GRACIA
© 2012 por Grupo Nelson®
Publicado en Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América. Grupo Nelson, Inc. es una subsidiaria que pertenece completamente a Thomas Nelson, Inc. Grupo Nelson es una marca registrada de Thomas Nelson, Inc. www.gruponelson.com
Título en inglés: Grace: More Than We Deserve, Greater Than We Imagine. A Participant’s Guide to Small Group Study
© 2012 por Max Lucado
Escrito por Amanda Haley
Publicado por Thomas Nelson, Inc.
Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro podrá ser reproducida, almacenada en algún sistema de recuperación, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —mecánicos, fotocopias, grabación u otro— excepto por citas breves en revistas impresas, sin la autorización previa por escrito de la editorial.
A menos que se indique lo contrario, todos los textos bíblicos han sido tomados de la Santa Biblia, Versión Reina-Valera 1960 © 1960 por Sociedades Bíblicas en América Latina, © renovado 1988 por Sociedades Bíblicas Unidas. Usados con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de la American Bible Society y puede ser usada solamente bajo licencia.
Editora en Jefe: Graciela Lelli
Traducción: Ricardo y Mirtha Acosta
Adaptación del diseño al español: Grupo Nivel Uno, Inc.
ISBN: 978-1-60255-826-7
Impreso en Estados Unidos de América
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...por cuanto todos pecaron,
y están destituidos de la gloria
de Dios, siendo justificados
gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que
es en Cristo Jesús.
Romanos 3.23–24
CONTENIDO
La gracia de Dios tiene
consigo algo que empapa.
Algo desenfrenado. Es
como una resaca de aguas
rápidas y revueltas que nos
desconciertan por completo.
La gracia viene tras nosotros.
En un mundo de cheques y balances, trabajos y recompensas, juicios y castigos, la gracia es un concepto difícil. No la podemos reconciliar. No la podemos ganar. No la tenemos que pagar. Y como le ocurre a la mayoría de la humanidad, nunca la comprenderemos por completo. Pero podemos aceptar la gracia y concederla a otros.
Conocemos la gracia como un sustantivo, pero Max nos dice que pensemos en la gracia como un verbo. Es una acción. No basta con leer acerca de la gracia, tenemos que experimentarla. Solo es debido a que Dios nos honró con el sacrificio de su Hijo que podemos otorgar gracia a otros mediante bondad, perdón, comprensión, misericordia, favor y sobre todo, con el conocimiento de la gracia del Señor. Por tanto, entender la gracia comienza con aceptarla y practicarla en nuestras vidas cotidianas. ¿Por qué no comenzar con nuestros seres queridos?
La gracia es la voz que
nos incita al cambio y que
luego nos da el poder
para llevarlo a cabo.
¿POR QUÉ ESTUDIAR CON
UN GRUPO PEQUEÑO?
La relación con Dios es personal; la gracia que él nos ha dado es única porque cada individuo es hecho de modo único. Nuestras experiencias y equivocaciones difieren. Nuestros caminos para conocer a Dios varían de persona en persona. Sin embargo, la gracia del Señor en nuestras vidas debe ser evidente para el mundo. ¿Recuerdas la canción infantil «Esta lucecita mía»? Ella anima tanto a los cantantes como a los escuchas a mantener el fuego de la gracia de Dios ardiendo en los corazones y a expresar ese fuego al mundo. Jesús nos mostró cómo hacer ambas cosas: Oraba en silencio a su Padre (Lucas 6.12). Predicaba a grandes multitudes (Mateo 11.7) y desarrollaba relaciones íntimas con un pequeño grupo de discípulos (Marcos 3.14). Las acciones del Maestro fueron entonces modeladas por la iglesia del primer siglo, a la que se le animó a orar con diligencia (Efesios 6.18), a reunirse luego en grupos para leer las palabras de los apóstoles (Colosenses 4.16), y a experimentar juntos todo aspecto de la vida en sus pequeñas comunidades (Hechos 2.44).
