Rev. Dr. Don L. Davis - ¡Consiga pretender!: Viviendo como ciudadano y embajador del reino de Dios

¡Consiga pretender! Viviendo como ciudadano y embajador del reino de Dios

© 2018. The Urban Ministry Institute. © 2020. Traducido al español. Todos los derechos reservados.

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The Urban Ministry Institute

3701 East 13th Street North

Suite 100

Wichita, KS 67208

ISBN: 978-1-62932-512-5

Publicado por TUMI Press

Una división de World Impact, Inc.

The Urban Ministry Institute es un ministerio de World Impact, Inc.

Título original en inglés:

Get Your Pretense On! Living as a Citizen and Ambassador of the Kingdom of God

Coordinador de traducción: Dr. Fernando Argumedo

Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, son de la Santa Biblia, Versión Reina Valera 1960, derechos reservados ©. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.

Dedico este libro a cada creyente

que ha tenido el coraje de “simular”

vivir por la declaración de Dios de quiénes son y

lo que poseen, incluso ante la duda,

oposición y persecución...

A los que caminan por fe y no por vista,

Quienes confiesan su verdadera identidad en Cristo

ante el rechazo y las mentiras del mundo,

Que se mantienen firmes contra las fortalezas del enemigo,

Quienes mantienen la línea en la verdad en Jesús, pase lo que pase.

A todos ustedes les dedico este libro.

Y sin fe es imposible agradar a Dios,

porque quien se acerque a Dios debe creer que existe

y que recompensa a quienes lo buscan.

~ Hebreos 11:6 ~

El Rev. Dr. Don L. Davis es el Director Ejecutivo de TUMI (siglas en inglés para El Instituto Ministerial Urbano) y Vicepresidente Senior de World Impact. Asistió a Wheaton College y Wheaton Graduate School, y se graduó summa cum laude en sus títulos de B.A. (1988) y M.A. (1989), en Estudios Bíblicos y Teología Sistemática, respectivamente. Obtuvo su Ph.D. en Religión (Teología y Ética) de la Facultad de Religión de la Universidad de Iowa.

Como Director Ejecutivo del Instituto y Vicepresidente Senior de World Impact, supervisa la capacitación de misioneros urbanos, plantadores de iglesias y pastores de la ciudad, y facilita oportunidades de capacitación para obreros cristianos urbanos en la evangelización, crecimiento de iglesias y misiones pioneras. También dirige los extensos programas de educación a distancia del instituto y facilita los esfuerzos de desarrollo de liderazgo para organizaciones y denominaciones como Prison Fellowship, la Iglesia Evangélica Libre de América y la Iglesia de Dios en Cristo.

El Dr. Davis ha sido profesor en varias instituciones académicas, como Wheaton College, St. Ambrose University, Houston Graduate School of Theology, University of Iowa School of Religion y Robert E. Webber Institute of Worship Studies. Es autor de varios libros, incluidos El Currículo Piedra Angular (The Capstone Curriculum), el primer seminario de educación a distancia de dieciséis módulos de TUMI, Sacred Roots: A Primer on Retrieving the Great Tradition (Raíces Sagradas: Un tratado sobre la recuperación de la Gran Tradición), Black and Human: Rediscovering King as a Resource for Black Theology and Ethics (Negro y humano: Redescubriendo al Rey como un recurso para la teología y la ética negras), and Building Bridges, Scaling Walls: Learning the Art of Edifying Dialogue (Construyendo puentes, escalando muros: aprendiendo el arte del diálogo edificante).

Don y su esposa, Beth, se casaron en febrero de 1975, y juntos tienen tres hijos (uno fallecido) y cuatro nietos.

Actúa todos los días como que

Dios ya te dijo que en realidad lo eres,

Porque si no actúas

En lo que dice que seas

¡Entonces nunca te convertirás

En lo que siempre has sido desde el principio!

Este libro está inspirado en un concepto desempaquetado por el gran apologista, C. S. Lewis, en su libro pequeño y útil, Mero Cristianismo. En ese texto perspicaz, Lewis explica su noción de la relación entre la simulación mala y la simulación buena en un capítulo titulado “Vamos a pretender”, dado a través de su breve exposición del lenguaje real utilizado en el Padrenuestro. Esencialmente, Lewis sugiere que nadie puede relacionarse con el Señor sin pretender ser lo que el Padre dice ser, aunque toda evidencia y confirmación emocional interna argumenta lo contrario. En otras palabras, somos quienes somos porque Dios lo dice, y la vida cristiana se vive en gran medida basada en aceptar que, aunque, en la superficie, las cosas no parecen estar de acuerdo con las afirmaciones de Dios de nuestra identidad legítima. Tal es mi pobre comentario sobre su brillante análisis. A continuación, se muestra una parte de su sorprendente argumento:

Sus primeras palabras son “Padre nuestro”. ¿Ve ahora lo que significan esas palabras? Significan francamente que se está poniendo en el lugar de un hijo de Dios. Para decirlo sin rodeos, se está vistiendo como Cristo. Si le gusta, está pretendiendo. Porque, por supuesto, en el momento en que se da cuenta de lo que significan las palabras, se da cuenta de que no es un/a hijo/a de Dios. No está siendo como el Hijo de Dios, cuya voluntad e intereses coinciden con los del Padre: es un conjunto de miedos egoístas, esperanzas, codicias, celos y vanidad, todos condenados a muerte. De modo que, en cierto modo, este disfrazarse de Cristo es una mejilla escandalosa. Pero lo extraño es que Él nos ha ordenado que lo hagamos.

¿Por qué? ¿De qué sirve pretender ser lo que no es? Bueno, incluso a nivel humano, ya sabe, hay dos tipos de simulaciones. Hay una tipo mala, donde la pretensión está ahí en lugar de la realidad; como cuando un hombre finge que le va a ayudar en lugar de realmente ayudarle. Pero también hay una tipo buena, donde la pretensión conduce a lo real [cursiva mía].

Cuando no se siente particularmente amigable pero sabe que debería serlo, lo mejor que puede hacer, muy a menudo, es ser amable y comportarse como si fuera una persona más amable de lo que realmente es. Y en unos minutos, como todos hemos notado, se sentirá realmente más amable de lo que era. Muy a menudo, la única forma de obtener una calidad en realidad es comenzar a comportarse como si ya la tuviera. Es por eso que los juegos infantiles son tan importantes. Siempre fingen ser adultos: jugando a los soldados, jugando a la tienda. Pero todo el tiempo, están endureciendo sus músculos y agudizando su