• Quejarse

Emilio Aguinaldo - Reseña verídica de la revolución filipina

Aquí puedes leer online Emilio Aguinaldo - Reseña verídica de la revolución filipina texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1899, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Emilio Aguinaldo Reseña verídica de la revolución filipina
  • Libro:
    Reseña verídica de la revolución filipina
  • Autor:
  • Editor:
    ePubLibre
  • Genre:
  • Año:
    1899
  • Índice:
    5 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 100
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Reseña verídica de la revolución filipina: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Reseña verídica de la revolución filipina" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

El fusilamiento en 1896 de José Rizal, acusado de conspirar contra la integridad territorial española avivó el movimiento de independencia, dirigido por su nuevo jefe, Emilio Aguinaldo quien, junto con Andrés Bonifacio, se lanzó a la lucha más enconada. Dos años más tarde, la revolución declaró la República de Filipinas, el 12 de junio de 1898. Al iniciarse el conflicto hispano-norteamericano, provocado en apariencia por la destrucción del buque de guerra norteamericano Maine en La Habana, los nacionalistas filipinos prestaron su ayuda a los Estados Unidos con la esperanza de conseguir la independencia del país tras la derrota española. Sin embargo, Estados Unidos, a cuyo poder pasó el Archipiélago en virtud del segundo Tratado de París de 1898, rehusó conceder la independencia a los nacionalistas y se entabló una sangrienta guerra.

Emilio Aguinaldo: otros libros del autor


¿Quién escribió Reseña verídica de la revolución filipina? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Reseña verídica de la revolución filipina — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Reseña verídica de la revolución filipina " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Suspiró entonces mío Cid de pesadumbre cargado y comenzó a hablar así - photo 1

Suspiró entonces mío Cid, de pesadumbre cargado, y comenzó a hablar así, justamente mesurado: «¡Loado seas, Señor, Padre que estás en lo alto! Todo esto me han urdido mis enemigos malvados».

ANÓNIMO

El fusilamiento en 1896 de José Rizal, acusado de conspirar contra la integridad territorial española avivó el movimiento de independencia, dirigido por su nuevo jefe, Emilio Aguinaldo quien, junto con Andrés Bonifacio, se lanzó a la lucha más enconada. Dos años más tarde, la revolución declaró la República de Filipinas, el 12 de junio de 1898. Al iniciarse el conflicto hispano-norteamericano, provocado en apariencia por la destrucción del buque de guerra norteamericano Maine en La Habana, los nacionalistas filipinos prestaron su ayuda a los Estados Unidos con la esperanza de conseguir la independencia del país tras la derrota española. Sin embargo, Estados Unidos, a cuyo poder pasó el Archipiélago en virtud del segundo Tratado de París de 1898, rehusó conceder la independencia a los nacionalistas y se entabló una sangrienta guerra.

Emilio Aguinaldo Reseña verídica de la revolución filipina ePub r10 - photo 2

Emilio Aguinaldo

Reseña verídica de la revolución filipina

ePub r1.0

nadie4ever07.10.2013

Título original: Reseña verídica de la revolución filipina

Emilio Aguinaldi, 1899

Editor digital: nadie4ever

ePub base r1.0

EMILIO AGUINALDO Cavite 22 de marzo de 1869 Manila 6 de febrero de 1964 - photo 3

EMILIO AGUINALDO Cavite 22 de marzo de 1869 Manila 6 de febrero de 1964 - photo 4

EMILIO AGUINALDO. (Cavite, 22 de marzo de 1869 — Manila, 6 de febrero de 1964) fue un general y político filipino, uno de los líderes del movimiento independentista de su país. Presidió el primer gobierno de la República de Filipinas, aunque su gobierno no obtuvo reconocimiento internacional. Luchó en la guerra independentista de 1898 contra España y al año siguiente en la guerra contra los Estados Unidos.

I. LA REVOLUCIÓN DE 1896

España dominó las Islas Filipinas por más de Tres siglos y medio, durante los cuales, abusos de la frailocracia y de la Administración acabaron con la paciencia de los naturales, obligándoles en los días 26 al 31 de Agosto de 1896, a sacudir tan pesado yugo, iniciando la revolución las provincias de Manila y Cavite.

En tan gloriosos días levantáronse Balintawak, Santa Mesa, Kalookan, Kawit, Noveleta y San Francisco de Malabon, proclamando la independencia de Filipinas, seguidos, a los cinco días, por todos los demás pueblos de la provincia de Cavite; sin que para ello existiera concierto previo para ejecutar el movimiento, atraídos sin duda alguna por el noble ejemplo de aquellos.

