la pena, ahí en donde puedes resurgir con más fuerza, determinación y poder para buscar la vida que deseas y, tal vez, para que incluso encuentres una vida más grande de lo que te imaginas.
Si tienes el deseo y la pasión para hacer algo y si esa es la voluntad de Dios, lo lograrás . La anterior es una frase muy poderosa, pero, para ser honestos, yo no siempre creí en mí. Si has visto alguna de mis pláticas en internet, te puedo decir que la felicidad que ahí muestro y que brilla a través de esos videos es resultado de un viaje que he realizado. Al principio no tenía todo lo que necesitaba, por lo que tuve que conseguir varios atributos importantes en el camino. Descubrí que para vivir sin límites, necesitaba lo siguiente:
• Un poderoso sentido de mi propósito.
• Esperanza inquebrantable.
• Fe en Dios y en las posibilidades infinitas.
• Amor y autoaceptación.
• Actitud con altitud.
• Un espíritu valeroso.
• Disposición a cambiar.
• Un corazón confiado.
• Ansia de oportunidades.
• La habilidad de evaluar riesgos y de reírme de la vida.
• La misión de servir primero a otros.
Cada capítulo de este libro se enfoca en uno de estos atributos. Los he explicado de forma que puedas aplicarlos en tu propio viaje hacia una vida plena y llena de significado. Te los ofrezco porque comparto el amor que Dios tiene por ti y porque deseo que experimentes todo el gozo y la plenitud que Él te ha asignado.
Si tú eres una de las muchas personas que luchan a diario, recuerda que, más allá de mis batallas, a mí me esperaba un propósito en la vida. Ese propósito ha demostrado tener un alcance mucho, mucho, muchísimo más grande del que yo jamás hubiera imaginado.
Podrás encontrarte con momentos difíciles, podrás caer y sentir que no tienes la fuerza para levantarte: yo conozco esa sensación porque todos la hemos experimentado. La vida no siempre es fácil, pero cuando nos sobreponemos a los desafíos nos hacemos más fuertes y agradecemos las oportunidades que se nos han presentado. En realidad, lo que más importa son aquellas vidas que tocas a lo largo del camino y la manera en que terminas tu viaje.
Yo amo mi vida tanto como tú la tuya. Juntos, podemos lograr más, el número de posibilidades que nos esperan es ridículo. Así que, ¿qué dices?, ¿lo intentamos, amigo?
UNO
SI NO PUEDES OBTENER UN
MILAGRO, CONVIÉRTETE EN ÉL
U no de los videos más populares que tengo en YouTube muestra escenas en las que ando en patineta, surfeo, toco música, golpeo una pelota de golf, me caigo, me levanto, hablo ante el público y, lo mejor de todo, recibo abrazos de todo tipo de gente.
En general, todas las actividades que describí anteriormente, son tan comunes que casi cualquiera las puede realizar, ¿no es verdad? Entonces, ¿por qué crees que el video ha sido visitado millones de veces? Mi teoría es que la gente se siente atraída porque, a pesar de mis limitaciones físicas, vivo como si no tuviera límites.
Por lo general, la gente espera que alguien con una discapacidad severa sea inactivo, que tal vez esté enojado, incluso, que sea reservado. A mí me gusta sorprenderlos al mostrarles que llevo una vida bastante llena de aventura y plenitud.
Aquí te muestro un comentario típico entre los cientos que se han hecho del video: “Al ver a este tipo tan feliz, me pregunto ¿por qué diablos siento tanta pena por mí, a veces?, o ¿por qué siento que no soy suficientemente atractivo, divertido o LO QUE SEA? ¡¿Cómo puedo siquiera tener esos pensamientos cuando este hombre vive sin miembros y aun así es FELIZ?!”