Ángel L. Rubio Moraga
«De cada diez personas que ven la televisión, cinco... son la mitad»
Historia de los medios de comunicación. Enfoque y objetivo
El objetivo de este libro es ofrecer una panorámica básica sobre la historia de los medios de comunicación. Se dirige a cualquier persona interesada por el tema, y, en especial, a alumnos de Grado o Máster, tanto estudiantes de las titulaciones de Comunicación (Comunicación Audiovisual, Periodismo o Publicidad y Relaciones Públicas), como de Historia u otros ámbitos de las Humanidades y las Ciencias Sociales.
Se trata, pues, de un estudio general introductorio. No hemos pretendido elaborar una descripción o un catálogo de acontecimientos. Nuestra aspiración ha sido proponer una mirada integrada y selectiva. Por una parte, porque deseamos sintetizar un amplio y complejo escenario en pocas páginas. Por otro lado, porque hemos optado por una óptica fundamentalmente aclaratoria. Más que el mero acopio de información o la vana pretensión por agotar contenidos de alcance enciclopédico, deseamos sugerir perspectivas de interpretación.
El objetivo selectivo determina la forma y la estructura de las siguientes páginas. Estas son fruto de numerosas lecturas, si bien hemos incorporado referencias bibliográficas muy acotadas en cada uno de los capítulos y siempre sobre autores mencionados en cada uno de ellos. Dicha información se completa con una bibliografía final que recoge trabajos o manuales generales que permiten ampliar las cuestiones aquí presentadas. Paralelamente, los ejemplos que mencionamos en el libro se han seleccionado con el objetivo de facilitar pautas de análisis o de crítica respecto a las problemáticas abordadas. Ese es el sentido del material gráfico, de los cuadros de texto, las cronologías, las tablas o los diagramas que presenta esta obra. A ello deben sumarse los recursos complementarios que están integrados en la página web asociada al libro (www.alianzaeditorial.es/minisites/manual_web/3491295). Todos estos materiales permiten ser utilizados en actividades prácticas, tanto por docentes como por alumnos.
El carácter selectivo que guía al libro también se refleja en los criterios temáticos que hemos empleado. La historia de los medios de comunicación es tan larga y compleja como la historia de la Humanidad. Nosotros hemos decidido situarnos, sobre todo, ante la Edad Contemporánea (desde mediados del siglo XIX a los inicios del XXI ) y en el espacio occidental (Europa y Estados Unidos). Creemos que son en esas coordenadas donde se emplazan los aspectos clave —y, desde luego, los más relevantes en términos de presente— de dicha historia. No obstante, de manera ocasional haremos referencia a períodos anteriores o nos moveremos en otros escenarios geográficos, particularizando también cuestiones relativas al caso español.
Es importante destacar que el tiempo histórico de los medios de comunicación no es ni unidireccional ni cerrado. Cada uno de los capítulos de esta obra alude a determinados períodos, pero estos se han concebido como fases aproximadas de ubicación cronológica. De ahí que en el libro se produzcan a veces solapamientos entre esos tiempos históricos, o que —para reforzar la comprensión y coherencia de ciertos procesos o líneas de evolución— en ocasiones se avance o se retroceda en el hilo temporal.
Formular una historia de los medios de comunicación corre el riesgo de caer en la fragmentación sectorial. Este trabajo no es una suma de historias parciales sobre la prensa, los libros, el cine, la radio, la televisión o Internet, sino una reflexión integrada de conjunto. Tampoco queremos entrar en la disquisición nominal sobre si es mejor hablar de historia de los medios o de historia de la comunicación. Se trata de un debate que apenas ha aportado valor añadido a la reflexión historiográfica. Frente a tales consideraciones, apostamos por entender a los medios de comunicación en su estricto contexto histórico y desde una perspectiva que los interrelacione con las esferas de lo político, lo económico o lo cultural. Los medios no se han movido como compartimentos estancos, sino que han sido fruto de tales interrelaciones, del mismo modo que han condicionado los entornos históricos donde se han ubicado.
El relato de este libro se basa, en conclusión, en un método explicativo. Desde ese prisma abordaremos los rasgos —singulares y comparados— de una historia que es a un tiempo específica y general. Los estudios sobre comunicación han insistido desde hace décadas en que tenemos que valorar a los medios como agentes activos en los procesos de creación, circulación y consumo cultural. Tales procesos no responden a una sencilla receta universal que vaya de un emisor a un receptor. Muy al contrario, constituyen prácticas complejas, definidas por el flujo e intercambio de conocimientos o por la difusión de estereotipos e imaginarios. Sin los medios de comunicación no se puede comprender el progreso humano, pero tampoco las guerras o las prácticas de control, dominación y explotación.
Términos como información, publicidad o propaganda evocan directamente la acción mediática. No obstante, el protagonismo de la comunicación impresa y audiovisual (o analógica y digital) no se reduce a esos límites. Se ha proyectado, ayer y hoy, sobre esferas como el ocio. O sobre los mecanismos que permiten dotar de sentido a nuestra identidad personal y colectiva. En la actualidad, el lenguaje cotidiano tiende a entremezclar las relaciones sociales con las redes mediáticas. Este hecho justifica, por sí solo, la importancia de la comunicación en cualquier reflexión dedicada a la historia contemporánea. Del mismo modo, pensar los medios exige superar la fijación presentista mirando atrás, redescubriendo que no hay tantas cosas nuevas bajo el sol en un ámbito como el mediático, con frecuencia dominado por una constante sensación de novedad.
Finalmente, deseamos agradecer el apoyo y ayuda de algunas personas. En primer término, la confianza de Juan Pro y Cristina Castrillo para que nos embarcásemos y navegásemos en esta aventura. Gracias a otros proyectos realizados con Carlota Coronado, Ferran Archilés, Ismael Saz y Jesús Martínez Martín hemos obtenido algunas informaciones que han resultado útiles para determinados pasajes. Carolina Rodríguez López nos ayudó en la concepción inicial del libro. Por su parte, José Carlos Rueda quiere agradecer la discusión mantenida con Luz, Nacho y África después de ver la película Hannah Arendt, realizada en 2012 por Margarethe von Trotta: es un buen ejemplo de cómo los medios de comunicación pueden suscitar un debate vivo sobre la Historia, la reflexión histórica y sobre los propios medios.
1. La revolución de la modernidad
Este capítulo tiene un carácter introductorio. Su objetivo es presentar algunos aspectos de reflexión que permitan centrar la historia de los medios. En particular el capítulo se interesa por dos cuestiones. En primer lugar, propondrá una cronología básica atendiendo a diversos enfoques interpretativos. En segundo término, repasará algunas claves situadas entre los siglos XVI a XVIII . No por casualidad ese largo período suele definirse como Edad Moderna, su punto de partida como Renacimiento y su culminación como Siglo de las Luces o de la Ilustración. Todos ellos son vocablos con semántica identificable con la noción de progreso.