TAMBIÉN POR MAX LUCADO
INSPIRADORES
3:16
Acércate sediento
Al entrar al cielo
Aligere su equipaje
Aplauso del cielo
Como Jesús
Con razón lo llaman el Salvador
Cuando Cristo venga
Cuando Dios susurra tu nombre
Cura para la vida común
Dios se acercó
Él escogió clavos
El trueno apacible
En el ojo de la tormenta
Enfrente sus gigantes (2006)
En manos de la gracia
Gente común: perdidos y hallados
Gracia
Gran día cada día
La gran casa de Dios
Lecturas inspiradoras de Lucado
Más allá de tu vida
Max habla sobre la vida
Mi Salvador y vecino
No se trata de mí
Saldrás de esta
Seis horas de un viernes
Sin temor
Sobre el yunque
Todavía remueve piedras
Un amor que puedes compartir
Y los ángeles guardaron silencio
FICCIÓN
La historia de un ángel
La vela de Navidad
LIBROS DE REGALO
El espejo de Dios
El regalo para todo el mundo
Esperanza. Pura y sencilla
Experimenta el corazón de Jesús
Gracia para todo momento, vols. I y II
Para estos tiempos difíciles
Promesas inspiradoras de Dios
Su gracia vive aquí
Un cafecito con Max
LIBROS INFANTILES
Buzby, la abeja mal portada
El corderito tullido
Flo la mosca mentirosa
Hermie, una oruga común
Hermie y sus amigos del jardín
Hermie y Wormie en un diluvio de
mentiras
Por si lo querías saber
Stanley una chinche apestosa
Webster, la arañita miedosa
BIBLIAS
(EDITOR GENERAL)
Biblia Gracia para el momento
© 2014 por Grupo Nelson®
Publicado en Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América. Grupo Nelson, Inc. es una subsidiaria que pertenece completamente a Thomas Nelson, Inc. Grupo Nelson es una marca registrada de Thomas Nelson, Inc. www.gruponelson.com
Título en inglés: Second Chances
© 2013 por Max Lucado
Publicado por Thomas Nelson, Inc.
Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro podrá ser reproducida, almacenada en algún sistema de recuperación, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —mecánicos, fotocopias, grabación u otro— excepto por citas breves en revistas impresas, sin la autorización previa por escrito de la editorial.
A menos que se indique lo contrario, todos los textos bíblicos se han tomado de la Santa Biblia, Versión Reina-Valera 1960 © 1960 por Sociedades Bíblicas en América Latina, © renovado 1988 por Sociedades Bíblicas Unidas. Usados con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de la American Bible Society y solo se puede usar bajo licencia.
Citas bíblicas marcadas «NVI» son de la Nueva Versión Internacional®NVI® © 1999 por Bíblica, Inc.® Usada con permiso. Todos los derechos reservados mundialmente.
Citas bíblicas marcadas «DHH» son de La Biblia Dios Habla Hoy, Tercera edición © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996. Usada con permiso.
Editora en Jefe: Graciela Lelli
Adaptación del diseño al español: Grupo Nivel Uno, Inc.
ISBN: 978-1-60255-669-0
ISBN: 978-1-60255-670-6 (eBook)
Impreso en Estados Unidos de América
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DEDICO ESTE VOLUMEN A LOS MINISTROS DE LA IGLESIA DE OAK HILLS, QUE TRABAJAN EN EL CAMPUS, Y A SU LÍDER, GREG OEFINGER. MIGUEL FERIA, DAVIDA LAMBERT, GREG LIGON, MICHAEL MEEKS Y RICH RONALD, GRACIAS AMIGOS MÍOS. ¡GRACIAS A SU ARDUO TRABAJO MUCHAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES SUCEDEN POR DOQUIER!
CONTENIDO
SEGUNDAS OPORTUNIDADES…
L os humanos somos propensos a fallar, ¿no es así? Somos expertos en enturbiar, enredar y echar a perder nuestra vida. Hemos mirado hacia arriba desde el fondo de un foso y nos hemos dado cuenta de que lo hemos cavado nosotros mismos. Hemos caído tan hondo que nos hemos preguntado dónde encontrar esperanza.
Tal vez tú seas como Moisés, lleno de remordimientos por un pasado que no puedes cambiar. La sombra del pecado nubla el futuro y te preguntas «¿podrá Dios hacer algo con alguien que ha cometido errores tan espantosos?».
O como Pedro. Tú lo tenías todo. Amabas a Dios y estabas dispuesto a pelear por tu Salvador, pero antes de que cantara el gallo y cayera la mañana, tu fe flaqueó y ahora estás sumergido en un lodazal que tú mismo creaste. O tal vez es a ti a quien han traicionado. Al que han engañado, pisoteado o ignorado y, ¿adónde puedes huir de la prisión de la amargura? Si estás ahogándote en remordimientos, avergonzado por tus errores o incapaz de extender gracia al que te ha ofendido, espero que pases la página. Y oro para que veas reflejada tu vida en estas historias. Ellas nos recuerdan que hay perdón para los errores pasados y esperanza para el futuro.
Son testimonios de un Dios que se especializa en segundas oportunidades.
Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.
—JEREMÍAS 15.19
También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
—LUCAS 15.11–24
E l chico se quedó mirando su reflejo en el charco de barro. Se preguntaba si en realidad era su rostro. No se parecía a él.
La chispa de sus ojos se había apagado. La sonrisa presumida se había borrado. En lugar de una actitud temeraria había sobriedad.
Tropezó precipitadamente y cayó de cara.
No fue suficiente quedarse sin amigos. No fue suficiente perder todo su dinero. No fue suficiente empeñar su anillo, su capa, aun sus zapatos. Las largas horas caminando por las calles no lo quebrantaron. Podrías pensar que las noches en barracas o los días arrastrando un cubo de desperdicios para cerdos lo obligarían a cambiar su corazón.
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