Título original: NO ME JUDAS SATANAS!!, publicado en Popular1 #225, junio de 1992
César Martín, 1992
Retoque de cubierta: Titivillus
Editor digital: Titivillus
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Tal como os prometí el mes pasado, aquí tenéis el segundo No Me Judas dedicado a Russ Meyer. En el anterior número repasamos su vida y su obra, y ahora ha llegado el momento de hablar de las mujeres más importantes de su cine, y por supuesto de su relación con el Rock; ya sabéis: el proyecto fallido con los Sex Pistols, los discípulos que le han rendido homenaje, el clip que rodó para los hard rockeros Faster Pussycat, etc. Y como es lógico empezaremos con las mujeres. Concretamente con dos de ellas: Kitten Natividad y Tura Santana, las “mujeres Meyer” por excelencia.
César Martín
Russ Meyer (II)
NO ME JUDAS SATANAS!! - 225
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Titivillus 27.10.2020
Russ Meyer (II)
Cuando uno piensa en el universo Meyer automáticamente le vienen a la cabeza dos imágenes: por un lado las supertetas tridimensionales de Kitten y por otro las míticas secuencias de Tura descargando toda su mala leche contra los machos que la importunaban en “Faster, Pussycat! Kill! Kill!”. Han habido otras muchas heroínas Meyerianas, y de ellas hablaremos más adelante, pero es inevitable, hay que empezar por Kitten y Tura o de lo contrario sería una falta de respeto. Kitten es probablemente la actriz que mejor se ha amoldado al mundo de Russ Meyer y con la que éste ha mantenido una relación más fuerte a lo largo de los años. A diferencia de otras estrellas de la factoría Meyer, Kitten jamás quiso llegar a ser una gran actriz. Desde un principio supo que lo suyo era el sexo y la comedia, y por ahí encaminó su carrera. Nacida en México, Kitten, cuyo nombre real es Francesca, fue una chica más o menos normal hasta que a los 21 años sus tetas se le dispararon y adquirieron las dimensiones que todos conocemos. Con esas enormes “cazoongas” (así las denomina ella) por bandera hubiera sido estúpido meterse a mecanógrafa, así que cuando llegó la hora de elegir un trabajo, optó por explotar su cuerpo. Empezó bailando en clubs nocturnos de L. A., al cabo de un tiempo ganó el concurso Miss Nude Universe y se convirtió en bailarina de striptease, y así fue como la conoció Russ: bailando desnuda en un club. El físico y el carisma de Kitten dejaron fascinado a Russ desde el primer instante e inmediatamente le ofreció un papel en un film que preparaba por aquel entonces (“Megavixens Up!”). Kitten tardó en acostumbrarse a los “métodos de trabajo” del maestro, tuvo que aguantar gritos, broncas y humillaciones, hasta que por fin comprendió lo que esperaba de ella, y a partir de entonces todo fue como la seda. Rodó una película más con Meyer, esta vez como protagonista (“Beneath the Valley of the Ultravixens”) y fue su pseudo-novia durante 12 años. Entre sus mayores hazañas hay que citar que Kitten logró lo que ninguna otra mujer había conseguido hasta el momento: convertir a Russ Meyer al sexo oral. Meyer, como buen veterano de la Segunda Guerra Mundial, era un supermacho que no estaba dispuesto a lamerle el coño a nadie. Como ya os comenté en el anterior No Me Judas, nuestro hombre consideraba antiamericana cualquier práctica sexual que se alejara del mete y saca. Sin embargo Kitten logró que cambiase de mentalidad, y quizá por eso en films como “Up!” o “Beneath…” Russ se atrevió a introducir temas totalmente inéditos en su cine, como el masoquismo o las penetraciones anales. Aparte de sus trabajos con Meyer, Kitten ha hecho casi veinte películas con otros directores; como ya imaginareis ninguna es comparable a “Up!” o “Beneath…”, pero Kitten nunca decepciona, y eso es lo que importa. Contrariamente a lo que mucha gente cree, Kitten ha rodado escenas de porno duro para alguno de esos films. Os recomiendo especialmente “Bodacious Ta-Ta’s”, en donde hay secuencias de lesbianismo real, con cunilingus incluido. En la actualidad Kitten se dedica sobre todo a mover sus maravillosas “cazoongas” en los clubs angelinos, y cuando tiene un rato libre se relaciona con gente como Elvira (la recordáis ¿no?, la protagonista del film “Elvira: Mistress of the Dark”, famosa también por presentar pelis de terror en la tele americana y por haberse tirado a Elvis) o nada menos que Madonna a la que honró con una actuación especial en su propia boda, frente a un asustadizo Sean Penn al que prefirió no violentar.
Y de Kitten pasamos a Tura Santana, su polo opuesto en la gran pantalla: cruel, salvaje, violenta… aunque por lo visto en la vida real es menos temible de lo que parece. Tura solo llegó a hacer un film con Russ Meyer: “Faster, Pussycat! Kill! Kill!”, sin embargo desde entonces su identidad quedó anulada y pasó a ser Varia (el personaje que interpretaba en la película) para millones de fans. No importa lo que haga o diga, Tura Santana siempre será recordada por sus seguidores como la pandillera psicótica vestida de negro que sembraba el terror en “Faster…”. Tura ya tenía un background importante a sus espaldas cuando Meyer la contrató para protagonizar el film. Inició su carrera como bailarina de striptease en el 54 cuando solo contaba con 15 añitos, y en el 56 ya era una de las grandes estrellas del submundo de los night-clubs. Su físico espectacular y atípico la ayudó a triunfar en la profesión. Tura es mitad cherokee y mitad japonesa, y sus rasgos faciales orientales contrastan con un cuerpo de auténtica amazona. Para acentuar su poderío físico Tura estuvo varios años aprendiendo judo y karate, y en el 56 se apartó de los shows eróticos convencionales y le dio un toque oriental a sus actuaciones, saliendo a escena con ropas japonesas y haciendo ejercicios de Karate mientras se desnudaba. En esa época el mismísimo Elvis comenzó a frecuentar sus shows, y acabaron en la cama. Tura afirma que el Rey se interesó por el judo y el Karate tras ver sus “perfomances” y que ella misma le enseñó algunos movimientos que pondría en práctica años después, en las giras de los 70’s. Según la versión de Tura, Elvis le pidió el matrimonio en una ocasión, pero ella no aceptó porque sabía que tendría que compartirlo con demasiadas mujeres. Meyer descubrió a Tura gracias a su intervención en la película de Ted V. Mikels “Astro Zombies”, y la fichó para protagonizar “Faster…” mientras ésta rodaba “Irma La Douce” a las órdenes de Billy Wilder. Esos tres films son lo más destacable de su filmografía, que tan solo incluye dos títulos más: “Our Man Flint” y “Doll Squad”. Desde el estreno de “Faster…” la popularidad de Tura ha crecido y crecido hasta convertirse en una verdadera diosa para miles de gays (por alguna extraña razón vuelve locos a los homos), lesbianas y rockeros. En la actualidad