Agencia Prensa Latina - Periodismo riesgos y peligros

1Aunque Bahamas no está ubicada geográficamente en el mar Caribe, sino en el océano Atlántico, por razones históricas y culturales se le considera una nación caribeña. Lo mismo sucede con las islas Turcas y Caicos.

2Lo mismo sucedió con la proyección de nuestro país hacia la región hasta la década de 1970, fenómeno descrito por estudiosos del tema como la investigadora Milagros Martínez Reinosa en su artículo «El Caribe en la política exterior cubana».

Autor: Prensa Latina, Agencia

ISBN: 9789597089543

Generado con: QualityEbook v0.35

Compilación Margarita González y Luis Melián

Coordinación y compilación:

Luis Melián y Margarita González Edición: Ana María Ruíz

Diseño y composición: Santiago Calderón Hebra

Colectivo de autores, 2014

Sobre la presente edición Prensa Latina, 2014

ISBN 978-959-7089-54-3

PRENSA LATINA

Calle E. No. 404, esquina a 19, El Vedado, La Habana. Edición digital

Fruto de una labor colectiva, a la que aportaron muchos, como puede apreciarse en sus páginas, este libro deviene meritoria motivación para celebrar nuestro 55 aniversario, también oportuna ocasión para recordar y rendir homenaje a todos los que han hecho la historia de Prensa Latina.

Aunque en este texto aparecen los nombres de decenas de nuestros compañeros, bien sabemos que faltan muchos más. Al estar conscientes de ello, a todos los hacemos presentes.

Con «Periodismo, Riesgos y Peligros» saldamos una deuda con nosotros mismos. Cierto que buena parte de la historia de PL es conocida, incluidos sus orígenes, asociados a la Operación Verdad por iniciativa del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, del Comandante Ernesto Guevara y la labor de nuestro primer director, Jorge Ricardo Masetti, en llevar a la práctica un proyecto que hoy es una gran realidad.

Este libro nos acerca a varios aspectos de la misión de Prensa Latina y cómo sus profesionales la han cumplido a lo largo de estos años, sin dejar acallar su voz, como presagiaron sus enemigos.

No se trata de una propuesta para concurso, sino de una obra que, por encima de todo, se propone aportar a la historia de nuestra agencia, la de sus hombres y mujeres, para que se conozca más, como digno homenaje a sus protagonistas y muchos otros que la han apoyado de múltiples formas.

Todos seguramente coincidimos en que estas páginas de relatos e imágenes sobre periodismo, situaciones de riesgos, tensiones y peligros vividas en diferentes países desde la fundación de la agencia, el 16 de junio de 1959, constituyen una

importante fuente de información y estímulo para nuestros jóvenes en el desempeño de su misión, dondequiera que estén.

Con este libro recordamos a los fundadores de PL y a quienes la han prolongado en el tiempo hasta convertirla en una obra imperecedera vinculada con las causas y aspiraciones de los pueblos de América Latina y el Caribe, la integración, el progreso y la justicia social.

En ocasión del 55 aniversario, sirva este nuevo acercamiento a la historia de Prensa Latina y de sus trabajadores para reafirmar ese compromiso, nuestra razón de ser y hacer.

Si importante es difundir cuanto acontece en América Latina y el Caribe con un enfoque fiel a su realidad y aspiraciones, hacerlo de Cuba y su Revolución constituye también la razón de ser de Prensa Latina, uno de sus tempranos frutos.

La misión de decir al mundo lo ocurrido en el país caribeño, causas, consecuencias, logros y problemas permanece como un sello distintivo de PL, jamás silenciada, y luego de los años podría decirse que fortalecida y con mayor alcance.

Cuando sobre Cuba y su proceso revolucionario se vertía un océano de informaciones distorsionadas, Prensa Latina constituyó la voz por excelencia que acalló toda campaña del enemigo, siempre apoyada en la verdad y entrega incondicional de su personal como sus principales baluartes.

Hoy, esas credenciales se mantienen tan válidas como siempre, enriquecidas con la experiencia, sacrificios y éxitos de todos estos años.

Si el mundo conoce a Cuba, la respalda, defiende y comparte sus ideales, para nada puede considerarse exagerado decir que Prensa Latina ha contribuido a esa realidad, quizás la mayor recompensa para todos los que han dado vida a PL en casa y en el exterior.

Los periodistas de nuestra agencia han participado en la cobertura de acontecimientos trascendentales del pueblo cubano, como la explosión del vapor La Coubre, la Campaña de Alfabetización, los sucesos de Girón, la Crisis de Octubre, el ciclón Flora, la lucha contra bandidos, el homenaje al Che Guevara tras su muerte, la batalla por el retorno de Elián, el levantamiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos contra esta nación y la liberación de los Cinco, entre otros.

Sin ceder ante las limitaciones materiales, incluidas las tecnológicas, el mensaje de Prensa Latina siempre ha llegado a todos los rincones del mundo como expresión de justicia, independencia y solidaridad con las causas más nobles, desde la lucha contra el colonialismo y por el desarrollo, hasta el rechazo a las guerras impuestas a los diferentes pueblos por las potencias.

Y si en un tiempo la misión se cumplió solo desde La Habana y mediante enviados a otras zonas del país, hoy la cobertura de Cuba se hace también desde las corresponsalías de Santiago de Cuba, Camagüey, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Matanzas y Pinar del Río para una mayor difusión, que en un principio se apoyó en los teletipos y radiofotos como las vías principales y ahora ampliada con servicios de televisión, radio, publicaciones impresas y digitales, entre otras plataformas.

Al hacerlo, Prensa Latina reafirma la pertenencia de Cuba a la comunidad latinoamericano-caribeña, basada en aspiraciones compartidas que tienen sus raíces en una historia común.

Por Gabriel García Márquez

Uno de mis mejores recuerdos de periodista es la forma en que el Gobierno revolucionario de Cuba se enteró, con varios meses de anticipación, de cómo y dónde se estaban adiestrando las tropas que habían de desembarcar en la bahía de Cochinos.

La primera noticia se conoció en la oficina central de Prensa Latina, en La Habana, donde yo trabajaba en diciembre de 1960, y se debió a una casualidad casi inverosímil.

Jorge Ricardo Masetti, el director general, cuya obsesión dominante era hacer de Prensa Latina una agencia mejor que todas las demás, tanto capitalistas como comunistas, había instalado una sala especial de teletipos solo para captar y luego analizar en junta de redacción el material diario de los servicios de prensa del mundo entero.

Dedicaba muchas horas a escudriñar los larguísimos rollos de noticias que se acumulaban sin cesar en su mesa de trabajo, evaluaba el torrente de información tantas veces repetido por tantos criterios e intereses contrapuestos en los despachos de las distintas agencias y por último, los comparaba con nuestros propios servicios.

Una noche, nunca se supo cómo, se encontró con un rollo que no era de noticias, sino del tráfico comercial de la Tropical Cable, filial de la All American Cable en Guatemala.

En medio de los mensajes personales había uno muy largo y denso, y escrito en una clave intrincada. Rodolfo Walsh, quien además de ser muy buen periodista había publicado varios libros de cuentos policiacos excelentes, se empeñó en descifrar aquel cable con la ayuda de unos manuales de criptografía que compró en alguna librería vieja de La Habana.

Lo consiguió al cabo de muchas noches insomnes, y lo que encontró dentro no solo fue emocionante como noticia, sino un informe providencial para el Gobierno revolucionario.