Annotation
Este libro contiene once breves ensayos de Alan Watts, hasta ahora inéditos, en los que aborda temas tales como los límites del raciocinio y el lenguaje ante los grandes misterios de la existencia, y la importancia de los arquetipos psicológicos que el cristianismo comparte con otras grandes religiones.En estos escritos breves Alan Watts hace gala de toda la inteligencia, claridad de pensamiento y simplicidad de lenguaje que le convirtieron en el intérprete más popular de las filosofías orientales. Habla de temas diversos, tales como la voluntad de vivir en armonía de los taoístas, los límites del lenguaje ante las verdades inefables de la espiritualidad y el simbolismo psicológico del pensamiento cristiano. Estos escritos harán las delicias de sus millones de fans, así como de los lectores que quieran empezar a conocer su obra.
Alan Watts
Conviértete en lo que eres. El camino hacia la plena realización del yo interior
Tabla de contenidos
PREFACIO DEL EDITOR
Como sugiere el título, Conviértete en lo que eres es una recopilación de escritos de Alan Watts referentes al dilema de la persona que busca su yo auténtico, búsqueda que a menudo exige ver la vida tal como es. Acerca de esta cuestión, Alan Watts escribió:
La vida existe sólo en este preciso momento, y es en este momento cuando es infinita y eterna. Ya que el momento presente es infinitamente pequeño, antes de que podamos medirlo ha desaparecido, y sin embargo persiste para siempre. Este movimiento y este cambio ha sido llamado Tao por los chinos... Un sabio dijo que si pretendemos vivir en armonía con el Tao, debemos alejarnos de él. Pero no acababa de estar en lo cierto. Ya que lo curioso del caso es que no podemos alejarnos de él aunque queramos; aunque tus pensamientos huyan hacia el pasado o corran hacia el futuro, no pueden escapar del momento presente.
Interpretado de ese modo, Conviértete en lo que eres es a la vez un proyecto imposible y un hecho inevitable.
Este libro es una recopilación de artículos de Alan Watts escritos a mediados de la década de los cincuenta, en la que se intercalan breves ensayos de finales de los treinta, redactados en Inglaterra antes de marchar a América. Los escritos más cortos aparecieron originalmente en The Middle Way, periódico publicado por el centro budista de Londres. La recopilación se inicia con «La paradoja de la negación de sí mismo». Si bien el artículo original no está fechado, para transcribirlo se utilizó una máquina de escribir adquirida en 1953, y el contenido y la extensión concuerdan con otros artículos que Watts leyó por primera vez en la radio KPFA de Berkeley, California, a principios de 1955. Dichas emisiones se volvieron muy populares y continuaron siéndolo a lo largo de treinta años.
El segundo capítulo, que es el primero de los breves ensayos, da título a esta obra, y procede de un álbum de recortes formado con los artículos tempranos de Watts. El examen del dorso de los recortes revela la convocatoria de las reuniones hecha por el centro budista para los meses de marzo, abril y mayo de 1938.
El tercer capítulo, «El dedo y la luna», fue retitulado por el propio Watts, ya que su título original era «El reino del espíritu». Tiene fecha de 17 de abril de 1955 y trata de los defectos de la práctica religiosa occidental en el contexto del pensamiento zen y oriental en general. En el capítulo cuarto aparece de nuevo un escrito publicado en The Middle Way, titulado «Importancia», una bella y breve pieza basada en la perspectiva de un poema budista.
En «Tao y wu-wei», el quinto capítulo, Watts escribe sobre el significado del «no hacer» y «no forzar», ideas fundamentales del taoísmo chino. Hacia la mitad del texto original menciona «estos dos años de charlas», refiriéndose a sus primeras emisiones en la radio. Este escrito pertenece probablemente a una de sus últimas charlas de aquella serie, y sus revisiones hechas a mano en las últimas cuatro páginas del original sugieren que este artículo quizás era la transcripción de una de sus primeras charlas radiofónicas, que no estaban escritas, sino que emitía a los oyentes en directo.
«Andando sobre la rueda», el sexto capítulo, es nuevamente un breve artículo aparecido en The Middle Way. En él descubrimos al «hombre perfecto» de Chuang-tse que «avanza por la rueda» libre de deseo, apego, miedo o arrepentimiento. Al dorso del recorte se encuentra una interesante cita atribuida a Tan Ching, que dice lo siguiente:
Si permitimos que nuestros pensamientos, pasados, presentes, y futuros, se unan en series, nos esclavizamos. Pero si por el contrario, en cualquier momento y lugar, impedimos que nuestra mente se aferre a nada, ganamos la libertad.
Siendo Watts en aquel entonces director de The Middle Way, es probable que él mismo seleccionara esta cita para su publicación. En sus trabajos posteriores desarrolló también un tema similar, y la cita mencionada pone de manifiesto las influencias filosóficas que configuraban su pensamiento en aquella época.
El séptimo capítulo señala la finalización de los artículos radiofónicos y presenta un escrito para The Journal of Religious Thought, publicado en 1953 por la Howard University, en Washington, D.C. «El lenguaje de la experiencia metafísica» es un excelente análisis de las similitudes entre el conocimiento adquirido mediante la experiencia mística y la ciencia natural, y los problemas lingüísticos que surgen al expresar con palabras esta variedad de conocimiento. El artículo en muchos aspectos se anticipa a su tiempo, y combina el pensamiento oriental, la física y la filosofía y la religión occidentales con el fin de llegar a una comprensión de la vida basada en la capacidad de asombro humano, ya que, como indica esta cita de Goethe:
Lo más elevado que el hombre puede alcanzar es su capacidad de asombro; y si los fenómenos esenciales le hacen asombrarse, dejadle que sea feliz; no puede recibir nada más elevado, y nada debe buscar más allá de esto; aquí está el límite.
«Buenas intenciones» completa los ensayos de The Middle Way, e introduce otro artículo más extenso de aquel período, «El nacimiento del Hijo Divino: estudio de un símbolo cristiano», publicado originariamente en The Sufi a finales de los años treinta. Se trata de un interesante escrito en el que Watts profundiza en las bases místicas de la tradición cristiana y compara el simbolismo de su divinidad con los de otras religiones a menudo reconocidas por su naturaleza mística. Lo escribe así:
Recibir el universo en uno mismo, a la manera de algunos «místicos», es simplemente vanagloriarse con la idea de que uno es Dios, creando una nueva oposición entre el gran todo y la degradada parte. Darse de modo pleno e incondicional al mundo es convertirse en una no-entidad espiritual, un mecanismo, una cáscara, una hoja llevada por los vientos de la circunstancia. Pero si al mismo tiempo se recibe el mundo y se abandona el yo, entonces prevalece esa unión que origina el Segundo Nacimiento.
Esto suena familiar, nos recuerda la idea budista del Camino Medio, como naturalmente debe ser, y Watts prosigue en esta línea de pensamiento para concluir, con cierta vena taoísta:
Así, cuando decimos que de la unión del yo y la vida (o el mundo) nace Cristo, queremos dar a entender que el ser humano se eleva a un nuevo centro de conciencia en el cual no es ni sólo él, ni sólo el mundo... En realidad, este centro ya existía, fuera o no conocido, ya que dos opuestos no pueden existir a menos que haya una relación entre ellos.
Mark Watts San Anselmo, California Noviembre de 1994
LA PARADOJA DE LA NEGACIÓN DE SÍ MISMO
Mientras vivas, sé un hombre muerto, totalmente muerto, Entonces, hagas lo que hagas, estará bien.