• Quejarse

Carlos Collado Seidel - El telegrama que salvó a Franco

Aquí puedes leer online Carlos Collado Seidel - El telegrama que salvó a Franco texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2016, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Carlos Collado Seidel El telegrama que salvó a Franco

El telegrama que salvó a Franco: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El telegrama que salvó a Franco" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Carlos Collado Seidel: otros libros del autor


¿Quién escribió El telegrama que salvó a Franco? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

El telegrama que salvó a Franco — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El telegrama que salvó a Franco " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Introducción y planteamientos

«Vive más tiempo quien ha sido dado por muerto». Este proverbio alemán resume con claridad la experiencia vivida por británicos y estadounidenses con Franco. Por más que la era fascista en Europa llegó a su fin en mayo de 1945, precisamente entonces el régimen de Franco gozaba de plena salud. Por eso, en la apreciación de muchos contemporáneos, la victoria sobre el fascismo no había sido una victoria completa. Con enorme decepción lo expresaba en 1946 el antiguo ministro de Finanzas de Estados Unidos Henry Morgenthau en un discurso: «La victoria militar se ha conseguido; pero el objetivo fundamental que nos llevó a la guerra —la eliminación final de la agresión nazi y fascista— no se ha visto cumplido. En tanto el nazismo se mantenga dominante donde quiera que sea, nuestra tarea no estará concluida».

De hecho, y tal y como ha quedado reflejado en los resultados de la investigación historiográfica, tanto Londres como Washington habían estado de acuerdo en que el régimen de Franco no habría de tener un puesto en el orden de la postguerra, y consideraban deber suyo impedir que esto sucediera. Es más, el presente estudio mostrará que en Londres y en Washington no solo prevaleció la convicción de que el régimen del general Franco estaría condenado a desaparecer a consecuencia de la derrota de las potencias del Eje, sino que incluso se impuso el objetivo de impulsar activamente su caída. Como es sabido, el «pequeño hermano» en lo que fueron los regímenes fascistas sobreviviría sin embargo sin menoscabo al hundimiento de Hitler y de Mussolini, cuestión que ni Franco mismo hubiera podido imaginar en los momentos álgidos de su compenetración con las potencias del Eje. El presente estudio se propone, pues, escudriñar las causas de este inesperado resultado en lo que respecta a la actuación de los responsables de la política en Londres y Washington, hurgando en la política anglo-estadounidense frente a España durante el periodo comprendido entre 1942 y 1945, crucial a la hora de dar una respuesta a una cuestión que según nuestro parecer no ha tenido hasta la fecha una respuesta concluyente.


La imposición del régimen de Franco en 1939 había tenido fuertes repercusiones en el exterior. Sobre todo en Estados Unidos, amplios sectores de la opinión pública identificaron sin paliativos a Franco y a sus seguidores con el fascismo. Los reportajes de Ernest Hemingway y de otros corresponsales de guerra habían popularizado la idea de que la Guerra Civil española representaba la lucha de la libertad y de la democracia contra el fascismo. Y si bien en la opinión pública en Gran Bretaña no se había generalizado un juicio tan negativo sobre Franco y su régimen, con el estallido de la segunda guerra mundial, y sobre todo debido su alineamiento con las potencias del Eje, cambió de aspecto el punto de vista y con él la valoración de la política española. La España de Franco era considerada ahora sin paliativos un régimen hostil, por más que tanto británicos como norteamericanos no llegaron a conocer las dimensiones de esa solidaridad en toda su amplitud hasta después de que hubo terminado la guerra.

Pero ya a principios de junio de 1940, el recién llegado embajador británico sir Samuel Hoare, un peso pesado de la política conservadora británica de los años veinte y treinta, describía la omnipresencia alemana en España en estos términos: «No he visto en ninguna parte un control tan completo de los medios de comunicación, prensa, propaganda, aviación, etc., como el que tienen los alemanes aquí. Incluso me atrevo a decir que la embajada y yo mismo existimos aquí únicamente porque nos toleran los alemanes». La Falange era considerada como aquella «quinta columna» con la que los alemanes harían todo lo posible para apoderarse del país. Sobre todo Ramón Serrano Suñer (cuñado de Franco, hombre fuerte de Falange, ministro de la Gobernación y a partir de octubre 1940 además titular de Exteriores) representaba para Inglaterra y Estados Unidos la personificación del fascismo que perseguía el objetivo de establecer en España un régimen totalitario. Serrano Suñer se convirtió en «la bestia negra» de los Aliados en Madrid, llegando incluso a atribuírsele los peores calificativos es la descripción de su persona.

