Puede decirse que «Ideología y aparatos ideológicos de Estado» es ya un clásico en la bibliografía moderna sobre el tema de las ideologías. Este texto se enmarca en la concepción althusseriana según la cual toda práctica social se desenvuelve en un «medio» ideológico y, por otra parte, la ideología cumple la función general de cohesión del todo social. Posiciones éstas que comparte con otros pensadores como Nicos Puolantzas (en gran parte de su obra al menos), Daniel Vidal y otros.
El contenido de este ensayo se desenvuelve incluso en el centro mismo de la polémica en torno a la oposición «ciencia vs ideología» y en la noción de «corte epistemológico», instancias ambas que han enfrentado a Althusser con una crítica que, no por profunda y decidida, deja de ser iluminadora.
Louis Althusser
Ideologías y aparatos ideológicos de Estado
Notas para una investigación
ePub r1.0
Titivillus 15.09.17
Título original: Idéologie et appareils idéologiques d’État
Louis Althusser, 1970
Traducción: Alberto J. Pla
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
Notas
[1] El texto que se va a leer está constituido por dos extractos de un estudio en curso. El autor quiso titularlos Notas para una investigación. Las ideas expuestas sólo deben considerarse como introducción a una discusión. (Nota de la redacción de la revista La Pensée).
[2] Carta a Kugelman del 11.7.1868 (Lettres sur Le Capital, Ed. Sociales, p. 229).
[*] S.M.I.G.: salario mínimo interprofesional garantizado. (N. del T.)
[3] Marx ha dado el concepto científico: el capital variable.
[4] En Pour Marx y Lire Le Capital, Maspero, 1965.
[5]Tópico, del griego topos: lugar. Una tópica representa en un aspecto definido los respectivos lugares ocupados por tal o cual realidad: así la economía está abajo (la base), la superestructura arriba.
[6] Véase más adelante Acerca de la ideología.
[7] Gramsci es, por lo que sabemos, el único que siguió el camino tomado por nosotros. Tuvo esta idea «singular» de que el Estado no se reduce al aparato (represivo) del Estado, sino que comprende, como él decía, cierto número de instituciones de la «sociedad civil»: la Iglesia, las escuelas, los sindicatos, etc. Gramsci, lamentablemente, no sistematizó sus intuiciones, que quedaron en el estado de notas agudas, aunque parciales. Véase Gramsci, Oeuvres Choisies, Ed. Sociales, pp. 290, 291 (nota 3), 293, 295, 436. Véase Lettres de la Prison, Ed. Sociales.
[8] La familia cumple, evidentemente, otras funciones que la de un AIE. Interviene en la reproducción de la fuerza de trabajo. Es, según los modos de producción, unidad de producción y(o) unidad de consumo.
[9] «Derecho» pertenece a la vez al aparato (represivo) del Estado y al sistema de los AIE.
[10] En un texto conmovedor, que data de 1937, Krupskaia relató los esfuerzos desesperados de Lenin, y lo que ella consideraba como su fracaso («Le chemin parcouru»).
[11] Lo que se dice aquí, rápidamente, de la lucha de clases en los AIE, está lejos de agotar la cuestión. Para abordarla es necesario tener presentes dos principios: El primer principio fue formulado por Marx en el Prefacio a la Contribución: «Cuando se consideran tales conmociones (una revolución social) es necesario distinguir siempre entre la conmoción material —que puede comprobarse de una manera científicamente rigurosa— de las condiciones económicas de producción, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas en las cuales los hombres toman conciencia de ese conflicto y lo llevan hasta el fin». La lucha de clases se expresa y se ejerce pues en las formas ideológicas y también por lo tanto en las formas ideológicas de los AIE. Pero la lucha de las clases desborda ampliamente esas formas, y por ello la lucha de las clases explotadas puede ejercerse también en las formas de los AIE, para volver contra las clases en el poder el arma de la ideología. Esto ocurre en virtud del segundo principio: la lucha de clases desborda los AIE porque está arraigada fuera de la ideología, en la infraestructura, en las relaciones de producción, que son relaciones de explotación y que constituyen la base de las relaciones de clase.
[12] En gran parte. Pues las relaciones de producción son reproducidas en primer lugar por la materialidad del proceso de producción y del proceso de circulación. Pero no se debe olvidar que las relaciones ideológicas están inmediatamente presentes en esos mismos procesos.
[13]Para la parte de la reproducción a la cual contribuyen el aparato represivo de Estado y los AIE.
[*] Antiguamente, obreros pertenecientes a un mismo gremio (compagnonnage). (N. del T.)
[14] Utilizo adrede este término tan moderno. Pues aun en esferas comunistas es lamentablemente moneda corriente «explicar» las desviaciones políticas (oportunismo de derecha o de izquierda) por la acción de una «camarilla».
[15] Que utiliza la categoría jurídica de «sujeto de derecho» para convertirla en una noción ideológica: el hombre es por naturaleza un sujeto.
[16] Los lingüistas y los que se refugian en la lingüística con fines diversos tropiezan a menudo con dificultades que resultan de su desconocimiento del juego de los efectos ideológicos en todos los discursos, incluso los discursos científicos.
[17] Obsérvese que ese doble actualmente es una nueva prueba de que la ideología es «eterna», ya que esos dos «actualmente» están separados por cualquier intervalo de tiempo. Yo escribo estas líneas el 6 de abril de 1969, ustedes las leerán en cualquier momento.
[18] En la práctica policial la interpelación, esa práctica cotidiana sometida a un ritual preciso, adopta una forma completamente especial ya que se ejerce sobre los «sospechosos».
[19] Aunque sabemos que el individuo es siempre sujeto, seguimos usando ese término, cómodo por el efecto contrastante que produce.
[20] Cito de manera combinada, o textual, pero sí «en espíritu y verdad».
[21] El dogma de la Trinidad es la teoría del desdoblamiento del Sujeto (el Padre) en sujeto (el Hijo) y de su relación especular (el Espíritu Santo).
[22] Hegel es (sin saberlo) un admirable «teórico» de la ideología, en tanto que «teórico» del Reconocimiento Universal, que lamentablemente terminó en la ideología del Saber Absoluto. Feuerbach es un sorprendente «teórico» de la relación especular, que lamentablemente terminó en la ideología de la Esencia Humana. Si se desea encontrar elementos para desarrollar una teoría de la garantía, es necesario volver a Spinoza.
LOUIS ALTHUSSER, nacido en Birmandreïs (Argelia), en 1918, es actualmente uno de los más lúcidos representantes de la vanguardia teórica del pensamiento marxista. A finales de la década de los 40 irrumpe en los campos de la filosofía y de la política. Desde 1948 es profesor de la École Normale Supérieure de París. Ha publicado: La revolución teórica de Marx, Para leer El Capital, Lenin y la filosofía, Respuesta a John Lewis, Curso de filosofía para científicos