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Barbara W. Tuchman - La marcha de la locura

Aquí puedes leer online Barbara W. Tuchman - La marcha de la locura texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1984, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

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Barbara W. Tuchman La marcha de la locura
  • Libro:
    La marcha de la locura
  • Autor:
  • Editor:
    ePubLibre
  • Genre:
  • Año:
    1984
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La marcha de la locura: resumen, descripción y anotación

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Agradecimientos

D eseo expresar mi agradecimiento a quienes de diversas maneras han contribuido a este libro: al profesor William Wilcox, presentador de los Benjamin Franklin Papers en la Universidad de Yale, por su lectura crítica del capítulo IV; a Richard Dudman, exjefe de oficina del St. Louis Post-Dispatch en Washington y autor de Forty Days with the Enemy (un testimonio de su cautiverio en Camboya), por haber leído el capítulo V; al profesor Nelson Minnich, de la Universidad Católica de América por haber leído el capítulo III. Leer no significa estar de acuerdo, particularmente en el caso del último nombrado. Sólo yo soy responsable de todas las interpretaciones y opiniones.

Por consulta o ayuda en varios aspectos, estoy en deuda de gratitud con el profesor Bernard Bailyn, del Departamento de Historia de la Universidad de Harvard; con el doctor Peter Dunn, por sus investigaciones sobre el regreso de las tropas francesas a Vietnam en 1945; con Jeffrey Race, por hacerme conocer el concepto oculto bajo el término «disonancia cognoscitiva»; con el coronel Harry Summers, del Army War College; con Janis Kreslins, de la biblioteca del Council on Foreign Relations; y con todas las personas enumeradas en las referencias del capitulo V, que tuvieron la amabilidad de ponerse a mi disposición para preguntas orales.

Por su ayuda para descubrir ilustraciones, estoy en deuda con la profesora Emily Vermuele, del Departamento Clásico de Harvard; con Joan Sussler, del Museo Lewis-Walpole en Farmington, Connecticut, y con sus colegas; con Marc Pachter, de la Galería Nacional de Retratos de Washington, D. C.; con el Departamento de Impresos y Dibujos y el Departamento Griego y Romano del Metropolitan Museum of Art de Nueva York; con el Departamento de Impresos y Fotografías de la Biblioteca del Congreso; con Charles Green, del Museum of Cartoon Art; con Catherine Prentiss, del Newspaper Comics Council; y con Hester Green, de A. M. Hearth and Company, Londres, por su mano mágica aplicada a la Galería Nacional de Retratos (Londres), y el Museo Británico. Todo esto debe su existencia coherente a Mary McGuire, de Alfred A. Knopf, quien siguió una corriente de materiales desconectados y alcanzó a atar los cabos sueltos. Mi gratitud extra a Robin Sommer, por su devota y eficaz vigilancia de la precisión en las pruebas.

Bajorrelieve que muestra una máquina de asedio asiria de una época medio siglo - photo 1

Bajorrelieve que muestra una máquina de asedio asiria de una época medio siglo anterior a Homero. La estructura consiste en una torre móvil con ruedas, provista de un ariete, perteneciente al reino de Ashurnasipal II, 884-860 a. C.

Nuevos agradecimientos a mi esposo, el doctor Lester R. Tuchman, por sugerirme a Roboam y por descubrir las referencias a la guerra de sitios en la antigüedad y la ilustración de una máquina asiría de sitios; a mi hija y mi yerno, Lucy y David Eisenberg, y a mi hija Alma Tuchman por leer todo el manuscrito haciendo comentarios útiles; a mi agente, Timothy Seldes, de Russell and Volkening, por su disponibilidad y ayuda cada vez que se necesitó; y a mi corrector y editor, Robert Gottlieb, por su juicio crítico y su paciencia inagotable ante las angustias de los escritores, que le dan lata por teléfono.

I. UNA POLÍTICA CONTRARIA AL PROPIO INTERÉS

U n fenómeno que puede notarse por toda la historia, en cualquier lugar o período, es el de unos gobiernos que siguen una política contraria a sus propios intereses. Al parecer, en cuestiones de gobierno la humanidad ha mostrado peor desempeño que casi en cualquiera otra actividad humana. En esta esfera, la sabiduría —que podríamos definir como el ejercicio del juicio actuando a base de experiencia, sentido común e información disponible—, ha resultado menos activa y más frustrada de lo que debiera ser. ¿Por qué quienes ocupan altos puestos actúan, tan a menudo, en contra de los dictados de la razón y del autointerés ilustrado? ¿Por qué tan a menudo parece no funcionar el proceso mental inteligente?