¿Cómo calza este modelo de relación personal con Dios e interacción pública con otras personas en nuestro mundo conectado por la tecnología pero desafiado en cuanto a las relaciones humanas? Es fácil orar y estudiar por nuestra cuenta, y aun más fácil subir el sermón de un predicador a nuestras computadoras portátiles. Tal vez es un poco más difícil levantarnos de nuestras sillas de escritorios y manejar hasta el otro lado de la ciudad para estudiar con otros cristianos, pero el esfuerzo vale la pena. Si la oración bastara para experimentar a Dios, entonces Jesús habría pasado tres años de rodillas en vez de hablar desde lo alto de las colinas. Si escuchar un sermón dominical fuera suficiente para el crecimiento espiritual, entonces él habría pasado cada minuto predicando a miles en vez de honrar a su «grupo pequeño» de discípulos con el amor y la sabiduría del Señor.
Ten en cuenta la dinámica dentro de aquel pequeño grupo de hombres. Viajaban a las mismas ciudades, comían los mismos alimentos y dormían en los mismos lugares. Cada mañana Jesús despertaba rodeado por doce individuos malolientes y a menudo quejumbrosos. ¿Por qué pasaría el hombre-Dios por esto? Jesús sabía que las relaciones se desarrollan mejor dentro de un grupo pequeño, y que a su vez esas relaciones nos desarrollan como individuos, por tanto nos honró con su presencia terrenal. Las personas que te rodean son las más propensas a pedirte cuentas. Ellas conocen tus mejores y peores partes, y no temen enfrentar las últimas y elogiar las primeras. Solo pregunta al apóstol Pedro (Mateo 16.16–19, 22–23).
CÓMO ESTUDIAR
EN UN GRUPO PEQUEÑO
Igual que en una familia muy unida, cada miembro de un grupo pequeño debe esforzarse por conocer bien a los demás. Durante las reuniones del grupo se podrían revelar secretos, celebrar triunfos, discutir creencias o sufrir pérdidas. En un ambiente tan cargado emocionalmente es útil recordar algunas pautas. Es más, las podrías encontrar útiles para todas tus interacciones sociales.
1. COMPROMISO
En tu primera reunión, el líder te dará una hoja de trabajo titulada «Objetivos de la gracia». Esta hoja detallará tus metas personales para este estudio y los objetivos del grupo. El compromiso individual con el grupo plantea la importancia del estudio y reconoce el valor de cada miembro. El grupo debe acordar y comprometerse en cuanto a aspectos tales como hora de reunión, estructura, cuidado de niños, metas de estudio, expectativas de las tareas y cantidad de participantes.
2. CONSIDERACIÓN
La cortesía y el respeto mutuo sientan las bases para un grupo próspero. Conversaciones equilibradas llevan a relaciones equilibradas. Asegúrate de que todos tengan la oportunidad de hablar. Mientras más hables, más aprenderán los demás acerca de ti. Mientras más escuches, más aprenderás respecto a los demás.
Si disientes con alguien en el grupo, recuerda que el objetivo son las discusiones sanas. El grupo pequeño debe ser un lugar seguro para todos los miembros, incluso para aquellos que crees que están equivocados. Sé sensible a las perspectivas de los demás, y muéstrales la gracia que te gustaría recibir si dijeras algo controversial.
3. CONFIDENCIALIDAD
A medida que el estudio progresa, te sentirás animado a compartir anécdotas de gracia que has recibido y también de gracia que has ofrecido. Si una historia es de naturaleza sensible, respeta la intimidad de quien la cuenta. No permitas que las conversaciones trasciendan más allá del grupo.
4. CONSEJO
Así como tu grupo pequeño no es un lugar para regar chismes, tampoco lo es para imponer tus opiniones y decir a otros «lo que debieron haber hecho». Comprométete a escuchar a los demás y a abstenerte de brindar consejo no solicitado.
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