—Jack —dijo Annie en voz baja—. Están mirando para acá. Creo que saben que estamos en la casa. Jack miró por encima del marco de la ventana. Sus ojos se toparon con la mirada oscura del ninja más alto. —¡Eh… ustedes! —gritó uno de ellos.
Y se dirigió rápidamente hacia el árbol. El otro ninja corrió detrás de él. —¡Oh, no! —exclamó Annie. —¡Tenemos que irnos de aquí! —dijo Jack—. ¿Dónde está el libro de Pensilvania? Desesperados, los niños buscaron a su alrededor. Pero, ¿dónde estaba? Sin el libro, jamás podrían regresar a su casa.
Allí estaba el dibujo del bosque de Frog Creek. La casa del árbol #5 La noche
de los ninjas Mary Pope Osborne
Ilustrado por Sal Murdocca
Traducido por Marcela Brovelli Para Penn Sultan LA NOCHE DE LOS NINJAS Spanish translation copyright © 2004 by Lectorum Publications, Inc.
Originally published in English under the title
MAGIC TREE HOUSE #5: Night of the Ninjas
Text copyright © 1995 by Mary Pope Osborne.
Illustrations copyright © 1995 by Sal Murdocca. All rights reserved under International and Pan-American Copyright Conventions. No part of this book may be reproduced or transmitted in any form or by any means, electronic or mechanical, including photocopying, recording, or by any information storage or retrieval system, without permission in writing from the Publisher. For information regarding permission, write to Lectorum Publications, Inc., 205 Chubb Avenue, Lyndhurst, NJ 07071. Published by arrangement with Random House Children’s Books, a division of Random House, Inc., 1745 Broadway, New York, NY 10019.
MAGIC TREE HOUSE ®
Is a registered trademark of Mary Pope Osborne, used under license. 978-1-930332-66-9 Printed in the U.S.A. Library of Congress Cataloging-in-Publication Data Osborne, Mary Pope. [Night of the Ninjas. Spanish] La noche de los ninjas / Mary Pope Osborne ; ilustrado por Sal Murdocca ; traducido por Marcela Brovelli. cm. — (La casa del ábol ; #5) Summary: The magic tree house takes Jack and Annie back in time to feudal Japan where the siblings learn about the ways of the Ninja. — (La casa del ábol ; #5) Summary: The magic tree house takes Jack and Annie back in time to feudal Japan where the siblings learn about the ways of the Ninja.
ISBN 1-930332-66-1 (pbk.) [l. Time travel — Fiction. 2. Magic — Fiction. 3. 4. 4.
Japan — History — Fiction. 5. Spanish language materials.] I. Murdocca,
Sal, ill. II. III. III.
Title.
PZ73.07495 2004-03-05
[Fic] — dc22 2004001719 e-ISBN: 978-1-941802-40-3 Índice Prólogo Un día de verano, en el bosque de Frog Creek, Pensilvania, de pronto, apareció una casa de madera en la copa de un árbol. Jack, un niño de ocho años, y su hermana, de siete, al pasar por allí, treparon al árbol para ver la casa de cerca. Al entrar, se encontraron con un montón de libros desparramados por todos lados. Muy pronto, Annie y Jack descubrieron que la casa del árbol tenía poderes mágicos, capaces de llevarlos a los sitios ilustrados en los libros con sólo apoyar el dedo sobre el dibujo y pedir el deseo de ir a ese lugar. Annie y Jack viajaron a la época de los dinosaurios, a la Vieja Inglaterra, al Antiguo Egipto y, también, visitaron un barco pirata. Durante sus viajes, Annie y Jack descubren que la casa del árbol pertenece a Morgana le Fay, una bibliotecaria con poderes mágicos que, desde la época del Rey Arturo, viaja a través del tiempo y del espacio en busca de libros para su colección.
