Annotation
Koltsov había escrito tres libros de su Diario cuando quedó interrumpida su actividad literaria en 1938 al ser detenido por las autoridades soviéticas. Fue fusilado en 1942 a consecuencia de las purgas de Stalin, sin haber acabado su obra. Los editores de la última edición rusa —de acuerdo con las ideas del autor— recogieron en un cuarto libro las crónicas que Koltsov publicó en el periódico Pravda entre julio y diciembre de 1937
Esta es la traducción castellana de la edición definitiva. Koltsov, corresponsal extraordinario de Pravda en España, fue testigo ocular de los acontecimientos que narra. Estrechamente ligado a la política contemporánea del partido comunista ruso y periodista fuera de lo común, unió a una gran valentía personal dotes políticas y militares excepcionales, una innegable profundidad de análisis y una lengua exacta y poética. Su papel en España fue mucho más importante que el que se puede esperar de un simple corresponsal de guerra, y sus actividades le situaron en más de una ocasión en el plano más elevado de la acción política. Su maravillosa fuerza descriptiva es patente en los pasajes más duros del Diario: la muerte de Lukacs, la conversación con el aviador moribundo, el tanquista herido, el asalto frustrado al Alcázar... Pero nada supera, sin duda, la maestría de los retratos de Koltsov. Su pluma arranca los rasgos esenciales de los nombres más significativos del campo republicano: Largo Caballero, Durruti, Alvarez del Vayo, Rojo, Malraux, García Oliver, Kleber, La Pasionaria, Casares Quiroga, Líster, Checa, Aguirre, José Díaz, junto a gentes de importancia menos señalada, con frecuencia anónimas: oficiales, soldados, mujeres, niños... Es éste, en definitiva, un documento literario y político de un periodo crucial —1936-1937—, que ayuda no sólo a revivirlo sino a comprenderlo.
Mijail Koltsov (Kiev, 1898-Moscú, 1942) participó en la Revolución rusa de 1917, pasó a ser miembro del Partido Bolchevique en 1918 y tomó parte en la subsiguiente guerra civil. Comunista convencido, pronto se convirtió en una figura clave de la élite intelectual soviética y posiblemente en el periodista más famoso de la URSS, debido principalmente a sus bien escritos ensayos y artículos satíricos. Escribió regularmente en Pravda, diario de cuya junta editorial formó parte. Viajó como corresponsal a numerosos países, entre ellos España, para cubrir los primeros compases de la guerra civil. Algunos historiadores lo consideran el agente personal de Stalin en España. El 12 de diciembre de 1938 fue detenido, acusado al parecer por André Marty, la máxima autoridad de las Brigadas Internacionales, bajo la acusación de antisoviético y de participar en actividades terroristas, como parte de la Gran Purga. Fue condenado a muerte y fusilado en 1942. Al igual que muchas otras víctimas de las purgas de Stalin, Koltsov fue rehabilitado después de la muerte del dictador, en 1954.
Mijail Koltsov
Diario de la guerra de España
Prólogo de Paul Preston
Mijaíl Koltsov
Diario de la guerra de España
Prólogo de Paul Preston
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Editado por Editorial Planeta, S. A.
Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del editor. Todos los derechos reservados.
© Editions Ruedo ibérico, 1963 © Editorial Planeta, S. A., 2009
BaekList, Barcelona, 2009
Diagonal, 662-664,08034 Barcelona (España)
Primera edición: octubre de 2009
Depósito Legal: M. 38.922-2009 ISBN 978-84-08-08K70-7 Preimpresión: Foinsa Edifilm, S. L.