No es, por tanto, de extrañar que en los meses decisivos que precedieron a la entrada de Estados Unidos en la guerra, se diera en Londres la constante preocupación de que España acabaría entrando en la guerra al lado de Hitler. Un síntoma de ello es el hecho de que el embajador Hoare, desde el mismo comienzo de su misión en Madrid, tuviera siempre a su disposición un avión listo para despegar en el primer momento en que fuera necesario abandonar la península Ibérica. Y en otoño de 1941, el mismo Hoare manifestaba en Londres su convicción de que España parecía ser en realidad un país ocupado por las fuerzas del Eje». Por eso, cualquier augurio que se hubiera atrevido a profetizar que el nacionalsocialismo y el fascismo iban a desaparecer, pero no Franco y Falange, hubiera sido ridiculizado. Para los observadores de entonces, la España de Franco viajaba en el mismo vapor, y su destino estaba ligado al de las potencias del Eje. La derrota de este traería consigo inevitablemente el hundimiento del régimen de Franco.

La política de Londres y Washington con respecto a España durante la segunda guerra mundial (en un principio concertada y coordinada por ambos gobiernos como política común) evidentemente tenía como objetivo central la victoria sobre las potencias del Eje. Por consiguiente, los esfuerzos diplomáticos en sus relaciones con España iban encaminados en primer término a asegurar el estatus de neutralidad oficial de este país. Si bien la cuestión del Régimen no pasó de ser de momento un problema secundario, sin embargo, a raíz del desembarco de unidades anglo-norteamericanas en el norte de África en noviembre de 1942 se abrió una nueva perspectiva. Ahora cambiaría de signo la política aliada respecto de España, pasando de ser una política defensiva a otra ofensiva destinada a eliminar la influencia alemana en el país. Y sobre todo, la cuestión del Régimen pasó a ocupar un lugar crecientemente preponderante en el cálculo de esa política, comenzándose incluso a tomar en consideración la posibilidad de provocar su caída por razones ideológicas mediante una intervención estimulada y dirigida desde fuera.

A tal efecto se ofrecían diversas opciones, todas las cuales fueron analizadas, y algunas puestas en práctica, por los responsables de los centros de poder de Londres y Washington. Se comenzó, pues, a ejercer una presión cada vez mayor sobre el régimen de Franco con el fin de promover reformas políticas que conducirían al establecimiento de un régimen que acatara los principios de las libertades democráticas y de la Carta Atlántica. Con el fin de intensificar las presiones diplomáticas, se aplicaron repetidamente sanciones económicas consistentes en la suspensión del suministro de aquellas mercancías y materias primas (sobre todo carburantes) indispensables para el sostenimiento de la economía española y que España únicamente recibía de los Aliados. Simultáneamente se desarrollaron planes militares que, dentro de un amplio marco de operaciones de envergadura, suponían la inclusión de este país en las actividades bélicas. Finalmente se consideró, y hasta incluso se llevó a cabo, el empleo de medios subversivos y conspirativos mediante el apoyo de grupos de la oposición republicana y sobre todo monárquica, sea por medio de contactos políticos clandestinos o de organizaciones como el SOE británico y el OSS estadounidense, con el fin de acelerar el cambio de régimen. De todos modos, en el verano de 1943, cuando los Aliados marchaban sobre Italia y se comenzaba a divisar el triunfo de estos sobre las potencias del Eje, Oliver Harvey, jefe de gabinete del ministro británico de Exteriores Anthony Eden, y con él muchos otros observadores políticos no tenían ninguna duda del final del poderío de Franco en España: «¡Maldito Franco! Le habremos bajado del burro antes de que se acabe todo esto».

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «El telegrama que salvó a Franco»

Mira libros similares a El telegrama que salvó a Franco. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «El telegrama que salvó a Franco»

Discusión, reseñas del libro El telegrama que salvó a Franco y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.