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Geografías afectivas Desplazamientos, prácticas espaciales y formas de estar juntos en el cine de Argentina, Chile y Brasil (2002-2017)
Irene Depetris Chauvin
Publicado por
Latin America Research Commons
www.larcommons.net
larc@lasaweb.org
© Irene Depetris Chauvin 2019
Primera edición: 2019
Diseño de tapa: Milagros Bouroncle
Diagramación de versión impresa: Lara Melamet
Diagramación de versión digital: Siliconchips Services Ltd.
Corrección: Martín Vittón
ISBN (Físico): 978-1-7340289-8-0
ISBN (PDF): 978-1-7340289-9-7
ISBN (EPUB): 978-1-951634-00-1
ISBN (Mobi): 978-1-951634-01-8
DOI: https://10.25154/book3
Esta obra tiene permiso para ser publicada bajo la licencia internacional Creative Commons Attribution CC BY-NC 4.0. Para ver una copia de este permiso, visite https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/ o envíe una carta a Creative Commons, 444 Castro Street, Suite 900, Mountain View, California, 94041, Estados Unidos. Esta licencia permite el uso de cualquier parte del trabajo mientras se lo cite de forma correspondiente y restringe su uso con fines comerciales.
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Cita sugerida:
Depetris Chauvin, I. 2019. Geografías afectivas. Desplazamientos, prácticas espaciales y formas de estar juntos en el cine de Argentina, Chile y Brasil (2002-2017) . Pittsburgh, Estados Unidos: Latin America Research Commons. DOI: https://10.25154/book3. Licencia: CC BY-NC 4.0
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A mi madre Silvia, porque me inculcó el deseo de redimensionar la habitabilidad de cualquier espacio.
A mi sobrina Malba, la más sensible voyageuse .
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Agradecimientos
Agradecer es revisitar un mapa tejido a partir de itinerarios y azarosos encuentros. Es también hacer visible nuestro archivo intelectual y afectivo que, como sugiere Sara Ahmed, resulta de múltiples formas de contacto: aquellas institucionales (universidades, bibliotecas, eventos académicos, libros), que se autorizan en las referencias, y aquellas formas cotidianas de encuentro (amigos, familiares, militancias, hobbies ) que aun cuando son borradas siempre dejan huella.
La investigación que dio lugar a este libro resultó de varios desplazamientos: el cambio de país de residencia, la adaptación a un nuevo espacio institucional, la redefinición de mi adscripción disciplinar, el extraño redescubrimiento del español en la escritura. Tras ocho años en el exterior, me reincorporé a la vida académica en Argentina gracias al programa de repatriación que me permitió ingresar a la Carrera de Investigación en el Conicet. Mi primer agradecimiento es a esta institución, y a Gonzalo Aguilar y Luciana di Leone, quienes me impulsaron a tomar este paso. Si bien el tema de este libro se diferencia mucho de las áreas en las que desarrollé mi investigación durante la maestría y el doctorado, deseo agradecer a Debra Castillo, quien durante mi estancia en la Universidad de Cornell me sugirió lo que serían mis primeras lecturas sobre teoría de los afectos, y a Myrna García-Calderón y Renato Cordeiro Gomes cuyos seminarios sobre imaginarios urbanos en la literatura me incitaron a pensar sobre las relaciones entre espacialidad y cultura.
Muchos colegas, estudiantes y amigos han contribuido a este volumen de innumerables formas. Mi regreso a la Argentina, y el inicio de un nuevo proyecto de investigación, se vio extraordinariamente facilitado por el cálido recibimiento que encontré en dos grupos de discusión sobre el “giro afectivo”. El núcleo de estudios sobre la intimidad y los afectos de FLACSO-Buenos Aires, coordinado por Ana Abramowski, y el Seminario sobre Género Afectos y Política (SEGAP, FFYL, UBA), coordinado por Cecilia Macón. Este libro no habría sido posible sin la discusión que se viene dando en estos ámbitos donde las inquietudes se traducen en trabajo colectivo y la vida académica en tejidos de afectos. Estoy particularmente en deuda con Mariela Solana, Daniela Losiggio, Nayla Vacarezza y Francisco Lemus: sus propios proyectos sobre afectos y política, los estudios queer y la melancolía me han ayudado a pensar el cine contemporáneo. También, a veces, uno tiene que confiar en la bondad de los extraños. Mi abordaje de la espacialidad en el cine se vio beneficiado por el diálogo constante con Carla Lois, el cual se inició con una “cita a ciegas” en un café de anacrónica estética menemista en el barrio de Villa Crespo. Sus modos de entender los mapas y el mapeo transformaron radicalmente muchas de mis primeras impresiones, algo dicotómicas, en torno a las prácticas espaciales y la posibilidad de una agencia.
