Elogios para La audacia de la esperanza
“[Barack Obama] es un político distinto, uno que realmente sabe escribir —de forma conmovedora y genuina— acerca de sí mismo… En estas páginas, intenta desgranar sus ideales políticos en un lenguaje sencillo que habla desde el sentido común… Eso ya es especial de por sí, no solamente en estas épocas pre-electorales tan venenosas, sino también en estos tiempos cada vez más polarizados y polémicos”.
—MICHIKO KAKUTANI, The New York Times
“Uno de los mejores escritores que ha entrado en el terreno de la política”.
—JONATHAN ALTER, Newsweek.com
“La capacidad de Obama para mezclar una retórica conmovedora acerca del bien y del mal con sus ideas políticas es algo novedoso en la historia de la política estadounidense… En esta era despreciable y desalentadora, el talento de Obama para proponer soluciones humanas y sensatas con prosa elegante e inspiradora lo llena a uno de esperanza”.
—MICHAEL KAZIN, The Washington Post
“La audacia de la esperanza ofrece a los lectores —y a los votantes de la nación— una visión positiva del potencial de este país, y una biografía política que concentra los valores esenciales del Senador y al mismo tiempo ofrece, más ampliamente, la alternativa de cómo abordaría él las grandes cuestiones de nuestro tiempo”.
—MIKE DORNING, Chicago Tribune
“Pocas personas podrían ser consideradas sinceras al utilizar el término ‘esperanza’ en un contexto político. Obama es una de esas pocas personas, y lo demuestra utilizando un vocabulario refrescante y deslumbrante, que borra muchas de las toxinas que alimentan el debate político contemporáneo. Obama nos recuerda que esas categorías de votantes que pretenden definir las amplias distancias que nos separan no terminan por abarcar la suma total de nuestras preocupaciones, o adivinar dónde se encuentran nuestros corazones”.
—JOHN BALZAR, Los Angeles Times
B ARACK O BAMA
La audacia de la esperanza
Barack Obama es el senador junior del estado de Illinois. Empezó su carrera como organizador comunitario en algunas de las comunidades más pobres de Chicago. Asistió a la Facultad de Derecho de Harvard, donde fue elegido el primer presidente afro-americano del Harvard Law Review. En 1992, dirigió el proyecto VOTE de Illinois, donde se registraron en el censo 150.000 nuevos votantes. Desde 1997 hasta 2004, fue senador estatal durante tres legislaturas por el South Side de Chicago. Además de sus deberes legislativos, ha sido profesor de derecho constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chicago, ha ejercido como abogado en el campo de los derechos civiles y pertenece al comité de varias organizaciones benéficas.
El Senador Obama vive en el vecindario de Hyde Park en Chicago, con su esposa Michelle y sus dos hijas, Malia y Sasha.
T AMBIÉN ESCRITO POR B ARACK O BAMA
Dreams from My Father
PRIMERA EDICIÓN VINTAGE ESPAÑOL, JUNIO 2007
Copyright de la traducción © 2007 por Vintage Books, una división de
Random House, Inc.
Todos los derechos reservados. Editado en los Estados Unidos de América por Vintage Español, una división de Random House, Inc., Nueva York y en Canadá por Random House of Canada Limited, Toronto. Originalmente publicado en inglés en EE.UU. como The Audacity of Hope por Crown Publishers, una división de Random House, Inc.,
Nueva York. Copyright © 2006 por Barack Obama.
Vintage es una marca registrada y Vintage Español y su colofón son marcas
de Random House, Inc.
El epígrafe de este libro ha sido traducido y reimprimido con permiso de la Oficina del
Senador Barack Obama.
Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos
Información de catalogación de publicaciones
Obama, Barack.
[Audacity of hope. English]
La audacia de la esperanza : reflexiones sobre cómo restaurar el sueño americano /
by Barack Obama ; traducción de Claudia Casanova.—1. ed.
p. cm.
eISBN: 978-0-307-80530-0
1. Obama, Barack. 2. Legislators—United States—Biography. 3. African American legislators—Biography. 4. United States. Congress. Senate—Biography. 5. Obama, Barack—Philosophy. 6. National characteristics, American. 7. Ideals (Philosophy) 8. United States—Politics and government—Philosophy. 9. United States—Politics and government—2001– I. Title.
E901.1.O23A3 2007
973′.04960730092—dc22
[B] 2007004653
Traducción de Claudia Casanova y Juan Eloy Roca
www.grupodelectura.com
v3.1
A las mujeres que me criaron:
MI ABUELA MATERNA, TUTU ,
que ha sido una roca de estabilidad durante toda mi vida,
y
MI MADRE ,
cuyo espíritu cariñoso aún me sustenta
Hope. Hope in the face of difficulty. Hope in the face of uncertainty. The audacity of hope! In the end, that is God’s greatest gift to us, the bedrock of this nation. A belief in things not seen. A belief that there are better days ahead.
—Barack Obama, Keynote Speech,
2004 Democratic National Convention
Esperanza. Esperanza frente a la dificultad. Esperanza frente a la incertidumbre. ¡La audacia de la esperanza! En definitiva, ése es el mayor regalo que Dios puede darnos, el cimiento de esta nación. Creer en aquello que no se ve. Creer que nos espera un futuro mejor.
—Barack Obama, Discurso de apertura de la
Convención Nacional Democrática de 2004
Contenido
Prólogo
H A PASADO CASI una década desde la primera vez que me presenté a unas elecciones a cargo público. Tenía entonces treinta y cinco años, hacía cuatro que me había licenciado en Derecho, acababa de casarme y en general me mostraba impaciente ante la vida. Se abrió una vacante en la legislatura de Illinois y muchos de mis amigos me animaron a presentarme, convencidos de que mi trabajo como abogado de derecho civil y la red de contactos que había creado trabajando como organizador comunitario me convertían en un candidato viable. Después de hablarlo con mi mujer, entré en la carrera electoral e hice lo que todo candidato novato hace: hablé con cualquiera que quisiera escucharme. Acudí a reuniones de vecinos y a fiestas de iglesia, a salones de belleza y a barberías. Si había dos tipos charlando en una esquina, yo cruzaba la calle para entregarles folletos de mi campaña. Y fuera donde fuera, siempre me encontraba con una u otra versión de las mismas dos preguntas. La primera:
—¿De dónde es ese nombre tan curioso?
Y la segunda:
—Parece usted un tipo decente. ¿Por qué quiere meterse en algo tan sucio y desagradable como la política?
Estaba acostumbrado a esa pregunta, me la habían hecho muchas veces años atrás, cuando llegué a Chicago y empecé a trabajar en los barrios de bajos recursos. Era una pregunta que sugería una desconfianza profunda no sólo en la política, sino en la misma noción de vida pública. Una desconfianza que —al menos en algunos de los barrios del sur de la ciudad que intentaba representar— se alimentaba de toda una generación de promesas incumplidas. Yo sonreía y contestaba que comprendía su escepticismo, pero que había —y siempre había habido— otra forma de hacer política, una tradición que venía de los tiempos en que se fundó nuestra nación y llegaba a la gloria del movimiento por los derechos civiles. Una tradición basada en la sencilla idea de que lo que le suceda a nuestro vecino no debe sernos indiferente, en la noción básica de que lo que nos une es mucho más importante que lo que nos separa, y en el convencimiento de que si suficientes personas creen realmente en esto y viven según esos preceptos, es posible que aunque no podamos resolver todos los problemas, sí podemos avanzar en cosas importantes.