Comentarios de los niños para
Mary Pope Osborne, autora de la colección
“La casa del árbol”. ¡Cielos! Tu imaginación es única. —Adam W. Adoro tus libros. Si dejas de escribir, sentiré que he perdido a mi mejor amigo. —Ben M. Creo que la verdadera Morgana le Fay eres tú. Un día, estaba muy aburrida y no sabía qué leer. Un día, estaba muy aburrida y no sabía qué leer.
Agarré uno de tus libros, leí un párrafo y me pareció interesante. Sin darme cuenta, llegué hasta la última página. Y leí más y más, hasta leer todos tus libros. Espero que escribas muchos libros más. —Danai K. Siempre leo tus libros una y otra vez, ya los he leído cuatro veces. —Yuan C. Eres la mejor autora del mundo, mi preferida.
Adoro tus libros. Leo todo el tiempo, en todos lados. Mi mamá no lo puede creer. —Ellen C. Espero que sigas con esta colección durante toda tu vida, te seguiré hasta el fin. —Riki H. Los bibliotecarios y los maestros también
adoran los libros de “La casa del árbol”. A través de tus libros, con mis alumnos podemos viajar a lugares y épocas lejanas, ¡muchas gracias! Tu colección me ha dado la oportunidad de utilizar videos, libros y material adicional en mis clases. —J.
Cameron Me alegra mucho ver a mis alumnos de cuarto grado tan involucrados con tus libros. He hecho de todo para que se interesen por la lectura, con tu colección, lo he logrado. —C. Rutz Descubrí tus libros el año pasado. ¡Cielos, nuestros alumnos se han vuelto locos con tus aventuras! ¡Las copias que pido nunca son suficientes! ¡Gracias por hacer tanto por la literatura infantil! —C. Kendziora Descubrí tu colección cuando mi hijo trajo uno de tus libros a casa. Desde entonces, los he llevado a mis clases y todos mis alumnos se han enamorado de tus aventuras.
Ahora todos me piden que dediquemos más tiempo a la lectura que a cualquier otra actividad. Tus historias me han ayudado a conquistar a los lectores más reacios. —M. Payne Me fascina aprovechar los libros de La casa del árbol. Me sirven de trampolín para enseñar otros temas. —R. Gale Disfrutamos de tus libros durante todo el año. A menudo, visitamos tu página en Internet para buscar más información y localizamos los lugares de tus aventuras en el mapa.
Mis alumnos “meten la cuchara” en las partes claves de cada historia. Me agrada que ellos pidan los libros y se entusiasmen cuando llega uno nuevo. —J. Korinek Nuestros alumnos tienen la “fiebre” de La casa del árbol. Casi nunca se encuentran en la biblioteca porque los alumnos los sacan todo el tiempo. —J. Rafferty Tus libros son un verdadero pasaporte al placer de los niños por la lectura. ¡Gracias por crear una obra tan fantástica! —S.
Smith Los alumnos de cuarto grado han llegado a esconder los libros de La casa del árbol en la biblioteca para que estén allí cuando quieran sacarlos. —K. Mortensen Los libros de La casa del árbol nunca están en los estantes de la biblioteca. Siempre están en poder de mis alumnos. ¡Gracias por crear una colección tan maravillosa! —K. Mahoney Queridos lectores:Cuando terminé La casa del árbol #22, Guerra Revolucionaria en miércoles, se me ocurrió escribir sobre la época de los pioneros que poblaron la pradera de la frontera. Como siempre hago, fui a investigar a la biblioteca, donde leí mucho sobre el tema.
Hasta que, un día, encontré una colección de textos con testimonios sobre mujeres que vivieron en la frontera de Kansas, a fines del siglo XIX.Cuando leí sobre un tornado que avanzaba en dirección a una escuela de la pradera, me emocioné. Siempre había querido escribir sobre tornados, así que sólo tuve que situar mi nuevo libro en una escuela de la pradera. Ahora iba a poder combinar las dos ideas y llevarlas a la vida real.Espero que disfruten el viaje hacia la frontera de Kansas junto con Annie y Jack. Pero cuando el viento empiece a soplar, ¡tengan cuidado!Les desea lo mejor, LA CASA DEL ÁRBOL #23 Tornado en
martes Para Peter Boyce, que le encanta leer sobre tornados TORNADO EN MARTES Spanish translation © 2011 by Lectorum Publications, Inc.
Originally published in English under the title
TWISTER ON TUESDAY
Text copyright © 2001 by Mary Pope Osborne
Illustrations copyright © 2001 by Sal Murdocca
This translation published by arrangement with Random House Children’s Books, a division of Random House, Inc. MAGIC TREE HOUSE ®
Is a registered trademark of Mary Pope Osborne, used under license. All rights reserved.
No part of this book may be reproduced or transmitted in any form or by any means, electronic or mechanical, including photocopying, recording, or by any information storage or retrieval system, without permission in writing from the Publisher. For information regarding permission, write to Lectorum Publications, Inc., 205 Chubb Avenue, Lyndhurst, NJ 07071. ISBN 978-1-933032-71-9 Printed in the U.S.A. 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 e-ISBN: 978-1-941802-58-8 ÍNDICE Prólogo Un día de verano, en el bosque de Frog Creek, Pensilvania, apareció una misteriosa casa de madera en la copa de un árbol. Jack, un niño de ocho años y Annie, su hermana, de siete, subieron a la pequeña casa. Cuando entraron se encontraron con un montón de libros.
Muy pronto, Annie y Jack descubrieron que la casa era mágica. En ella podían viajar a cualquier lugar. Sólo tenían que señalar el lugar en uno de los libros y pedir el deseo de llegar hasta allí. Con el tiempo, Annie y Jack descubren que la casa del árbol pertenece a Morgana le Fay, una bibliotecaria encantada de Camelot, el antiguo reino del Rey Arturo. Morgana viaja a través del tiempo y el espacio en busca de libros. En los libros #5 al 8 de La casa del árbol Annie y Jack ayudan a Morgana a liberarse de un hechizo.
En los libros #9 al 12, resuelven cuatro antiguos acertijos y se convierten en Maestros Bibliotecarios. En los libros #13 al 16 Annie y Jack rescatan cuatro historias antiguas antes de que se perdieran para siempre. En los libros #17 al 20 Annie y Jack liberan de un hechizo a un pequeño y misterioso perro. En los libros #21 al 24 Annie y Jack se encuentran con un nuevo desafío. Deben encontrar cuatro escritos especiales para que Morgana pueda salvar al reino de Camelot. Y ahora, están a punto de partir en busca del tercer escrito… ¡Martes! Jack abrió los ojos.
La luz del sol entró por la ventana. —¡Hoy es martes! —susurró. Según la nota de Morgana, él y Annie debían regresar a la casa del árbol ese día. Jack se moría por saber a qué lugar los enviaría esta vez. De un salto, salió de la cama. Se vistió de prisa.
Metió el lápiz y el cuaderno dentro de la mochila. Y salió al pasillo. Allí, tropezó con Annie. Ella ya tenía puesto pantalón vaquero y camiseta. —¡Hoy es martes! —murmuraron los dos a la vez. —¡Mamá, papá, regresaremos en unos minutos! —gritó Jack. —¿No quieren desayunar, primero? —preguntó el padre desde la cocina. —¡Cuando regresemos! —dijo Annie. —¡Cuando regresemos! —dijo Annie.
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