Doce siglos después de que Simbad El Marino se aventurara en los épicos viajes de Las mil y una noches, Tim Severin navegó por las mismas rutas comerciales que este famoso personaje, recorriendo 10 000 kilómetros con ocho marineros omaníes, en la réplica de un velero como los que antaño utilizaban en Oriente Medio.
Tim Severin
El viaje de Simbad
Expediciones 04
ePub r1.0
Titivillus 03.06.15
Título original: The Sindbad voyage
Tim Severin, 1992
Traducción: Delia Mateovich
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
Mapas
Ilustraciones
ILUSTRACIONES
Saleh Khamees, capitán de barco mercante retirado nativo de Sur, habla con Tim Severin *
Seleccionando madera para el casco, los mástiles y los palos en Beypore *
Los trabajadores que confeccionaron las cuerdas preparan las cortezas de coco en la gran casa de Sur *
Cosiendo un tablón en el casco *
Aplicación al casco de la capa final de aceite *
El Sohar
Navegando con un kamal
La tripulación del Sohar
Duchándose en uno de los lavabos de cubierta *
La hora de la comida a bordo
Cosiendo un nuevo conjunto de velas en la playa de Beypore *
Reparando el timón
Tirando de las cuerdas del palo mayor *
El pico de Adán
Un minero de gemas de Sri Lanka *
Las calmas ecuatoriales
Tiburones frenéticos
La tripulación examina el palo mayor roto
La aproximación de una borrasca de trayectoria curva
El Sohar se mantiene a palo seco con mal tiempo
Un grupo de Boat People vietnamitas se acerca al Sohar en busca de ayuda
Tim Severin muestra a los refugiados el rumbo de la brújula en dirección a Taiwán
Ceremonia de bienvenida en Cantón
Sayyid Faisal y dignatarios chinos saludan a la tripulación
Las fotografías que aparecen en el libro, con excepción de las marcadas con un *, que son obra de Bruce Foster, fueron tomadas por Richard Greenhill. Richard protagonizó uno o dos episodios de escaso relieve, que relato en mi libro. Debería aprovechar esta oportunidad para ir más allá del reconocimiento formal y agradecer a Richard muy calurosamente, en primer lugar, por haberse unido a nosotros disponiendo de tan poco tiempo para prepararse, y en segundo término, por aportar unas fotografías tan maravillosas.
La tripulación del Sohar
LA TRIPULACIÓN DEL SOHAR
Capitán: Tim Severin
Tripulación de navegación omaní: Mascate a Cantón
Khamees Humaid al Araimi
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Musalam Ahmed Saleh al-Shaiady
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Khamees Said Sbait al-Mukhaini
Jumah Matar Mubarak al-Saad
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Abdullah Mubarak Salim al Salhi
Eid Abdullah Saleh al-Alawy
Saleh Usif Saleh al-Alawy
Jumail Marhoon Jameel al-Saad
Especialistas
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Peter Dobbs: británico, submarinista y especialista en armamento - Mascate a Cantón.
Andrew Price: británico, biólogo marino - Mascate a Cantón.
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Tom Vosmer: norteamericano, operador de Radio - Mascate a Sri Lanka, servicios independientes en Sumatra, Sumatra hasta Cantón
David Bridges: británico, operador y director cinematográfico - Mascate a Sumatra, servicios independientes, Singapur hasta Cantón.
Terry Hardy: británico, grabador de sonido - Mascate a Sumatra, servicios independientes, Singapur hasta Cantón.
Bruce Foster: neozelandés, responsable de «foto fija» — Mascate a Sri Lanka.
Shanby al Baluchi: paquistaní, «cocinero» — Mascate hasta India.
John Harwood: británico, biólogo marino - Mascate hasta India.
Robert Moore: británico, oceanógrafo - Mascate hasta India.
Trondur Patursson: danés (islas Feroe), artista - Mascate hasta India.
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Mahomed Ismail: indio, carpintero naval - Mascate hasta India.
Dave Tattle: neozelandés, submarinista - Mascate hasta India.
Ibrahim Hasan: indio, cocinero - India hasta Cantón.
Tim Readman: británico, submarinista y aprovisionador - Sri Lanka hasta Cantón.
Richard Greenfield: británico, responsable de «foto fija» — Sri Lanka hasta Cantón.
Dick Dalley: británico, biólogo marino - Sri Lanka hasta Cantón.
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El asterisco indica que fueron líderes durante el viaje.
Prólogo
PRÓLOGO
Los fondos para el Viaje de Simbad se obtuvieron gracias a la gentileza de Su Majestad el Sultán Qaboos bin Said. El patrocinio oficial provino del Ministerio de Patrimonio Nacional y Cultura de Omán, cuyo ministro, S. A. Sayyid Faisal al Said, prestó su firme apoyo a la empresa. Pocas veces una expedición puede haber recibido un respaldo tan entusiasta y espero que el éxito del Viaje de Simbad recompense en alguna medida esa admirable generosidad, que responde a la más genuina tradición árabe.
Planificar y llevar a cabo el viaje, además de presentar sus resultados en palabras, fotos y películas, me llevó casi cinco años. Durante esos cinco años una persona notablemente competente realizó el trabajo de todo un equipo de apoyo: Sarah Waters. Ella representó el centro neurálgico del proyecto. Por su escritorio pasó todo el papeleo. Sin ayuda, se encargó de los télex, y se mantuvo en contacto con las familias de los miembros de la tripulación. Todo el que haya tenido algo que ver con El Viaje de Simbad debe estarle muy agradecido, en particular yo mismo.
«Gulf Air», la compañía aérea propiedad de Bahrein, Omán, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, transportó, sin cargo, todos los equipos y personal para el proyecto: otro ejemplo más de la munificencia árabe. «Petroleum Development Oman» puso sus recursos técnicos a nuestra disposición durante los agitados preparativos de última hora antes de zarpar, además de otorgamos una subvención destinada a la adquisición de la película para filmar el viaje que emprendimos. Su donación fue pronto correspondida por el «British Bank» de Oriente Medio; y durante el viaje me sentí feliz al descubrir que la casa matriz del Banco, la «Hong Kong and Shanghai Banking Corporation», podía suministrar medios que el mismo Simbad hubiese envidiado. La hospitalidad y apoyo del Banco alcanzaron su cenit en Hong Kong, donde la institución actuó incluso como nuestro agente local.
En este único libro sobre la aventura que protagonizamos sólo puede incluirse una selección de los personajes y acontecimientos que urdieron un proyecto tan complejo como el Viaje de Simbad. Sin embargo, espero que la selección que he realizado ofrezca una visión amplia —y amena— del viaje, y deseo no desilusionar a cualquiera que pueda haber sido omitido. Al final del libro se incluye una lista de algunas de las personas que colaboraron en el proyecto. Incluso esta lista está lejos de ser completa, pero brinda una idea de cuánta ayuda y entusiasmo se requieren si se va a construir un barco árabe medieval para navegar con él hasta China. Ser el capitán del barco fue para mí una experiencia inolvidable, y espero que, a través de este relato del