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A Ana, mi mujer, que todo lo resuelve
A Alfredo y Ana, mis hijos, a los que les debo las horas que no les he dedicado por entregarlas a este libro, con la promesa de compensárselas
Y a los lectores de As , mis amigos de cada mañana
Dedicatoria
Introducción
Fútbol para cada día del año. Eso es lo que le proponemos en este libro, que trata de hacer un recorrido por todos los sucesos relevantes de nuestro deporte favorito, en una secuencia continua en los días del año, pero que da grandes saltos hacia delante y hacia atrás en el tiempo. Es un intento exhaustivo de mostrar todo lo que ha sido relevante en el desarrollo del juego, pero evidentemente no dejarán de faltar cosas. Son ya muchos años, casi ciento cincuenta, de existencia de este juego, de manera que hay muchos días en los que unas cosas presionan sobre otras, y ha habido que elegir una. El criterio ha sido en esos casos escoger lo que ha sido más importante, más trascendente, siempre tratando de acomodar el interés por nuestro fútbol con los de otros países en los que ha tenido gran desarrollo e influencia. Particularmente, Inglaterra, la fuente de la que bebimos más tarde todos. Y se trata de una mirada amplia sobre el juego, intentando alcanzarlo todo, no solo partidos, ni particularmente partidos. Hay nacimientos, muertes, tragedias, glorias, cambios de reglas, anécdotas, exilios, consagraciones, inauguraciones, premios, felicidad, nostalgia… Es posible, no obstante, que usted eche en falta tal o cual suceso, tal o cual mérito de su equipo, tal o cual recuerdo de su infancia, tal o cual historia que su padre le contó. Me disculpo de antemano por ello, pero habrá sido inevitable. Lo que he pretendido sobre todo es que el cuadro explique el fútbol. Con pinceladas sueltas, firmes, sin nada que ver aparentemente con las de al lado, pero que miradas todas juntas en la distancia (al completar la lectura del libro) provoquen el efecto pleno de la pintura impresionista. El cuadro se lee completo y a distancia, cuando los detalles se funden en una sola imagen.
He de aclarar que como algunos de nuestros clubes han cambiado la forma de escribir su nombre con los años, he preferido optar por el actual. He tenido más dudas con el Espanyol, que fue Español durante la mayor parte de su historia (y sale citado en más ocasiones durante el largo período en que se llamó así), pero puesto que ahora es «Espanyol» para las nuevas generaciones he preferido llamarlo de esta forma. Igualmente para el Athletic de Bilbao, que se llamó Atlético desde la guerra hasta los setenta, período en el que le pasaron algunas de las cosas que se relatan en el libro, pero en el que lo presento con su nombre original y final de Athletic. El término Atlético, a su vez, lo reservo para el Atlético de Madrid y se lo aplico en todas las épocas, a despecho de que en sus primeros tiempos también fue Athletic. No es del todo correcto, pero me ha parecido lo más sencillo, a fin de no andar cambiando de nombre a estos clubes según el período de su vida de que hablemos, y menos en un libro con tantos saltos adelante y atrás en el tiempo, con tanta mezcolanza de épocas.
Y tengo que agradecer a mis compañeros de As , singularmente a Bernardo Salazar y a Agustín Martín, dos sabios que me han ayudado exhaustivamente a localizar fechas y cuestiones, pero no solo a ellos. Desde el departamento de Documentación hasta el director adjunto, Alejandro Elortegui, siento que estoy en deuda con casi todos mis compañeros, de los que he recibido sugerencias, ayuda y hasta muchos libros prestados, que pienso devolver escrupulosamente.
Y gracias también a tantos y tantos grandes jugadores que han llenado mis ojos, desde niño hasta hoy, desde Kubala y Di Stéfano hasta Xavi y Casillas, protagonistas estos últimos de una selección que nos ha ofrecido una excelencia que ya no esperábamos. Y al Madrid y al Barça, por su constante pulso, que ha hecho crecer al fútbol español. Y a los ingleses, por inventar este juguete.
ENERO
1 de enero
San Lorenzo de Almagro nos hace un 5-7 con el tiqui-taca
(1947)
Puede que usted esté pensando que difícilmente se haya jugado al fútbol alguna vez el primer día del año, pero se confunde. Precisamente uno de los partidos más comentados del fútbol español se produjo en tal día, dentro del marco de lo que fue una memorable gira del San Lorenzo de Almagro. Eran los años de la posguerra y el aislamiento, cuando España se había quedado como un residuo de las dictaduras de la preguerra. Nadie nos hablaba prácticamente, excepto Portugal y Argentina. Y nuestro fútbol estaba tan solo y tan depauperado como todo lo demás.
Perón, que nos mandaba trigo en aquellos años, nos envió también una embajada futbolística que dejaría huella: el San Lorenzo de Almagro. Llegaron con un fútbol nuevo, desde el dibujo en WM, que aquí era tan desconocido como todo lo que pasaba fuera, hasta su juego, hecho de combinación de toque exquisito. El tiqui-taca de hoy, vaya. Más lento, pero tiqui-taca , e interpretado por unos jugadores geniales, que vinieron diciendo que el gol era «un pase a la red», lo que fue tomado a chacota en un país que concebía los goles como cañonazos tremendos o cabezazos heroicos.
En total, la gira constó de diez partidos, incluidos dos en Portugal, con cinco victorias, cuatro empates y una sola derrota. Todo eso en seis semanas. Dados los incómodos viajes por las carreteras y en los ferrocarriles de la época y alguna juerga que hubo por medio, fue un resultado extraordinario, más si se tiene en cuenta el balance de goles: 48 a favor por 26 en contra. El partido del primer día del año 1947 fue el tercero de la gira, y el que rompió definitivamente la pana. El adversario fue un combinado nacional, el escenario, un llenísimo Les Corts, el que fuera el campo del Barça hasta el Camp Nou, y el resultado, un estruendoso 5-7. El día 2 los periódicos hablaban y no paraban del extraordinario juego combinativo de los bonaerenses, que en su delirio solían descuidar la defensa, pero que se pasaban y pasaban dejando a los españoles como palos. España sacó ese día a: Bañón; Álvaro, Curta; Gonzalvo III, Fábregas, Gonzalvo II; Epi, Arza, Lángara, Herrerita y Escudero. (En la segunda parte, el ala izquierda la formaron Escolà y Bravo.) Por San Lorenzo jugaron: Blazina; Crespi, Basso; Zubieta, Grecco, Colombo; De la Mata, Farro, Pontoni, Martino y Silva. Zubieta era uno de los vascos de la selección de Euskadi, que se habían quedado allí al final de la gira. Con los años volvería a España, para terminar su carrera en el Deportivo.
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