Por lo que toca a la provincia de Cavite, si bien se circularon órdenes de llamamiento por escrito firmadas por D. Agustin Rieta, D. Cándido Tirona, y por mí, Tenientes de las tropas revolucionarias, sin embargo, no había seguridad de que fueran atendidas, ni recibidas siquiera; como en efecto, una de estas órdenes cayó en manos del español D. Fernando Parga, Gobernador Político Militar de la provincia, que dio cuenta al Capitán General Don Ramón Blanco y Erenas quién ordenó a seguida, combatir y atacar a los revolucionarios.

La Providencia que había señalado sin duda la hora de la emancipación filipina, protegió a los revolucionarios; pues solo así se explica que hombres armados de palos y gulok, sin disciplina ni organización, vencieran a fuerzas españolas de Ejército regular, en los rudos combates de Bakoor, Imus y Noveleta, hasta el extremo de arrebatarles numerosos fusiles; lo que obligó al General Blanco a suspender las operaciones y tratar de sofocar la revolución por la política de atracción, pretextando que no le gustaba «hacer carnicería en los filipinos».

El Gobierno de Madrid, no aprobando esta clase de política del General Blanco, envió al Teniente General don Camilo Polavieja para relevarle del cargo, mandando al propio tiempo, tropas regulares de españoles peninsulares.

Polavieja con 16 mil hombres armados de Maüser y una batería de cañones, atacó a los revolucionarios, con energía; apenas reconquistó la mitad de la provincia de Cavite; y habiéndose enfermado, dimitió el cargo en Abril de 1897.

Relevado D. Camilo Polavieja por el Capitán General D. Fernando Primo de Rivera, éste anciano guerrero persiguió en persona a los revolucionarios con tanta firmeza como humanidad, logrando reconquistar toda la provincia de Cavite y arrojando a los rebeldes a las montañas.

Entónces senté mis reales en la abrupta y desconocida sierra de Biak-na-bató, donde establecí el Gobierno Republicano de Filipinas, a fines de Mayo de 1897.

II. EL TRATADO DE PAZ DE BIAK-NA-BATÓ

Don Pedro Alejandro Paterno estuvo varias veces en Biak-na-bató a proponer la paz, que después de cinco meses y largas deliberaciones, quedó concertada y firmada en 14 de Diciembre de dicho año 1897, bajo las bases siguientes:

1.a Que era yo libre de vivir en el extranjero con los compañeros que quisieran seguirme, y habiendo fijado la residencia en Hong kong, en cuyo punto debería hacerse la entrega de los 800,000 pesos de indemnización, en tres plazos: —400,000 a la recepción de todas las armas que había en Biak-na-bató—200,000 cuando llegaran a 800 las armas rendidas y los últimos 200,000 pesos al completarse a 1,000 el número total de las mismas y después de cantado el Te Deum en la Catedral de Manila, en acción de gracias. —La segunda quincena de Febrero se fijó como tiempo máximo para la entrega de las armas.

2.a El dinero sería todo entregado a mi persona, entendiéndome con entera libertad con mis compañeros y demás revolucionarios.

3.a Antes de evacuarse Biak-na-bató por los revolucionarios filipinos, el Capitán General Sr. Primo de Rivera me enviaría dos Generales del Ejército español, que permanecerán en rehenes hasta que yo y mis compañeros llegásemos a Hong-kong, y se recibiera el primer plazo de indemnización, o sean los 400,000 pesos.

4.a También se convino suprimir las Corporaciones religiosas de las Islas y establecer la autonomía en el orden político y administrativo, aunque a petición del General Primo de Rivera, éstos extremos no se consignaron por escrito, alegando que era muy humillante hacerlo así para el Gobierno Español, cuyo cumplimiento por otra parte, garantizaba él con su honor de caballero y militar.

El General Primo de Rivera entregó el primer plazo de 400,000 pesos mientras aún permanecían los dos Generales en rehenes.

Nosotros, los revolucionarios, cumplimos por nuestra parte con la entrega de armas, que pasaron de mil, como consta a todo el mundo por haberse publicado la noticia en los periódicos de Manila. Pero el citado Capitán General dejó de cumplir los demás plazos, la supresión de frailes y las reformas convenidas, no obstante haberse cantado el Te Deum; lo que causó profunda tristeza a mí y a mis compañeros; tristeza que se convirtió en desesperación al recibirse la carta del Teniente Coronel D. Miguel Primo de Rivera, sobrino de dicho General y su Secretario particular, avisándome que mis compañeros y yo no podríamos ya volver a Manila.

¿Es justo éste proceder del representante del Gobierno de España? —Contesten las conciencias honradas.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Reseña verídica de la revolución filipina»

Mira libros similares a Reseña verídica de la revolución filipina. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Reseña verídica de la revolución filipina»

Discusión, reseñas del libro Reseña verídica de la revolución filipina y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.