Relieve de terracota sobre un ánfora gigante 135 metros de alto del siglo - photo 2

Relieve de terracota sobre un ánfora gigante (1.35 metros de alto) del siglo VII a. C., donde se muestra el Caballo de Madera, con ruedas acopladas a sus pies y guerreros griegos surgiendo de su interior. Encontrada en Mykonos en 1961.

Fresco romano de Pompeya circa siglo I a C que representa la entrada del - photo 3

Fresco romano de Pompeya, circa siglo I a. C., que representa la entrada del Caballo de Madera en la ciudad de Troya. En el extremo superior izquierdo aparece una mujer, posiblemente Cassandra, portando una antorcha, mientras que en el extremo inferior izquierdo se le puede ver a ella (o a otra mujer) corriendo hacia el Caballo, como si quisiera detenerlo. Aunque está bastante deteriorada, esta pintura resulta de gran interés en Pompeya a causa de su grandeza trágica y su dramatismo.

Para empezar por el principio, ¿por qué los jefes troyanos metieron a aquel sospechoso caballo de madera, dentro de sus murallas, pese a que había todas las razones para desconfiar de una trampa griega? ¿Por qué varios sucesivos ministros de Jorge III insistieron en coaccionar —en lugar de conciliarse— a las colonias norteamericanas, aunque varios consejeros les hubiesen avisado, repetidas veces, que el daño así causado sería mucho mayor que cualquier posible ventaja? ¿Por qué Carlos XII y Napoleón, y después Hitler, invadieron Rusia, pese a los desastres que habían acontecido a todos sus predecesores? ¿Por qué Moctezuma, soberano de ejércitos valerosos e impacientes por combatir, y de una ciudad de 300 000 habitantes, sucumbió con pasividad ante un grupo de varios centenares de invasores extranjeros, aun después de que habían demostrado, más que obviamente, que no eran dioses, sino seres humanos? ¿Por qué se negó Chiang Kai-shek a oír toda voz de reforma o de alarma, hasta que un día despertó para descubrir que el país se le había escapado de las manos? ¿Por qué las naciones importadoras de petróleo se entregan a una rivalidad por el abasto disponible, cuando un frente unido ante los exportadores les habría permitido dominar la situación? ¿Por qué, en tiempos recientes, los sindicatos ingleses, en un espectáculo lunático, parecieron periódicamente dispuestos a asumir a su país en la parálisis, al parecer bajo la impresión de que estaban separados de todo? ¿Por qué los hombres de negocios norteamericanos insisten en el «desarrollo» cuando, demostrablemente, está agotando los tres elementos básicos de la vida en nuestro planeta: la tierra, el agua y un aire no contaminado? (Aunque los sindicatos y las empresas no sean, estrictamente, un gobierno en el sentido político, sí representan situaciones gobernantes).

Aparte del gobierno, el hombre ha realizado maravillas: inventó, en nuestros tiempos, los medios para abandonar la Tierra y llegar a la Luna; en el pasado, dominó el viento y la electricidad, levantó piedras inertes convirtiéndolas en aladas catedrales, bordó brocados de seda a partir de la baba de un gusano, construyó los instrumentos músicos, derivó de las corrientes energía motora, contuvo o eliminó plagas, hizo retroceder el mar del Norte y creó tierras en su lugar; clasificó las formas de la naturaleza, y penetró los misterios del cosmos. «Mientras que todas las demás ciencias han avanzado», confesó el segundo presidente de los Estados Unidos, John Adams, «el gobierno está estancado; apenas se le practica mejor hoy que hace 3000 o 4000 años».

El mal gobierno es de cuatro especies, a menudo en combinación. Son: 1) tiranía u opresión, de la cual la historia nos ofrece tantos ejemplos conocidos que no vale la pena citarlos; 2) ambición excesiva, como el intento de conquista de Sicilia por los atenienses en la Guerra del Peloponeso, el de conquista de Inglaterra por Felipe II, por medio de la Armada Invencible, el doble intento de dominio de Europa por Alemania, autodeclarada raza superior, el intento japonés de establecer un Imperio en Asia; 3) incompetencia o decadencia, como en el caso de finales del Imperio romano, de los últimos Romanov, y la última dinastía de China; y por último, 4) insensatez o perversidad. Este libro trata de la última en una manifestación específica, es decir, seguir una política contraria al propio interés de los electores o del Estado en cuestión. El propio interés es todo lo que conduce al bienestar o ventaja del cuerpo gobernado; la insensatez es una política que en estos términos resulta contraproducente.

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