Massimiliano Colombo - El estandarte purpura
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El estandarte purpura: resumen, descripción y anotación
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E L ESTANDARTE PÚRPURA
Massimiliano Colombo
Título original: Il vessilio di porpora
Contenido
A Claudia, que me ha sacado del mazo,
y a Filippo y Cesare, que me han vuelto a poner
Romanos
(en cursiva los que realmente existieron)
Marco Quintinio Aquila – Veterano de la Vigésima Legión. El nombre Quintinius Aquila ha sido tomado de una inscripción encontrada en Caerleon. En realidad era un centurión de la Segunda Legión Augusta de los siglos II - III d. C.
Cayo Suetonio Paulino – Gobernador de Britania desde el 59 d. C. Buscó una agresiva política de sumisión de las tribus de la actual Gales. Condujo espléndidamente la campaña contra Boudica, pero luego ordenó durísimas expediciones de castigo contra cualquier foco de resistencia, devastando las tierras de los icenos.
Cayo Antonio Vindilo – Comandante de la caballería auxiliar. El nombre ha sido extraído de un fragmento de una estela funeraria, de proveniencia milanesa, de un soldado perteneciente a la Novena Legión, ascendido por méritos militares a la carrera ecuestre (Albucio, hijo de Vindilo). El apellido del padre delata aún las influencias celtas.
Lugovalos – Jinete bátavo, brazo derecho de Cayo Antonio Vindilo.
Cato Deciano – Procurador de la provincia. A Cato Deciano se le imputa la chispa que desencadenó la rebelión.
Petilio Cerial – Legado de la Novena Legión caída en una desastrosa emboscada. Es posible que la derrota, que causó pérdidas equivalentes a un tercio de la legión, fuera imputada, de algún modo, a Cerial, pues no prosiguió en el cursus honorum y no obtuvo el cargo de cónsul.
Tito Ulcio Falcidio – Prefecto de la guarnición de Camuloduno.
Penio Póstumo – Prefecto de campo de la Segunda Legión Augusta; se suicidó después de la rebelión.
Pablo Celio Amplio (llamado Tauro ) – Colono, exoptio de Aquila en la Vigésima Legión.
Fuvio Durio – Colono, exlegionario de Aquila en la Vigésima Legión.
Aulo Tranio Fibreno (llamado Decano ) – Exlegionario de Aquila en la Vigésima Legión.
Marcelo (llamado Catulo , «cachorro») – Hijo de Fibreno.
Marco Ferrio – Colono, exlegionario de Aquila en la Vigésima Legión.
Molerato – Colono, exlegionario de Aquila en la Vigésima Legión.
Quinto Curio Fidio – Colono, exsignifer de Aquila en la Vigésima Legión.
Antio – Capataz griego.
Britanos
(en cursiva los que realmente existieron)
Prasutagus – Rey de los icenos. Probablemente ascendido al trono por los romanos como rey cliente después de la represión de la primera rebelión icena en el 47 d. C. A su muerte, en el 60, los romanos ignoraron su deseo y se adueñaron de todo el territorio y de sus riquezas. Esto provocó la rebelión antirromana guiada precisamente por la reina entre el 60 y el 61.
Boudica – Reina de los icenos.
Mor – Hija menor de Boudica (se desconoce su verdadero nombre).
Aine – Hija mayor de Boudica (se desconoce su verdadero nombre).
Miridin, el sabio – Viejo consejero de Prasutagus.
Cathmor – Guerrero iceno.
Ambigath – Druida iceno.
Murrogh – Jefe tribal de los trinovantes.
Dunmor – Hijo de Murrogh.
Rhiannon – Hija de Murrogh.
Corann – Jefe tribal de los ordovicos.
Govran, el sabio – El viejo druida.
Efin – El curtidor.
Yorath – El bardo.
Alis – Mujer de Efin, el curtidor.
Ethrig – Noble iceno.
Quinn – Lobo Cazador, el espía.
Rey Rhuadri – Jefe tribal de los icenos.
