Agradecimientos
Agradecemos a Juan Martos Fernández, profesor del Departamento de Filología Griega y Latina de la Universidad de Sevilla, su generosa ayuda para traducir muchos de los textos médicos que se han consultado en el curso de la investigación conducente a este libro. También damos las gracias a María Jesús Ruiz, profesora del Departamento de Filología de la Universidad de Cádiz, y al estudioso madrileño José María Fraile, por indicarnos y facilitarnos una serie de fuentes de interés para nuestro trabajo, así como a Sonia Muñoz Prián por dejarnos citar su trabajo de fin de máster.
Francisco Vázquez García, por su parte, quiere agradecer el apoyo de sus compañeros Ramón Vargas-Machuca, José Luis Moreno Pestaña, Juan Carlos Mougán Rivero, Jesús González Fisac, Antonio Frías y Cándido Martín, que han contribuido a crear un excelente y agradable ambiente de trabajo en los departamentos de estudios filosóficos de la Universidad de Cádiz. Gracias también a Oliva y a Curro por su constante respaldo y cariño durante todo el periodo de confección de este trabajo.
Richard Cleminson quiere agradecer a sus colegas, tanto los de la School of Languages, Cultures and Societies como los del Centre for Interdisciplinary Gender Studies, por su interés y apoyo y por proporcionar un excelente entorno para trabajar. Gracias también, por su estímulo durante años para explorar nuevas interpretaciones e ideas, a los profesores Chris Perriam, de la Universidad de Manchester, y Alison Sinclair, de la Universidad de Cambridge. Agradecimientos también a Rosa María Medina Doménech, profesora de la Universidad de Granada, que ha colaborado en este y en otros proyectos sobre historia de la sexualidad en España.
Por último, los autores quieren agradecer a Tim Spanner, de Routledge, por las facilidades dadas para que la publicación de la traducción castellana haya sido posible; a Ricardo García Cárcel, por su apoyo e interés, y a Raúl García Bravo, de Ediciones Cátedra, por su confianza y empeño para que este volumen viera la luz.
Algunos apartados del libro proceden de materiales previamente publicados, incluyendo Hermaphroditism, Medical Science andSexual Identity in Spain, 1850-1960 (Cardiff, University of Wales Press, 2009), especialmente el capítulo primero, a partir del artículo «Subjectivities in Transition: Gender and Sexual Identities in Cases of “Sex Change” and “Hermaphroditism” in Spain, c. 1500-1800» (History of Science, 48: 159 [2010], págs. 1-38), y parte del tercer capítulo se basa en el artículo titulado «El destierro de lo maravilloso. Hermafroditas y mutantes sexuales en la España de la Ilustración» (Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia, 63 [2011], 1, págs. 7-38).
I NTRODUCCIÓN
Sexo, género e historicidad
En un artículo breve, publicado en 1928 por la revista médico-legal Archivo de Medicina Legal, el forense Asdrúbal Antonio de Aguiar presentó la que habría de ser una de las primeras panorámicas sobre el hermafroditismo en los círculos médicos portugueses de comienzos del siglo XX . Los comentarios de De Aguiar y la reproducción de documentos relevantes relacionados con un olvidado caso de hermafroditismo acontecido en 1622, en el convento de Santa Cruz de la pequeña localidad de Vila Viçosa, en la región del Alentejo, venían precedidos por un encuadre histórico y diagnóstico. Este serviría de referencia para la futura obra del doctor en cuestión, acerca de asuntos relacionados con lo sexual.
Por contraste, la situación de la historiografía en relación con el hermafroditismo y los cambios de sexo en España se encuentra mucho más avanzada, no solo en términos del análisis histórico cultural, por ejemplo sobre el tema de la «subversión de género» en la literatura del Siglo de Oro, sino también en lo referido a estudios específicos sobre figuras disidentes como Catalina de Erauso.
El propósito del presente estudio es profundizar en el conocimiento de las controversias teóricas sobre casos de hermafroditismo y cambio de sexo en el mundo ibérico, entre 1500 y 1800. Aunque nos centraremos principalmente en el discurso sostenido en España acerca de estos asuntos, dedicando a Portugal únicamente un capítulo específico, sugerimos que, dada la similitud de las instituciones vigentes en ambos países —la Inquisición, el intercambio de conocimientos entre centros teológicos y universitarios como Coimbra y Salamanca y el hecho mismo de la emigración entre España y Portugal, especialmente de judíos y conversos—, existen elementos compartidos en el conjunto de la geografía ibérica y en relación con el fenómeno del hermafroditismo.
La existencia de la Inquisición, establecida en España en 1478 y en Portugal en 1536, más allá de la diferencia de competencias según las regiones y los reinos, proporcionaba un trasfondo de saberes y de lenguajes acerca de un repertorio de motivos relacionados con la observancia religiosa y también con las materias de contenido sexual. Si la cuestión de la sodomía —esa «categoría tan confusa», como Foucault la denominó, dada la extensa gama de prácticas que podía describir.
Además de este enfoque comparativo y en contraste con la mayoría de los estudios anteriormente mencionados, ponemos un énfasis especial en los debates y racionalidades médicos, jurídicos, filosóficos, artísticos y teológicos que enmarcaron el hermafroditismo en este periodo. Esas controversias proporcionaron un trasfondo donde el sexo ambivalente se hizo inteligible para los que estudiaron el asunto en el territorio ibérico entre los siglos XVI y XIX como un producto del paisaje mental de esa época. A fin de evitar lo que Lucien Febvre designó como «anacronismo psicológico», es importante no solo examinar en detalle el pensamiento que emerge en medio de un variado espectro de fuentes, sino proporcionar un mapa intelectual donde cuestiones como las del «sexo» y el «género» puedan ser interrogadas con éxito, sin imponer autoritariamente las interpretaciones actuales acerca de esos temas y sin presuponer una rígida conexión explicativa entre, por un lado, la cultura y el género, y, por otro, la naturaleza y la distinción entre los sexos biológicos.
E L MODELO DEL «SEXO ÚNICO» Y LA PERFORMATIVIDAD DEL GÉNERO
A fin de comprender las condiciones sociales que proporcionan un contexto y permiten ponderar la circulación de las ideas en cualquier sociedad o periodo histórico dados, necesitamos determinar las «verdades tácitas» que conforman una cultura. Esto es lo que debe hacerse cuando nos interrogamos por el problema de la identidad personal, y más específicamente por la cuestión de la identidad sexual en las sociedades altomodernas. La distinción entre varones y hembras, dada por sentada en la vida cotidiana del Antiguo Régimen, solo se convertía en problema cuando se deslizaban fisuras y accidentes que la hacían borrosa. Los individuos tachados de hermafroditas, los fenómenos de transmutación sexual o los casos de personas que decidían adoptar la apariencia del sexo opuesto, todos ellos testimoniados hasta la saciedad por las fuentes médicas, jurídicas, teológicas y literarias de los siglos XVI y XVII , revelan a contrario el modo en que estas sociedades afrontaban el modelado de la identidad sexual.
Dicho en los términos de Judith Butler: la construcción de las identidades de género se lleva a cabo mediante un proceso de exclusión. Las figuras y conductas que no se ajustan o exceden al sexo y a los patrones dicotómicos de género, y que operan fuera de la práctica humana «normal», constituyen el objeto de este tipo de análisis. Como estos emplazamientos excluidos y abyectos solo pueden concebirse desde la propia matriz normativa que los suprime, no componen un exterior absoluto, sino una expresión de las dinámicas que tienen lugar en su interior.