Sobre el autor
JORDI SIERRA I FABRA nació en Barcelona en 1947. Publicó su primer libro en 1972, ha escrito más de quinientas obras, ha ganado casi 40 premios literarios a ambos lados del Atlántico y ha sido traducido a 30 lenguas. Ha sido dos veces candidato por España al Nobel de literatura juvenil, el premio Andersen, y otras dos al Astrid Lindgren, en 2007 recibió el Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura y en 2013 el Iberoamericano por el conjunto de su obra. Las ventas de sus libros superan los doce millones de ejemplares en 2017.
En 2004 creó la Fundació Jordi Sierra i Fabra, en Barcelona, y la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra, en Medellín, Colombia, como culminación de toda una carrera y de su compromiso ético y social. Desde entonces se concede el premio que lleva su nombre a un joven escritor menor de dieciocho años. En 2010, sus fundaciones recibieron el Premio IBBY-Asahi de Promoción de la Lectura. En 2012 se inauguró la revista literaria online gratuita, www.lapaginaescrita.com y en 2013 el Centro Cultural de la Fundación en Barcelona, Medalla de Honor de la ciudad en 2015, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2017, Creu de Sant Jordi en 2018.
Más información en la web oficial del autor, www.sierraifabra.com.
HISTORIAS PERSONALES
Obras consultadas
Diario de los Beatles – Jordi Sierra i Fabra – Edaf 2012
Diccionario de los Beatles – Jordi Sierra i Fabra – Plaza y Janés 1992
La Era Rock – Jordi Sierra i Fabra – Espasa 2003
The Beatles, músicos del siglo XX – Jordi Sierra i Fabra – Edicomunicación 1976
John Lennon – Jordi Sierra i Fabra - Empuries/Antártida 1990
John Lennon 1940-1980, vida y muerte del profeta Beatle – Jordi Sierra i Fabra – Teorema 1981
Paul McCartney, y la leyenda continúa – Jordi Sierra i Fabra – Teorema 1986
The Beatles – Jordi Sierra i Fabra – Círculo de Lectores 1987
John Lennon – Jordi Sierra i Fabra – Círculo de Lectores 1990
El joven Lennon – Jordi Sierra i Fabra – SM 1988
Historia de la Música Rock – Jordi Sierra i Fabra – Orbis 1981/3
John Lennon – Jordi Sierra i Fabra – Folio 2003
John Lennon, imagina que esto fue real – John Lennon – Panamericana 2005
LOS BEATLES ANTES DEL 5 DE OCTUBRE DE 1962
MISCELÁNEA
LOS BEATLES ENTRE EL 5 DE OCTUBRE DE 1962 Y EL 10 DE ABRIL DE 1970
LOS BEATLES DESPUÉS DEL 10 DE ABRIL DE 1970
A Josep María Francino
Jordi Sierra i Fabra, 2022
Diseño de cubierta: Xavier Bartumeus
Editor digital: Kelsier
ePub base r2.1
Notas
[1] Sucesión de erratas también presente en el e-book original del libro. (N. del E. D.)
Se ha escrito mucho acerca de los Beatles. Miles de libros desmenuzando su vida y su obra. Pero siempre es buen momento para uno más, sobre todo si nos sirve para acercarnos a su lado más humano o insólito, curioso y no siempre conocido, y muy especialmente si lo escribe uno de los mayores expertos mundiales sobre ellos, autor, entre otros, de la novela “El joven Lennon” o los clásicos “Diccionario” y “Diario de los Beatles” junto a diversas biografías. Este es pues un viaje con cien paradas, cien momentos, cien historias que nos harán seguir amando al grupo que cambió la historia.
Jordi Sierra i Fabra
Cien historias en torno a The Beatles
ePub r1.0
Kelsier 05.09.2022
1 – Cuando John encontró a Paul
John Lennon quería ser un teddy boy. Malas notas, mala influencia para sus amigos, mal comportamiento. Ni siquiera dibujaba bien aunque acabara en una escuela de arte. Por eso cuando apareció el rock and roll pensó que esa podría ser su vida, que ahí encajaría. Y formó The Quarrymen a comienzos de 1956 en la escuela a la que iba, la Quarry Bank. En realidad era un tipo duro con el corazón blando.
Los primeros Quarrymen fueron Pete Shotton, Eric Griffiths, Colin Hanton, Bill Smith y John. Pensaron llamarse The Black Jacks pero optaron por Quarrymen. Cuando se marchó Bill, los cambios ya fueron abundantes, entraron Len Garry e Ivan Vaughan y, ocasionalmente, Nigel Whalley. Pero no hacían rock and roll, sino skiffle, el género que estaba de moda en Inglaterra, una especie de folk en el que se utilizaba una tabla de lavar como uno de los instrumentos. Debutaron en los habituales conciertos escolares, tocaron en una fiesta callejera, en Rosebery Street, y tras ello actuaron, casi siempre gratis, dónde, cómo y cuándo podían. El único que tenía fe en su futuro era John. En primavera de 1957 Nigel Whalley prefirió pasarse a las finanzas y se convirtió en mánager del grupo. El 9 de junio del mismo año se presentaron en un concurso llamado Search for the stars, organizado por Carroll Lewis. Ese mismo mes, al acabar la escuela, John fue aceptado en el Liverpool College of Art alentado por un profesor llamado William Ernest Pobjoy, y se preparó para ingresar en septiembre. Pero antes…
El 6 de julio de 1957 los Quarrymen tocaron en el pícnic anual de la parroquia de Woolton, un suburbio de Liverpool. Allí arriba, en lo alto de una tarima, eran los amos del mundo. Un amigo llamado Geoff Rhind les tomó una foto. Entre el público estaba un chico llamado Paul McCartney, que estudiaba con Ivan Vaughan. John estrenó aquel día su versión de Be-bop-a-lula. Al acabar el concierto hizo lo que hacía siempre, beber. Y achispado estaba cuando Ivan se acercó con Paul y le dijo a John que tenía que conocerlo. John le echó un vistazo y para salir de dudas acerca de lo que pudiera valer el desconocido le pasó la guitarra.
A los cinco minutos estaba boquiabierto.
Paul era hijo de un músico, así que sabía tocar no solo la guitarra, sino también el piano y la trompeta. Para John, que apenas dominaba dos acordes y algo la armónica, fue una revelación. De hecho John tocaba la guitarra con solo cinco cuerdas, afinándola como un banjo. Con dieciséis años estaba tan limitado como cualquier otro autodidacta. Paul le tocó un éxito de Eddie Cochran, Twenty flight rock.
Las únicas dudas que se le plantearon a John en ese momento fueron existenciales: si Paul era más bueno que él y le metía en la banda, ¿tendría que frenarle para que no se apoderara de los Quarrymen? La otra, que fuera atractivo, le pareció un plus. Las dudas las resolvió allí mismo, dándose cuenta de que un grupo era un cúmulo de individualidades. Le preguntó si querría unirse a ellos y Paul se hizo un poco el digno diciendo que se lo pensaría.
Le dijo que sí al día siguiente.
Los Quarrymen siempre cambiaban de miembros, aunque los amigos más íntimos de John (Griffiths, Shotton y Hanton) fueran fieles. Con Paul el salto cualitativo fue importante. A la hora de componer, John estaba solo. Con Paul encontró el aliado perfecto. Además, Paul le enseñaba acordes, aunque había un problema: Paul era zurdo. John tenía que aprenderlos de una forma y tocarlos de otra.