Akal / Cuestiones de antagonismo / 94
Louis Althusser
Ser marxista en filosofía
Texto establecido y anotado por G. M. Goshgarian
Traducción: Alcira Bixio
«A todos aquellos que dudan hoy de la filosofía, a quienes dudan de que el marxismo sea capaz de tomar parte en la filosofía de una manera no arbitraria ni subjetiva, sino justa y eficaz, les digo: ¡Ved qué es lo que sucede a vuestro alrededor! ¡Ved cómo van de rápido las cosas! ¡Ved esas luchas en las cuales se involucran los jóvenes del lado de los ancianos, batallas en las que la teoría marxista sale fortalecida y rejuvenecida! ¡Ved cómo se corrigen los errores del pasado! ¡Ved qué perspectivas se abren ante nosotros, cómo se acerca el futuro! ¿Tomáis partido en la lucha de clases, obrera y popular? Recordad: la lucha de clases necesita de la filosofía, de “lucha de clases en la teoría”. ¿Aspiráis a ser filósofos? Recordad: el filósofo se bate en la teoría, y cuando entiende las razones de esta necesaria pugna, se une a las filas de la lucha de clases, obrera y popular.»
Louis Althusser (1918-1990), filósofo marxista e intelectual crítico de referencia en el siglo XX, estudió y posteriormente enseñó en la École Normale Supérieure de París. Fue uno de los principales referentes académicos del Partido Comunista Francés y su pensamiento se articula como una respuesta a múltiples interpretaciones del marxismo, entre ellas el empirismo y el humanismo.
De entre su vasta y fundamental obra teórica, Ediciones Akal ha publicado Marx dentro de sus límites (2003), Maquiavelo y nosotros (2004), La soledad de Maquiavelo. Marx, Maquiavelo, Spinoza, Lenin (2008) y Sobre la reproducción (2015).
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RAG
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Título original
Être marxiste en philosophie
© Presses Universitaires de France, 2015
© Ediciones Akal, S. A., 2017
para lengua española
Sector Foresta, 1
28760 Tres Cantos
Madrid - España
Tel.: 918 061 996
Fax: 918 044 028
www.akal.com
ISBN: 978-84-460-4396-6
G. M. Goshgarian desea expresar su agradecimiento a Nathalie Léger (directora general del Instituto Memorias de la Edición Contemporánea, IMEC) y a todo su equipo, así como a François Boddaert, Maurice Caveing, Olivier Corpet, Jackie Épain, Christine Gardon, Isabelle Garo, Frank Georgi, Michael Heinrich, Kolja Lindner, François Matheron, Bruno Quélennec, Panagiotis Sotiris, Fabienne Trévisan, Laurie Tuller y Maria Vlachou.
Prefacio
G. M. GOSHGARIAN
I
El 11 de junio de 1984, Althusser aconseja la lectura de uno de sus numerosos trabajos inéditos a la filósofa mexicana Fernanda Navarro, quien, en 1988, publicará, en forma de entrevista, una introducción a su última filosofía. «He releído un manuscrito “filosófico” inconcluso, pero que me parece bastante bueno, en todo caso, lo he leído hasta Rytmann, y su propia muerte, acaecida en 1990.
Editado en Francia en abril de 1994, Philosophie et marxisme terminará constituyendo los prolegómenos al texto de referencia de la última filosofía althusseriana, con la publicación, en otoño, de «Corriente subterránea del materialismo del encuentro» casos de los años 1982 y 1983, despierta una fascinación por el último Althusser que no ha decaído desde entonces.
Cálculo o contingencia, la ocultación de la penúltima obra, gran parte de cuyos trabajos importantes permanecieron inéditos durante largo tiempo, sin duda, ha favorecido este renacimiento póstumo. Pues el pensamiento intempestivo del Althusser de los años setenta continúa suscitando una hostilidad espantada que no llega a transformarse en desdén hastiado en la medida en que uno logra convencerse de que hoy aquel pensamiento es ya casi absolutamente inactual. Hasta los comentadores benevolentes, salvo raras excepciones, han contribuido a mantener un cordón sanitario alrededor del predecesor del filósofo del encuentro, conservando únicamente del «doctrinario decepcionado» de la década de 1970 las proclamaciones de la crisis del marxismo que habrían anunciado una « Kehre althusseriana» (Antonio Negri). En cuanto a las soluciones a la crisis propuestas en esos textos anteriores a la Kehre (viraje, giro decisivo) son, por acuerdo casi universal, de otra época.
Ahora bien, Filosofía y marxismo tiene elementos suficientes para desdibujar la línea de demarcación así trazada entre el último Althusser y el de otra época, defensor, entre otras cosas impensables, de la dictadura del proletariado. Pues esta entrevista es, en realidad, un patchwork tejido, en buena parte, con extractos o resúmenes de textos althusserianos de los años sesenta y setenta, como si el autor hubiese querido señalar que el concepto nuclear de su última filosofía, el concepto del encuentro, había estado en cierto modo presente a lo largo de su obra con diversas denominaciones: «acumulación», «combinación», «conjunción», «coyuntura», «concurso», «nudo accidental» y hasta «encuentro»: indicador, entre otros, de que el viraje althusseriano, si realmente hubo tal viraje, se produjo por la vía de un retorno.
Ciertamente, la mera presencia de esos términos en sus escritos anteriores los efectos de esa estructura de pensamiento mediante un retorno del resultado sobre su devenir.
Al menos uno de esos elementos, el atomismo epicúreo, brilla por su ausencia hasta mediados de los setenta. ¿Se desencadenó la Kehre por una desviación aleatoria precipitada por el descubrimiento del concepto de «desviación aleatoria» de los epicúreos? Podemos pensar que sí. En la década anterior, antifilosofía que anticipaba la de Marx, puede uno entrever el ascendiente fulgurante que estaba llamado a tener el sabio del Jardín en el pensador de la calle Ulm. ¿Qué da este encuentro fusional entre la primera teoría althusseriana del encuentro y la lectura althusseriana de Epicuro a quien le fue atribuida esa teoría una vez que hubo «cuajado»?
Lo que da, por lo menos y tal vez como mucho, es una traducción en un lenguaje epicúreo de la teoría althusseriana del encuentro, completada con una traducción en el lenguaje del encuentro de ciertos términos clave de los años sesenta. Así, uno se entera de que «el concepto desarrollado de la contingencia» se llama «encuentro», y que coyuntura es «una palabra que vuelve a decir: encuentro, pero en la forma de la conjunción». Estas reformulaciones aparecen como parte integrante de una exposición del materialismo aleatorio y el lector podrá juzgar, después de compararlas con la obra precedente, si es atribuible a una Kehre, a una interrupción continuada, a una evolución lineal o a una simple reanudación.
El lector podrá abordar esa comparación sin sumergirse en «La corriente subterránea». Pues la exposición del materialismo del encuentro centrado en la cuestión de la dictadura del proletariado.
II
Si bien la fecha en que Althusser se adhiere al materialismo aleatorio es objeto de debate, nadie puede discutir que su romance con la antifilosofía había tomado, a más tardar el 8 de octubre de 1957, el cariz de una relación duradera. Ese día, se desarrolla. Revel pone como prueba el galimatías que impostores tales como Heidegger, Lacan, Sartre y Merleau-Ponty hacen pasar por profundidad de espíritu. Interviniendo en la discusión que sigue al debate ofrecido en la tribuna, Althusser toma la defensa del libro de su amigo, con quien comparte, dice, «la inspiración esencial».
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