A lo largo de los años, partes de este libro fueron elaboradas como conferencias y presentaciones para simposios a los que fui invitada. Agradezco a Cecilia Sosa, quien en marzo de 2014 organizó el Coloquio Espacios de Memoria en el Cono Sur. Nuevos Afectos, Nuevas Audiencias. Diálogos Transculturales Frente al Duelo; a Ignacio Agüero, quien me invitó en mayo del mismo año a participar del ciclo Acoso multilateral al cine de Raúl Ruiz, en la Universidad de Chile. Durante 2015 y 2016, en dos visitas a Chile, Rubí Carreño, Paulina Daza y Catalina Green-Forttes me permitieron presentar parte de mis reflexiones en curso sobre afectos y estética en la Universidad Católica de Santiago y luego en la de Valparaíso. Agradezco también a Raúl Rodríguez Freire por sus referencias sobre las texturas en el cine. Una primera reflexión sobre el agua como espacio de memoria se vio beneficiada por los comentarios de los participantes de Dis/Placed Visualities, taller de la sección de Estudios visuales de LASA organizado por Joaquín Barriendos Rodríguez, Lisa Blackmore, Kevin Coleman en el Center for Latin American and Caribbean Studies, New York University, durante marzo de 2016. Agradezco en particular a Kaitlin Murphy y Gabriela Zamorano por sus lecturas atentas. Wenceslao Oliveira y Verónica Hollman me invitaron a discutir sobre formas no representacionales de abordar el espacio en el Seminario de la Red Internacional Imagens, Geografias e Educação durante agosto de 2017. Otro espacio de discusión interdisciplinaria que resultó fundamental en las últimas etapas de este proyecto, y que me abrió al mundo de la antropología visual, fue el Simposio Prácticas artísticas y científicas en torno a desplazamientos, visualidades y artefactos (siglos XIX - XXI ), organizado por Mariana Giordano y Anne Gustavsson en el Instituto de Investigaciones Geohistóricas (Conicet-UNNE) de Resistencia, Chaco, durante septiembre de 2017. Agradezco también a Mariano Véliz su invitación para participar en el Simposio de Cine Latinoamericano ese mismo año y al Grupo de Historia y Epistemología de las Cartografías e Imágenes Técnicas (GHECIT), que me permitió discutir sobre cine y mapeo en una conferencia del Ciclo Episodios Cartográficos, que tuvo lugar en el Instituto de Geografía de la Universidad de Buenos Aires en agosto de 2018.
Tengo una gran deuda tanto con los estudiantes de los cursos de posgrado que impartí en la Universidad Alberto Hurtado, la Universidad de General San Martín y la Universidad de Buenos Aires como con los directores de las películas. Ambos me permitieron pensar y cuestionarme varias veces sentidos comunes, y mis propias ideas, acerca del espacio y de los afectos. También quiero agradecer a esos colegas y amigos que, durante muchos años, han comentado, discutido, inspirado o acompañado la escritura de estas páginas. El intercambio de lecturas, las traducciones y diálogos con Natalia Taccetta y Magalí Haber sobre cine, medios de comunicación, redes, las corrientes New Age o la vida, modularon una atmósfera feliz y productiva. En diversos contextos, las conversaciones sobre cine, literatura, viajes, islas y continentes helados que mantuve con Rosario Hubert, Julieta Vitullo, Edgardo Dieleke, Fernanda Alarcón y Claire Allouche han sido una fuente de satisfacción y descubrimiento. Agradezco también a Christian Ramírez, Valeria de los Ríos e Ignacio Agüero por las sugerencias sobre cine chileno en el momento de armar el corpus inicial del trabajo. Desde São Paulo, Natalia Christofoletti Barrenha y Cristina Alvares Bescow me han recomendado y facilitado materiales sobre cine brasileño una y otra vez.