Caribe-Betania Editores es un sello de Editorial Caribe, Inc.
© 2004 Editorial Caribe, Inc.
Una división de Thomas Nelson, Inc.
Nashville, TN, E.U.A.
www.caribebetania.com
Título en inglés: Experiencing the Heart of Jesus
© 2004 por Max Lucado
Publicado por Thomas Nelson, Inc.
A menos que se señale lo contrario, todas las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera 1960 © 1960 Sociedades Bíblicas Unidas en América Latina. Usadas con permiso.
ISBN 0-88113-810-X
ISBN 978-0-7180-8067-9 (eBook)
Traductora: Carla Palacios
Tipografía: Grupo Nivel Uno, Inc.
Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin la debida autorización por escrito de los editores.
Contenido
Cuando era joven solíamos tomar nuestras vacaciones familiares en Colorado. Cada verano, íbamos en automóvil desde Texas hasta Colorado. Eso era lo que a mi padre le encantaba hacer. Aunque es un viaje largo. Íbamos en el automóvil a través del oeste de Texas y hacia arriba, a través de Nuevo México, y luego entrábamos al este de Colorado. El terreno a lo largo de toda esa ruta es relativamente llano, pero entonces, como a unos 100 kilómetros al este de Denver, se comienzan a divisar las Montañas Rocosas. Simplemente dominan todo el paisaje.
Nos podríamos haber detenido justo allí, a cien kilómetros de las Rocosas y decir, «Bueno, nuestras vacaciones han terminado. Hemos visto las Rocosas». Podríamos haber dado media vuelta y regresar a casa. Entonces cuando las personas preguntaran, «¿A dónde fueron durante sus vacaciones?», nosotros responderíamos, «Bueno, fuimos a las Rocosas».
Bueno, sí. Supongo que se podría decir que vimos las Rocosas. ¿Pero quién haría eso? ¿Quién quiere ver las Rocosas a una distancia? Todos queremos entrar en las Rocosas. Queremos oler el aire de la montaña. Queremos oler los árboles de hoja perenne y los pinos. Queremos escuchar la corriente de agua del arroyo y poner nuestra mano en el agua helada. Queremos pescar una trucha moteada. Ésa es la diferencia entre ver las Rocosas y experimentar las Rocosas.
Esta guía de estudio pretende llevarte desde las llanuras, de donde se ve a Cristo a una distancia, hasta la experiencia de verse rodeado por Cristo. Podemos experimentar su aliento, su amor, su amistad, su presencia. Esta Guía de estudio de Experimenta el corazón de Jesús es dramática, poderosa, y cambia vidas.
C uando veo un rebaño de ovejas veo exactamente eso: un rebaño. Un montón de lana. Una manada de pezuñas. No veo una oveja. Veo ovejas. Todas iguales. Ninguna diferente. Eso es lo que veo. Pero no así el pastor. Para él cada oveja es diferente. Cada cara es especial. Cada cara tiene una historia. Y cada oveja tiene un nombre. La de los ojos tristes, esa es Droopy. Y aquel que tiene una oreja parada y la otra caída, lo llamo Oscar. Y ese pequeño que tiene la mancha negra en la pata, es huérfano y no tiene hermanos. Lo llamo José. El pastor conoce a sus ovejas. Las llama por sus nombres.
Cuando vemos una multitud, vemos exactamente eso: una multitud. Llenando un estadio o inundando un centro de compras. Cuando vemos una multitud, vemos gente, no personas, sino gente. Una manada de humanos. Un rebaño de rostros. Eso es lo que vemos.
Pero no así el Pastor. Para él cada rostro es diferente. Cada cara es una historia. Cada rostro es un niño. Cada niño tiene un nombre. La de los ojos tristes, esa es Sally. Aquel viejito que tiene una ceja levantada y la otra baja, su nombre es Harry. ¿Y ese joven que cojea? Es huérfano y no tiene hermanos. Lo llamo Joey.
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.
SALMO 55.22
El Pastor conoce a sus ovejas. Conoce a cada una por su nombre. El Pastor te conoce. Conoce tu nombre. Y nunca lo olvidará. En las palmas de las manos te tengo esculpida (Isaías 49.16).
Pensamiento sorprendente, ¿no te parece? Tu nombre en la mano de Dios. Tu nombre en los labios de Dios. Tal vez hayas visto tu nombre en algunos sitios especiales. En un premio o un diploma o sobre una puerta de madera de nogal. O quizás hayas escuchado tu nombre de boca de algunas personas importantes: un entrenador, una celebridad, un maestro. Pero pensar que tu nombre está en la mano de Dios y en los labios de Dios… vaya, ¿será eso posible?
O posiblemente nunca has visto que sea honrado tu nombre. Y no puedes recordar si alguna vez escuchaste que lo mencionaran con gentileza. Si ese es el caso, es posible que te resulte aún más difícil creer que Dios conoce tu nombre.
Pero sí lo conoce. Escrito en su mano. Expresado por su boca. Susurrado por sus labios. Tu nombre. Y no sólo el nombre que ahora tienes, sino el nombre que él te tiene reservado. Un nuevo nombre que te dará… pero aguarda, me estoy adelantando. Te contaré acerca del nuevo nombre en la última lección que compartiremos esta semana. Esta sólo es la introducción.
Cantaré a Jehová, Porque me ha hecho bien.
SALMO 13.6
Has estado en mi mente al escribir. A menudo he pensado en ti. Sinceramente lo he hecho. A través de los años he llegado a conocer a muchos bastante bien. He leído tus cartas, te he dado un apretón de manos y he observado tus ojos. Creo que te conozco.
Estás ocupado. El tiempo pasa antes que finalicen tus tareas. Y si tienes la oportunidad de leer, es sin duda muy escasa.
Estás ansiosos. Las malas noticias se propagan más rápido que las buenas. Los problemas son más numerosos que las soluciones. Y estás preocupado. ¿Qué piensan los demás de ti? ¿Qué futuro tienen tus hijos aquí en esta tierra? ¿Qué futuro tienes tú?
Eres cauteloso. Ya no confías con tanta facilidad como antes.
Los políticos mintieron. El sistema falló. El ministro transó. Su cónyuge fue infiel. No es fácil confiar. No es que no quieras hacerlo. Simplemente se trata de que quieres ser cuidadoso.
Hay una cosa más. Has cometido algunos errores. Conocí a alguien en una librería de Michigan. Un hombre de negocios, rara vez salías de tu oficina y menos para conocer a un autor. Pero en esa ocasión lo hiciste. Te lamentabas por las muchas horas de trabajo y las pocas horas que pasabas en casa y deseabas hablar.
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