Emilie Comes - Mayo del 68

Emilie Comes, 2017

Traducción: Laura Soler Pinson

Editor digital: Titivillus

ePub base r2.1

Este libro es una guía práctica y accesible para saber más sobre Mayo del 68, que le aportará la información esencial y le permitirá ganar tiempo.

En tan solo 50 minutos usted podrá:

• Entender el descontento generalizado de la sociedad francesa que conduce al Mayo francés, en especial de los estudiantes, que no se identifican con los valores que se promueven.

• Analizar la actuación de los distintos actores que intervinieron en el conflicto, en especial la gestión de Charles de Gaulle y el liderazgo de las revueltas de Daniel Cohn-Bendit.

• Descubrir el alcance de los altercados y de las huelgas, que deriva en la dimisión de Charles de Gaulle y en el nacimiento de una concepción nueva y más moderna de la sociedad francesa.

Emilie Comes

De la revuelta estudiantil a la crisis nacional

En 50 minutos
Historia - 0

ePub r1.0

Titivillus 02.05.2020

• ¿Cuándo? Del 22 de marzo al 30 de junio de 1968.
• ¿Dónde? En toda Francia y, en particular, en París.
• ¿Contexto?
  • El inicio de la Quinta República.
  • El auge de la sociedad de consumo.
• ¿Principales protagonistas?
  • Charles de Gaulle, hombre de Estado francés (1890-1970).
  • Georges Pompidou, hombre de Estado francés (1911-1974).
  • Daniel Cohn-Bendit, político alemán (nacido en 1945).
• ¿Repercusiones? La profunda transformación de la sociedad francesa y la crisis de los antiguos valores.

«Bajo los adoquines, la playa», «Corre, camarada, el viejo mundo está detrás de ti» o «Desabrocha tu cerebro tan a menudo como tu bragueta» son eslóganes subversivos que, todavía a día de hoy, simbolizan las protestas y reivindicaciones de los estudiantes durante la revuelta que tuvo lugar en el mes de mayo de 1968 en Francia. La juventud francesa se asfixia al no tener perspectivas laborales y al sentirse atrapada en una sociedad patriarcal, jerarquizada y dirigida con mano de hierro por el general de Gaulle.

Los movimientos de protesta empiezan el 22 de marzo en la Universidad de Nanterre, se propagan rápidamente por las universidades parisinas y terminan por alcanzar a los obreros de las grandes plantas, que se han visto excluidos del crecimiento económico de los años sesenta. Rápidamente, esta revuelta política, social y cultural se transforma en una crisis nacional. El movimiento, que surge de la ira de los estudiantes, se convierte en la expresión violenta de un malestar social provocado por el desgaste del poder, el auge de la sociedad de consumo y el aumento del desempleo.

La rebelión va perdiendo fuerza a partir del final de la huelga general del 30 de mayo y termina con la victoria de la derecha en el poder en las elecciones a la Asamblea del 23 y 30 de junio. Aun así, este acontecimiento desencadena profundas repercusiones sociales y políticas que se encuentran en la base de la crisis de los antiguos valores y, a principios de los años setenta, de la sociedad moderna tal y como la conocemos ahora.

El general Charles de Gaulle, al que la opinión pública considera el salvador de una Francia oprimida durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), se retira de la escena política tras la derrota de su partido, el RPF, Rassemblement du peuple français («Unión del Pueblo Francés»), en las elecciones de 1953. Sin embargo, su retirada no dura mucho. A partir del mes de mayo de 1958, se le trae de vuelta al poder para intentar solucionar la guerra de independencia que ha estallado cuatro años antes en Argelia (colonia francesa desde 1830) y que ha precipitado el final de una Cuarta República (1946-1958) incapaz de poner punto final al conflicto. Con de Gaulle se aprueba por referéndum nacional una nueva Constitución que origina el nacimiento de la Quinta República, al tiempo que refuerza el poder ejecutivo del jefe del Estado.

Elegido oficialmente como presidente en 1959, inicia la descolonización total de Argelia, que concluye en 1962 con los Acuerdos de Evian, lo que marca el final de la crisis. Sin embargo, las represiones sangrientas que lleva a cabo tanto en Francia como en Argelia y el control absoluto que ejerce sobre los medios de comunicación marcan profundamente a la gente y contribuyen a mermar la imagen del general. En las elecciones de 1965, una parte del electorado, cansado por el ejercicio total y demasiado personal de su poder, dirige su mirada hacia su adversario político de la época, François Mitterrand (1916-1996), pero esto no impide que el presidente saliente gane en la segunda vuelta. Sin embargo, no se trata de una victoria completa, puesto que los gaullistas obtienen la mayoría en la Asamblea por un único escaño, lo que indica el desgaste del poder.

Retrato de François Mitterrand de 1984.

Tras su reelección, el general quiere garantizar la independencia de Francia en el ámbito de la política exterior. Durante la década de los sesenta, provee al país con armamento nuclear y abandona la OTAN para escapar a la influencia de Estados Unidos. A partir de ese momento, Francia puede convertirse en un actor europeo importante a nivel internacional.

La vuelta del general de Gaulle a la cabeza del Estado coincide con el período de los Treinta Gloriosos (1946-1975), que se caracterizan por una recuperación económica global iniciada tras la Segunda Guerra Mundial y que provoca una reactivación del crecimiento en muchos países europeos. Aprovechando este viento a favor en el ámbito económico, el presidente comienza a sanear las finanzas del Estado desde su primer mandato y ordena que el Gobierno se encargue de gestionar el desarrollo de su país mediante diversos proyectos, como la política de grandes obras, entre las que se encuentra la construcción del túnel del Mont Blanc, que une Francia e Italia, inaugurado en 1965.

La creación de un mercado común, que establece una unión económica y aduanera entre los países de Europa, también permite dinamizar el comercio y el crecimiento, que se deben a las grandes plantas de producción. La acción conjunta del presidente francés y de Europa proporciona una base sólida para la economía francesa, aunque el plan de estabilización que implementa el ministro de Economía, Valéry Giscard d’Estaing (nacido en 1926), para luchar contra la inflación de los precios genera una recesión económica entre 1964 y 1966. La situación se mantendrá así hasta finales de los años sesenta y provoca el descontento de una parte de los asalariados, acostumbrados a que sus ingresos y su consumo aumenten con frecuencia.

Aunque se desacelera el crecimiento económico a finales de los años sesenta, este permite que se creen nuevos modos de vida y nuevas clases sociales. Los directivos y los empleados ven cómo aumenta su nivel de vida, y esto les permite entrar de lleno en la sociedad de consumo. La televisión, que explota esta evolución, emite los primeros anuncios en los llamados programas patrocinados, es decir, financiados en parte por empresas que, a cambio, buscan visibilidad. Por su parte, los periódicos y la radio pregonan las virtudes de los nuevos productos que supuestamente aportan felicidad al hombre y facilitan la vida al ama de casa.