Annie y Jack están a punto comenzar una nueva aventura en… La noche de los ninjas. De nuevo
en el bosque —Vayamos a ver otra vez, Jack. Annie y su hermano iban camino hacia su casa, de regreso de la biblioteca. Para llegar al hogar, inevitablemente, tenían que pasar por el bosque de Frog Creek. —Pero ya fuimos a ver esta mañana —dijo Jack resoplando—. Y ayer. —Está bien, entonces iré sola —contestó Annie. —Está bien, entonces iré sola —contestó Annie.
Y se internó en el bosque. —¡Espera! Ya casi es de noche —gritó Jack—. Tenemos que regresar a casa. Pero Annie se esfumó entre los árboles sin escuchar a su hermano. Jack se quedó parado en el lugar, mirando el bosque. Había empezado a perder las esperanzas.
Tal vez, nunca más volvería a ver a Morgana le Fay. Las semanas pasaban una tras otra y aún no había rastro de la casa del árbol y mucho menos de Morgana. —¡Jack! —El grito de Annie quebró el silencio—. ¡Está otra vez aquí! “Seguro que trata de engañarme, como de costumbre”, pensó Jack. Sin embargo, el corazón le empezó a latir desesperadamente. —¡Ven, Jack! ¡Apúrate! —Espero que no sea otra de sus bromas —dijo él.
Y se internó en el bosque para buscar a Annie. La noche caía rápidamente. Los grillos chirriaban enloquecidos. Las sombras del bosque entorpecían la visión. —¡Annie! —gritó Jack. —¡Estoy aquí! —¿Dónde? —preguntó Jack.
La voz de Annie se oía desde lo alto. De pronto, Jack miró hacia arriba. —¡Cielo! —exclamó, casi sin aliento. Annie estaba asomada a la ventana de la pequeña casa en la copa de un árbol: el roble más alto del bosque. Desde allí, le hacía señas a su hermano para que se acercara. La casa del árbol estaba nuevamente en el bosque. —¡Vamos, Jack! ¡Sube! —dijo Annie con voz enérgica. —¡Vamos, Jack! ¡Sube! —dijo Annie con voz enérgica.
Jack corrió hacia la escalera, se trepó de un salto y comenzó a subir los escalones. Cuando estuvo cerca de la casa, miró por encima de los árboles la luz, que aún iluminaba las ramas más altas del bosque. Luego, Jack entró en la casa del árbol. Annie estaba sentada en el suelo, rodeada por las sombras inquietas del atardecer y un centenar de libros desparramados por todos lados. La luz tenue, que entraba por la ventana, reflejaba la letra “M” sobre el suelo de madera. Era la inicial de Morgana le Fay.
Sin embargo, no había señales de ella. —Me pregunto dónde estará Morgana —dijo Jack. —Tal vez fue a la biblioteca para buscar más libros —agregó Annie. —Pero nosotros estuvimos allí, tendríamos que haberla visto. Además, a esta hora la biblioteca está cerrada —dijo Jack. Cric.
De repente, un pequeño ratón, escondido detrás de una pila de libros, corrió hacia la letra “M”, que brillaba en el suelo. —¡Uy! —exclamó Annie. El ratón se sentó sobre la letra y miró fijamente a los niños. —¡Oh, es tan bonito! —agregó Annie. Jack debió admitir que su hermana tenía razón. El ratón era muy bonito; de color marrón con manchas blancas y con unos grandes ojos oscuros.
Muy despacio, Annie estiró la mano y comenzó a acariciarle la cabeza. El ratón se quedó completamente quieto. —¡Hola, Miki! —dijo Annie—. Puedo llamarte así, ¿verdad? —¡Lo que faltaba! —exclamó Jack. —¿Tú sabes dónde está Morgana? —le preguntó Annie al ratón. —¡Estás completamente loca, Annie! El hecho de que el ratón esté en la casa no quiere decir que él también tenga poderes mágicos. —¡Estás completamente loca, Annie! El hecho de que el ratón esté en la casa no quiere decir que él también tenga poderes mágicos.
Es un simple ratón que se metió por algún agujero. Eso es todo. Jack volvió a mirar a su alrededor. En el suelo, había un trozo de papel. —¿Qué es eso? —preguntó. —¿Qué cosa? —preguntó Annie.
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