Almas inmortales
Imaginad que vivís en un tiempo en que la libertad no es un derecho adquirido, sino una condición que hay que conquistar por la fuerza cada día. Imaginad que el futuro de vuestros hijos está constantemente amenazado por la sombra de la esclavitud y que todo lo que habéis construido con una vida de sacrificio está ligado a un delgado hilo que solo vosotros podéis defender, empuñando la espada, mientras tengáis fuerza, aullando al mundo vuestro derecho a vivir como un hombre libre en la tierra de vuestros padres.
Imaginad que vuestros seres queridos no hayan dejado nada de vosotros y que vuestros enemigos os hayan dedicado palabras que han atravesado la noche de los tiempos, dejando una impronta que los siglos no han conseguido borrar. Vuestras gestas, disputadas entre falsos testimonios y autores fiables, se han insinuado en los profundos pliegues de la historia entre verdad y mentira, heroísmo y crueldad, retratándoos con razón o sin ella como un ser infame.
Imaginad todo esto y seguid a la reina guerrera allí donde las gestas de los antiguos se confunden entre escritos y hallazgos, allí donde aún hay una justicia para quien ya no puede hablar, allí donde su paso ha quedado impreso indeleblemente en el suelo como testimonio de la furia que se desencadenó en el 61 d. C., allí donde los héroes aún no eran almas inmortales.
Olvidad quiénes sois, olvidad qué año es: estáis en Britania en el 60 d. C. y el emperador Nerón reina sobre la Ciudad Eterna desde hace seis años. La isla está sufriendo la ocupación romana desde la invasión del emperador Claudio, en el 43 d. C., y está subdividida en territorios que pertenecen a tribus orgullosísimas de la propia independencia, pero, al mismo tiempo, poco o nada propensas a unirse para hacer frente común contra el invasor.
El sentimiento de nación o de patria está aún muy lejos de estos días del primer siglo después de Cristo. Las poblaciones locales de estirpe celta que hacen voluntario acto de sumisión son dejadas en un estado de semiindependencia bajo el gobierno de los respectivos reyes, poco más que jefes tribales. Algunas están aliadas entre sí, otras, en conflicto; algunas han obtenido ventajas del comercio con Roma, otras han combatido abiertamente el avance del ejército imperial.
La presencia romana, que en algunos territorios es tolerada aunque no querida, está garantizada por cuatro temibles máquinas de guerra: la Segunda Legión Augusta, la Novena Hispana, la Decimocuarta Gemina y la Vigésima Valeria, que, en el curso de estos diecisiete años de invasión, han batallado contra Carataco, rey de los catuvelaunos, y han sofocado una primera rebelión de los icenos en el 47 d. C.
Las riendas del mando en Britania acaban de pasar a Cayo Suetonio Paulino, gran estratega y ejemplo de firmeza absoluta, llamado a sustituir, en el 59 d. C., a Quinto Veranio, gobernador de la provincia fallecido mientras desempeñaba su cargo.
Suetonio busca una política extremadamente agresiva orientada a alcanzar la sumisión de las tribus que habitaban la actual Gales, ya iniciada por su predecesor; este sistema expansionista, unido a la injerencia romana en las cuestiones locales, ha causado más de un abuso por parte del gobierno provincial, algo que, sumado a los repetidos episodios de violencia y a la expropiación de algunas tierras para la instalación de los veteranos, no ha tardado en hacer saltar la chispa de lo que después se ha transformado en un incendio espantoso que ahora vosotros estáis a punto de afrontar, el que los libros de historia nos han transmitido como «la rebelión de Boudica».
I
Impetus
Manduessedum, territorio de los coritanos
Finales de agosto, año 61 d. C.
Si no puedo mover el cielo, agitaré el infierno.
P UBLIO V IRGILIO M ARÓN
El estandarte de púrpura ondeó en el cielo, donde nubes oscuras se disputaban un horizonte de jirones azules.
Una ráfaga de viento se desprendió de la llanura, trazando una ola en la hierba, y remontó hasta nosotros para traspasarnos, fría como una hoz de cristal.
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