Impresión y encuademación: Huertas Industrias Gráficas, S. A. Printed in Spain, Impreso en España
PRÓLOGO
Este diario de las proezas en España de Mijaíl Koltsov, uno de los periodistas más famosos de la Unión Soviética, se publicó por entregas en Rusia durante la primavera y el verano de 1938, y se convirtió de inmediato en un gran éxito. El diario estaba basado en las crónicas que Koltsov escribió como enviado especial a la guerra civil española, publicadas a diario en Pravda entre el 9 de agosto de 1936 y el 6 de noviembre de 1937, y ávidamente devoradas por los lectores rusos. Poco después de su publicación a Koltsov lo eligieron diputado en el Soviet Supremo de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia. Se encontraba en pleno apogeo de su popularidad. Una noche, en el Bolshoi, Stalin lo invitó a su palco y le comentó lo mucho que le había gustado el diario de España. En una más que obvia muestra de favor oficial, el dictador invitó entonces a Koltsov a presentar la Historia del Partido Bolchevique, una compilación que había editado el mismo Stalin. Dos días antes de la conferencia, Koltsov recibió un nuevo honor: lo nombraron miembro correspondiente de la Academia de las Ciencias. A última hora de la tarde del 12 de diciembre, un radiante Koltsov cumplió la promesa que le había hecho al líder soviético y ofreció una charla sobre su libro ante el entusiasta público congregado en la Unión de Escritores. Esa misma noche, al llegar a su despacho de Pravda, varios agentes de la NKVD (el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos) lo estaban esperando para detenerlo. Después de soportar interrogatorios y torturas durante más de catorce meses, Koltsov fue fusilado. Hasta hoy, siguen siendo un misterio los motivos de la caída en desgracia de tamaña celebridad soviética, pero sin duda guardan relación con los contenidos y la publicación de su diario de España.
Nacido en Kiev en 1898, hijo de un artesano judío, Mijaíl Efimovich Friedland Koltsov logró alcanzar una inmensa popularidad en la Rusia soviética. Abandonó de joven su Ucrania natal para estudiar medicina en la Universidad de San Petersburgo, pero el estallido de la revolución rusa hizo que se decantara hacia la política. Participó en la guerra civil rusa como propagandista político del Ejército Rojo en el frente sur. Se unió al Partido Comunista en 1918 gracias a las cartas de referencia de Trotski y de un viejo bolchevique, Anatoli Lunachars-ki. Koltsov participó en la represión de la revuelta de los marinos que tuvo lugar en Kronstadt en marzo de 1921. A partir de entonces, su fama fue aumentando gracias a sus artículos sobre los primeros vuelos de larga distancia, el más famoso de los cuales había inaugurado la ruta Moscú-Ankara-Teherán-Kabul. Escribió coloristas artículos sobre sus hazañas aéreas, sobre sus experiencias como taxista y sobre sus largos viajes por Asia y Europa. Ya desde sus inicios, intercalaba en los escritos periodísticos y literarios sus intrépidas aventuras. Esa tendencia a la autopropaganda se aprecia también en su diario de España y es posible que contribuyera al trágico destino de Koltsov.
Las actividades políticas de Koltsov en los años veinte contenían también la semilla de los problemas que vendrían después. Entró a formar parte de la plantilla de Pravda en 1922 y trabajó también en la revista Ogonyok, en la que publicó un fotomontaje titulado «Un día en la vida de Trotski», lo cual despertó las iras de Stalin. Tras la deportación de Trotski en 1927, Koltsov renegó de su pasado y pronto alcanzó una considerable popularidad en el mundo de la prensa soviética, en cuyo marco dirigió diversas publicaciones, como Ogonyok, Krokodil, Chudaky Za rubezhom. Llegó a conocer a los mandamases de la NKVD, entre ellos al mismísimo director, el despiadado Nikolái Yezhov, a quien conoció a fuerza de visitar el salón literario que ofrecía Yevgenia, la esposa de éste último. Koltsov dirigió incluso la poderosa Asociación Soviética de Periódicos y Revistas (Zhurgaz), cosa que lo convirtió en uno de los hombres más influyentes de la política cultural soviética de los años treinta. Por otro lado, y como presidente del comité externo de la Unión de Escritores Soviéticos, desempeñó un papel fundamental a la hora de difundir las políticas del Frente Popular. Sin embargo, sus vínculos con Trotski y la oposición de izquierdas lo perseguirían de por vida.