Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta obra son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados de manera ficticia.
Ante la manifestación de la existencia
Primera edición: enero 2015
Segunda edición: mayo 2018
ISBN: 9788416339037
ISBN eBook: 9788416339044
© del texto:
Miquel Ricart Palau
© de esta edición:
, 2018
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Impreso en España – Printed in Spain
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Nota del autor
Esta edición titulada Obras completas de Miquel Ricart, contiene reunidos en un solo volumen todos los escritos realizados hasta la fecha por el autor.
El libro está dividido en tres partes: Prosa, Ensayo y Poesía, y los textos han sido numerados cronológicamente.
No hay, en general, relación entre un texto y el anterior o el siguiente. No existe una estructura interna que pudiera dar lugar a la redacción de un índice.
No están, por otra parte, agrupados los textos por materias, porque no ha sido de esta manera como se ha generado Ante la manifestación de la existencia , y no se ha creído oportuno hacer después ninguna tipo de agrupación.
La extensión total del libro puede parecer algo reducida, ya que en general pensamos en un gran número de páginas al hablar de “Obras completas”. Y ello es así, ciertamente, las más de las veces; pero en mi sentir, la forma de escribir (tanto en el fondo como en la forma, y por ende en referencia a la extensión de los textos) depende posiblemente –en gran parte al menos– del modo de ser del autor.
La Primera parte del volumen incluye textos en prosa que tratan sobre los orígenes del ser, viajes imaginarios, aproximaciones leves a la mitología, afirmaciones y deseos vitales.
Es tema principal de la Segunda parte Ante la manifestación de la existencia la reflexión ante la realidad existente. Se intenta considerar tanto la existencia en sí misma como aquello que la compone, lo perceptible. Consiste esta parte en un conjunto de aforismos y textos breves sobre el ser, la verdad, la duda el absurdo y aun la muerte, entre otros temas.
La tercera parte del libro recoge todas las poesías que he escrito hasta la fecha.
Ante la manifestación de la existencia creo que preconiza en su conjunto la libertad del pensamiento en su expresión más amplia; es un repudio de cualquier dogmatismo y de toda actitud ideológica contraria a la razón y a la dignidad humana.
Por otra parte, no se considera al ser humano como una realidad teórica e idealizada, sino que se habla exclusivamente aquí del ser real, tangible, concreto, de todo aquello que hace referencia a la “verdad del ser corpóreamente manifestada”.
En el libro no se llega a conclusiones, puesto la mayoría de sus tesis, definiciones y criterios son subjetivos; pero sí ha habido un intento de objetivizar cuanto se ha expuesto, pensado en un ser genérico como sujeto existencial.
No se encontrarán a lo largo de Ante la manifestación de la existencia muchas referencias a fuentes externas, sean éstas autores concretos o sistemas de pensamiento. Yo carezco de erudición filosófica, en el sentido de conocer la historia de la misma. He escrito lo que he pensado, sin la presión intelectual de tener que considerar si alguna cosa que yo escribía ya había sido escrita anteriormente. De hecho, en alguna ocasión –una vez acabado el libro, que ha sido cuando me he dedicado a leer un poco más a fondo sobre el tema– he encontrado escritas cosas parecidas a las que yo mismo había escrito. Son cosas que pueden pasar, puesto que es muy posible que dos personas piensen y escriban cosas parecidas. Poco se puede –y creo que se debe– hacer en este sentido.
He tratado, eso sí, de aproximarme a la verdad objetiva, por más que el conjunto de la existencia sea absurdo a su criterio. En el absurdo total pueden existir –y de hecho existen– realidades lógicas, puesto que se puede diferenciar fácilmente la parte del todo.
En todo momento me he preguntado sobre la necesidad de escribir este libro; posiblemente su redacción no hubiera sido necesaria. Pero si se ha escrito ha sido sobre todo por afición al lenguaje y al pensamiento. La suerte y el azar han sido decisivos a lo largo de los párrafos que sean ido escribiendo. Y es que al no haber referencias –conscientes al menos– hubiera sido fácilmente posible no haber podido redactar frase alguna.
Considero especialmente inasumibles intelectualmente la existencia del dolor, de la maldad y en cierto sentido –no en el biológico, ciertamente– de la muerte. De ahí que el hombre viva sumido en la perplejidad. No ha encontrado respuestas a lo esencial.
Por último, me gustaría hacer una aclaración ante el debate eterno de la separación entre ciencia y filosofía. No se entiende muy bien el porqué de tal enfrentamiento intelectual; la ciencia se refiere sobre a hechos, a teorías y a sus demostraciones y cuantificaciones. La filosofía es un proceso de reflexión, individual o dentro de un sistema de ideas (propias y ajenas), que pretende esclarecer en alguna medida cuanto se percibe y piensa. Son, desde luego, la ciencia y la filosofía actividades complementarias y sólo en parte relacionadas. No tiene sentido, en este caso, como en otros muchos, decir: “o esto o aquello”; porque también aquí coinciden, y conviven, “esto y aquello”.
1ª Parte:
Prosa
1. Señales premonitorias
En aquel entonces el silencio era casi absoluto. El tiempo transcurría a mi favor, y yo navegaba indolente por sus aguas. Después, a partir de un día –el día prodigioso– no dejé de pensar en la posible existencia de una imagen duplicada. Ahora, mientras intento alejarme con calma de un mundo que de espanto aúlla, palpo mi cuerpo y lo siento arder. Qué extraño. Con lo frío que está el mundo. No sé de qué manera pueden haber surgido las telúricas fuentes de calor que en mí han hallado cauce.
Como un héroe trágico hinco en tierra mi rodilla; por todas partes veo ondear señales premonitorias. Hay unos héroes que son míticos, mágicos, fabulosos… inexistentes al cabo; pero hay otros héroes, éstos sí reales, que son aquellos que intuyen su futuro, olvidan parte de su pasado y luchan contra la adversidad sin volver hacia atrás su rostro despavorido.
Todo eso es cierto, y mucho más. Y heme aquí, pese a todo, incorporándome de nuevo para hacer frente, desde mi cuerpo ligeramente cálido, a las heladas ráfagas del desespero.
Un lugar donde vivir
Para vivir allí. Sólo para eso. Para vivir allí. Pero yo no tenía por qué traspasar nuevos espacios desconocidos. No, ciertamente. El viaje imaginario tan confusamente previsto –palabras posibles, presencia indeterminada– era innecesario. Para qué otra vez los mismos hechos aunque en diferente lugar.